Vera, Elizabeth von Arnim

 


 ⭐⭐⭐

"Sería fantástico, verdaderamente fantástico, salir corriendo por esa puerta hacia el exterior, hacia el calor y la luz del sol, y alejarse más y más.."

No iba a hacer reseña, porque he decidido no reseñar las novelas que no me entusiasman, pero bueno, he pensado que cómo tiene algunos detalles interesantes, ahí voy. Imagino que esta novela tuvo que suponer todo un escándalo en su época, porque aunque en un principio se publicó anónimamente, pronto salió a relucir su autora y casi todo el mundo reconoció en el retrato de Everard Wemyss a su segundo marido, Frank Russell, aristócrata y hermano del filósofo Betrand Russell. Para Russell fue su tercer matrimonio, y para Elizabeth Arnim su segundo: solo duraron ocho meses casados antes de que ella lo abandonara.

El caso es que si nos detenemos a analizar el argumento de esta novela publicada en 1921, es cierto que tuvo que ser un escándalo no solo porque la buena sociedad de la época reconociera al modelo real en el que se basaba la autora para retratar a su protagonista masculino y lo convirtiera en un puro salseo, sino por todo el tratamiento de la historia. Elizabeth von Arnim no se corta un pelo a la hora de elaborar un perfil de libro de lo que es un sociópata controlador y egocéntrico, casado en segundas nupcias con Lucy, una jovencita ingenua, que incluso aparenta menos edad de los veintidos años que tiene, (ese carácter aniñad sea quizá el detalle  que más atraiga a su futuro marido de ella, puede que un guiño  vengativo de la Arnim a su ex). Wemyss comienza a ejercer poco a poco un control devastador sobre una mujer que cada vez se vuelve más sumisa, ciega a sus avances, aunque la autora se encarga de que el lector lo conozco desde la primera página. Los pasos que Elizabeth von Arnim va narrando en la evolución de este perfil depredador son de lo más certeros y ahora que todo esto de la violencia doméstica se ha visiblizado tanto, es realmente sorprendente que justo en aquella época, cuando la toxicidad de las relaciones de pareja y la tirania ejercida en el ámbito doméstico parecían inexistentes, Elizabeth von Arnim tuviera los ovarios para sacarlo a la luz, exponiéndo toda una realidad invisible tras las puertas de casa.

Viudo de cuarenta y tantos que conoce a jovencita ingenua y se casa con ella, todo esto emsombrecido por la extraña muerte en accidente de la primera esposa, Vera. A partir de aquí Elizabeth von Arnim construye una novela donde una joven se siente cada vez más anulada, más enjaulada y más aterrada en el hogar. Es una novela que cada vez se vuelve más oscura y claustrofóbica y realmente puede enganchar, aunque yo reconozco que no terminé de engancharme.

La verdad es que es una novela que se me ha hecho bastante cuesta arriba, Elizabeth von Arnim es bastante repetitiva y una pega que le veo es que el retrato psicológico de Lucy brilla un tanto por su ausencia sobre todo a medida que la historia avanza y se vuelve más claustrofóbica. Es cierto que hay momentos conseguidos, en su segunda parte, pero en general es una novela que me ha costado terminar: donde se repiten escenas una y otra vez o se alargan otras. El universo de la novela se constriñe casi solo a dos o tres personajes y quizás hubiera estado bien que otros personajes como los criados y algún otro secundario hubiera tenido algo más de protagonismo dando algún matiz más a la historia. La narrativa de Elizabeth von Arnim llegado un punto resulta algo plana, sin matices a la hora de hacer evolucionar la historia. Vemos a los personajes desde un principio tal como son, pero no deja resquicios a poder bucear entre lineas. En fin, que me ha decepcionado bastante sobre todo en su segunda parte, contrariamente al resto de las opiniones, aunque admito que el final sí que me ha sorprendido.

 

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