Una Dama Extraviada, de Willa Cather




⭐⭐⭐⭐

A priori y aunque esta novela de Willa Cather esté considerada de sus menores o por lo menos apenas se la nombra en comparación a otras obras suyas, si es cierto y hablo por mí, que cuando te sientas a leerla, te engancha. Willa Cather es muy poderosa a la hora de describir a sus personajes, sobre todo femeninos, y en Una Dama Extraviada vuelve a hablarnos de una mujer poderosa, superviviente nata, porque toda la novela gira en torno a Marian Forrester, contada desde el punto de vista de un chico joven que la idealiza.

Es interesante ver esa evolución de la sra. Forrester desde los ojos de Niel, un joven que nunca ha salido del pueblo, y que al conocerla, se deslumbra y la idealiza. La idealiza pero a través de estos primeros años de adolescencia y juventud, ella va cambiando a sus ojos y claro, al ser un hombre, la juzga. El titulo Una Dama Extraviada (A Lost Lady) es siempre desde el punto de vista de Niel, que al correr de los años la ve perderse ¿en serio se va extraviando Marian Forrester o es solo ese punto de vista masculino solo por el simple hecho de que es testigo en más de una ocasión al pillarla en acciones que intuye no son los de una dama?? Yo creo más bien que Niel la considera una mujer "extraviada" y/o "perdida" porque es incapaz de entender la complejidad de una mujer como Marian Forrester, una mujer en continúa búsqueda para llenar el vacio de su vida, esa vida en el campo que no es suficiente para ella e intenta encajar como puede. En ese sentido, la figura de su marido es también muy importante:

"...veía que el capitán conocía a su mujer mejor incluso de lo que ella se conocía a si misma, y que, al conocerla, él -por decirlo con una de sus propias expresiones- la valoraba".

Puede que me esté enrollando pero con esto quiero llegar a la esencia de la profundidad de personajes de esta autora. En un principio Marian Forrester parece una manipuladora nata, coqueta irremisible e hipócrita pero poco a poco la habilidad de Willa Cather está en que la vas viendo como un ser humano real, no ideal (Niel la ve perfecta y cuando nota que no lo es, la juzga desde su púlpito) y a mi un personaje que me empieza no gustando nada, me acaba fascinando. Ella vive la plenitud y auge de la "aristocracia· del ferrocarril", del brillo social, junto a su marido y cuando los tiempos cambian y llega otra "aristocracia" que es la del dinero fácil y rápido, intenta sobrevivir como puede.

Hay en esta novela un momento al principio del libro que me pareció bellísimo y que es una especie de preparación para el resto de la novela. Los adolescentes se están divirtiendo en el campo cuando aparece Ivy Peters, un chico algo mayor y que tortura a un pájaro carpintero frente a la mirada de los chicos más jóvenes. Ese momento es esencial en el sentido de que marca el fin de una época, la pérdida de la ingenuidad, de la inocencia y el comienzo de una nueva etapa en sus vidas. Reconozco que ese pasaje me impresionó muchísimo mientras lo leía y lo volvia a releer, además de que es el ejemplo de lo grande que es esta escritora.

"Nunca habrían creido que un pájaro carpintero herido les fuese a afectar tanto. Había algo indómito y desesperado en como la criatura cegada chocaba las alas contra los árboles, en cómo describía remolinos bajo un sol que no podía ver, en cómo alzaba sin reposo la cabeza y la sacudía como hacen las aves al beber."

  Y como decia al principio puede que sea una novela menor teniendo en cuenta el conjunto de la obra de Willa Cather, pero Marian Forrester es un personaje que se me va a quedar grabado por toda esa gama de matices con la que la describe esta autora: ¿una mujer extraviada? Más bien una superviviente intentando ajustarse al cambio de los tiempos.

"Nigel estaba destinado a tener una vez más noticias de su dama, que llevaba tanto tiempo "extraviada".


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