La Familia Karnowsky, de Israel J. Singer





 ⭐⭐⭐⭐⭐


Una novela colosal que sigue a tres generaciones de tres hombres de la misma familia, cultivados y polemistas: David Karnowsky que sale de su Polonia natal camino de Berlin, su hijo Georg convertido en médico y que a la llegada del nazismo huye con toda su familia a Estados Unidos y finalmente su hijo Yeorg, que a la llegada a Nueva York con su familia, le resulta casi imposible adaptarse a todos estos cambios.

“La vida es como un bromista; disfruta jugando malas pasadas. Los judíos querían ser judíos en sus casas y gentiles fuera de ellas. Llegó la vida y volvió las tornas: somos gentiles en nuestras casas y judíos fuera de ellas.”

Es casi imposible resumir lo que supone esta novela a menos que sea lea y se disfrute, porque Israel Singer con una prosa fluida y brillante, nos sumerge en los avatares de esta familia de judios, los Karnowsky, que a lo largo de los años consiguen triunfar y establecerse en Alemania, emigrantes provenientes de Polonia, y cuando cambian los vientos politicos y el nazismo comienza a azotar Alemania, se ven obligados a cambiar toda una estructura de vida y a sobrevivir de otra forma. Y viendo esta novela con distancia, no es muy dificil relacionarla con hoy en dia; ya sabemos que la historia es cíclica, pero sobre todo en el último tercio de la novela, con la llegada a Nueva York, dónde se ven obligados a establecerse, adaptarse y buscar trabajo...¿quién no lo identificaría con todos estos movimientos migratorios, desesperados, al límite, que vemos en las noticias a diario??

En este sentido es una novela que sumerge completamente al lector en la vida de estos personajes, no solo los protagonistas, sino los secundarios, toda una gama de personajes llenos de vida e igual de importantes y necesarios que los de la familia protagonista. Desde el pater familias, el abuelo del principio, David Karnowsky, un judio puro y duro, pasando por su hijo Georg, donde ya vemos que la importancia de la religión ya empieza a difuminarse en su vida, pasando finalmente por su hijo Yeorg, que debido a todo lo que se ha visto obligado a vivir, cuestiona la religión de sus ancestros, difuminándola completamente.

Quizás extrañe que Israel Singer no haga mención al Holocausto pero hay que pensar que escribió esta novela en 1941, cuando ya llevaba 4 años establecido en Nueva York, antes de que terminara la 2º Guerra Mundial, con lo cual no se debía tener tanta información como se tuvo luego o él optó por obviarla. Pero está claro que puso sobre el papel muchas de las experiencias por las que tuvo que pasar su familia, ya que su familia formaba parte de estos cien mil judios que llegaron a Estados Unidos huyendo de la quema. Independientemente de una novela soberbia con personajes a flor de piel es ante todo un documento histórico y una crónica de personajes desarraigados luchando por adaptarse al medio continuamente.

"Porque no soporto a quienes dedican su vida a lamentarse, a recriminar y atacar al mundo entero. Lo detesto en las personas y lo detesto en los pueblos!"




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