La Mecanógrafa de Henry James, de Michiel Heyns


 
⭐⭐⭐⭐

"Mi querida chiquilla, no sabe lo que dice. Esas máquinas de escribir hacen un ruido espantoso. Para eso, ya podría ponerse a trabajar en una fábrica. Además, no querrá ser una de esas...mujeres independientes que siempre están tomando autobuses de aquí para allá y cosas así".

La verdad es que he disfrutado mucho con esta novela, y creo que cualquier aficionado a la literatura se lo pasaría en grande con esta novela histórica totalmente ficción pero donde pululan personajes reales como Henry James, Edith Wharton o Morton Fullerton. La protagonista de esta historia, Frieda Worth es un personaje inventado basado en la mecanógrafa de Henry James que trabajó con él varios años hasta la muerte del escritor, Theodora Bosanquet.

Frieda es una joven de 23 años que en un momento de su vida decide vivir de su trabajo antes de embarcarse en un matrimonio de conveniencia; decide tomar un curso de mecanografia y vivir de alguna forma la liberación de la mujer que en 1907 estaba ya en plena ebullición y es después de este curso cuando es empleada por Henry James a quien por motivos de salud le era complicado escribir con lo cual la solución de contratar a una mecanógrafa a la cual dictarle sus obras le iba a dar un nuevo vigor a su trabajo. Sin embargo, Frieda pronto empieza a ser consciente de que aunque se ha convertido en una mujer trabajadora y autosuficente, no deja de ser un ápendice de la máquina de escribir, no deja de ser un trabajo muy pasivo, casi robótico donde apenas cuenta su iniciativa personal.

"No se imaginaba a Emma Bovary o a Anna Karenina contemplando aquella situación con el mismo distanciamiento que ella. Pero no había que olvidar que Emma y Anna eran creaciones masculinas de hombres que, para preservar su vanidad, necesitaban creer que sus mujeres alcanzaban el éxtasis"


A mi me ha parecido una novela deliciosa por la forma en que Frieda va cambiando poco a poco su percepción de las relaciones humanas, del mundo en general y por el papel de la mujer todavía muy invisible, y por otra parte, deliciosa por las reflexiones en torno a al escritor y su obra, reflexiones muchas veces ácidas de parte de Frieda:

"Pero el señor james no reparaba en el apetito intelectual de su mecanógrafa, pese a ser muy solícito en lo que concernía a su comodidad y en ofrecerle tabletas de chocolate para alimentarla durante sus largas sesiones de dictado, cuando lo que ella deseaba, en realidad, era alimentar su espiritu".

"Era muy propio de él, pensó Frieda con desusada amargura, que se perdiese "analizando la estructura" de la historia de "una joven que se enfrentaba a su destino" mientras pasaba por alto la presencia diaria de una joven así en su propia casa. Evidentemente, ella no tenía derecho a un destino".

Los personajes que van entrando y saliendo de la casa de Henry James, ficción pero al mismo tiempo creibles como el de Edith Wharton, la convierten como he dicho antes, en una novela a disfrutar por los amantes de la literatura. Y como complemento a ella, recomiendo leer también el relato "Dictado", de Cynthia Ozick, que se puede encontrar en sus "Cuentos Reunidos".

"La caza de cartas, documentos, recuerdos, ¿qué es sino una especie de periodismo literario en el que los investigadores hablan de la vida del artista con todo el oficio y la avidez de un cazador que rastrea a su presa?"

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