Una Chica Con Pistola, de Amy Stewart







"Francis habría querido que vendiéramos la granja y nos mudáramos a vivir con él, así nos tendría a todas bien vigiladas. Pero no tenía la más mínima intención de convertirme en una de esas mujeres condenadas en vida a ser el ama de llaves de su hermano".


La idea de Amy Stewart de tomar un personaje real, como Constance Kopp, y darle vida mediante la ficción histórica, me parece todo un acierto teniendo en cuenta el tipo de mujer que debió de ser Constance, que se convirtió en la primera mujer ayudante de sheriff en una época en que era casi imposible que una mujer pudiera encajar en un trabajo de “hombres”.



"Tampoco había muchas ofertas de trabajo en los periódicos. Cada pocas semanas pedían contables y oficinistas, pero querían hombres, nunca mujeres".



La novela comienza cuando la calesa de las hermanas Kopp es embestida por el coche de Henry Kaufman, borracho y pendenciero y dueño de la fábrica textil local. A partir de ahí comienza toda una suerte de desgracias para las tres hermanas, ya que Constance en vez de esconderse, le exige una indemnización por todos los daños causados a su calesa, en total 50 dólares. Henry Kaufman no solo se niega, sino que desde ese momento empieza todo un acoso por su parte a las hermanas en un intento por amilanarlas, ejerciendo su poder y violencia, pero Constance en vez de resplegarse y esconderse, se defiende a capa y espada, desde aprendiendo a manejar un révolver hasta a colaborar con el sheriff para detener a Kaufman y su banda.



Este argumento inicial puede llevar a engaño a quién espere una novela con mucha acción, violencia y a Constance ejerciendo como ayudante de sheriff, tal como la publicidad de alguna forma deja intuir. La autora sin embargo decide tomar otro camino para contar las aventuras de Constance y sus hermanas, minimizando la acción en favor de usar estas aventuras como una excusa para contarnos realmente lo dificil que lo tenían las mujeres que ansiaban una cierta independencia. La novela transcurre poco antes de la 1ª Guerra Mundial, en 1913, justo en una época en que a la mujer no se le permitia votar y que apenas podían tener ingresos propios a menos que le vinieran de su familia pero siempre bajo el control estricto del marido, padre o hermano.



"-He venido a una entrevista para un puesto de trabajo-dije.
- ¿Ah, si?-La chica me miró sorprendida. Una aureola de rizos castaños le enmarcaba la cara redonda, y eso le daba una cierta expresión de perpetuo asombro. No podía tener mucho más de dieciocho años.
- ¿Y a su marido no le importa?-preguntó".



Constance, Norma y Fleurette viven juntas en una granja aislada y se las arreglan para mantenerla sin ninguna ayuda masculina, es realmente una decisión que ejercen por decisión propia y a través de esta vida diaria en la granja y gracias a la narración de Amy Stewart, llegamos a conocer lo duro que lo tenían las mujeres solas , no solo por el trabajo físico sino siendo foco de atención por parte de la sociedad que no veia con buenos ojos esta forma de vida y a través de toda la novela somos testigos como más de una vez se les pregunta si no tienen algun pariente masculino que no se haga cargo de ellas:



"Cualquier mujer en nuestra situación se habría ido a vivir con un pariente que tuviera una habitación libre para, una vez allí, ponerse a ayudar en lo que hiciera falta. Si no se me ocurría nada mejor, también nosotras acabaríamos así, y bien pronto".



Me ha sorprendido muy gratamente porque me esperaba una pequeña tonteria en torno a la primera mujer sheriff en Estados Unidos y me he encontrado con unos personajes femeninos deliciosos, fuertes y llenos de personalidad, sobre todo el personaje de Constance que con 35 años se cuestiona ya muchas ideas que en aquella época no debían ser muy normales. A pesar de que ayuda en la granja y realiza labores domésticas, ella no se conforma y desde luego entre sus miras no está la del matrimonio como excusa para solventar su vida y por supuesto otro detalle inteligente por parte de Amy Stewart, es que no usa una trama romántica como cebo para el lector. Todo lo contrario, ni ella ni sus hermanas se conforman y apuestan por la independencia por encima de todo. Una novela deliciosa, que es la primera una serie en torno a las hermanas Kopp.



"¿Y luego qué? Antes los años futuros eran un territorio vago y desconocido, amorfo, sin una medida concreta. Pero después de la muerte de mi madre, empecé a verlos en décadas delante de mí, unos encima de otros como una pila de ladrillos (...) Cuando me ponía a pensar en lo efímero del tiempo que me quedaba por vivir, en lo fútil que era pasarlo guisando o cosiendo o cavando en el huerto, me daba tanto miedo que casi no podía respirar".


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