Deerbrook, de Harriet Martineau



⭐⭐⭐⭐

Me ha sorprendido para bien esta novela, porque aunque Harriet Martineau era contemporánea de Elizabeth Gaskell, George Eliot o las Bronte (Jane Austen fue un poco anterior), no es tan conocida como ellas y sin embargo en esta novela se tocan temas que las anteriores tocaron, por ejemplo en Middlemarch de la Eliot o Cranford entre otras de la Gaskell, y hace un esbozo muy acertado e incisivo de la sociedad de la época.

"Son atractivas?-dirás. La mayor, Hester, es hermosa como la estrella del Norte. Margaret es muy distinta. No importa su belleza, porque la cuestión nunca me ha parecido importante. Incluso dudo de que a ella misma le importe. Es, y con eso basta."

Las hermanas Ibbotson llegan al pequeño pueblo de Deerbrook para pasar una temporada con los Grey, sus parientes más cercanos tras la muerte de su padre. Margaret y Hester Ibbotson son una brisa de aire fresco en ese pueblo donde el pasatiempo favorito se centra en la vida de los demás. Es una novela aparentemente tranquila al más puro estilo Austen, parece que no pasa nada y sin embargo, bajo la superficie bullen los celos, la envidia, y las falsas apariencias. Un pueblo donde un rumor puede hacer más daño que un acto violento fisico y que una vez que se desperdiga, puede hundir la reputación de una persona y ya digo que esto último es una caracteristica muy de estos tiempos, dónde las redes sociales y los móviles, parece que se alimenten solo de rumores y de falsas noticias, asi que el 1830 y algo de la novela no está muy alejado del ahora. Harriet Martineau es buena y me sorprende toda esa tensión y suspense con que consigue envolver algunas de las tramas que son sobre todo domésticas. El circulo cerrado de Deerbrook a veces parece un campo de batalla y todo por culpa de los rumores y cotilleos.

Harriet Martineau fue socióloga y sufragista y eso se nota en algunos pasajes de la novela con largas conversaciones con un cierto tono social y dónde la autora nos reafirma una y otra vez a través de sus personajes del peligro de la ignorancia frente a la educación. A veces se vuelve un poco maniquea, pero también es cierto que la desesperanza que flota en el ambiente es muy real. Me ha encantado.

"La gente dirá lo que quiera, Edward, pero no hay escapatoria, y todos estamos solos en este mundo, después de todo."



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