Una Jaula En Un Jardín De Verano, de Margaret Drabble

 

 ⭐⭐⭐⭐

Se han acabado los días, gracias a Dios, en que la mujer justifica su existencia con el matrimonio. Al menos esto es cierto hasta que tiene hijos”.

Una jaula en un jardín de verano fue la primera novela de Margaret Drabble; la escribió en 1963 con 24 años y aquí debió verter mucho de su vida hasta entonces, sobre todo familiar. Aunque Margaret Drabble provenía de una familia muy intelectual (su padre fue abogado y escritor), su madre era maestra y no había podido desarrollar su talento más allá de lo que hubiera querido, quedando constreñida a su trabajo como maestra y ama de casa. Esta frustración por parte de su madre, y ese empeño en que sus hijas se cultivaran más allá de lo que había hecho ella, debió influir mucho en Margaret Drabble ya que uno de los temas esenciales de esta novela es sobre todo como expuso la incómoda situación de las mujeres en el matrimonio que se veían abocadas a decidir entre casarse y dedicarse a la vida familiar, o directamente decidirse por la solteria y trabajar, ya que era casi imposible un término medio.

- Siempre imaginé que serías catedrática – dijo Louise.

- Eso creía yo. Pero te diré cuál es el problema. El sexo. No puedes ser una catedrática sexi. Los hombres pueden ser cultos y atractivos, pero no las mujeres. Desvirtúa la seriedad incuestionable del cargo. Está muy bien sentarse en una gran biblioteca y rezumar sexo y alterar a todo el mundo cada vez que que el vestido se desliza por tu hombre desnudo, pero no puedes ganarte la vida así. Enseguida tendrás que disimularlo e vez de realzarlo si pretendes llegar a lo más alto; y, cuando solo tienes una vida, parece una lástima”,

En esta novela las dos grandes protagonistas son las hermanas Sarah y Louise y la novela comienza justo cuando Sarah abandona Paris para asistir a la boda de su hermana Louise. Sarah ha vivido toda su vida ensombrecida por la belleza de su hermana mayor y asiste a la boda de su hermana justo cuando se encuentra en un momento en que no sabe que rumbo darle a su vida. Ambas hermanas fueron brillantes en la universidad, graduadas en Oxford, pero mientras que Louise se dedica tras la universidad a convertirse en una especie de popular mariposa social, Sarah quiere trabajar y en un futuro dedicarse a escribir. Asistimos durante toda la novela, que corresponde a un año en la vida de ambas, a las reflexiones de Sarah enfrentada a la vida que ha decidido tomar su hermana: Louise se casa con Stephen un novelista muy popular, mientras que se codea con artistas y actores, en una bulliciosa vida social que la convierte en portada de revistas y ecos sociales.

Le he dado muchas vueltas, créeme. ¿Sabes lo que he acabado decidiendo? Que no sabía qué hacer con su vida, así que se casó. Suena demasiado burgués para ser cierto, ¿verdad? Justo una de las cosas que nuestra educación universitaria tenía que habernos quitado de la cabeza, pero el hecho es que, cuando se licenció hace dos años, no tenía ni idea a lo que dedicarse. ¿Te imaginas a Louise sentada en una oficina tratando de vender cosas?”

Realmente no hay un argumento definido durante la novela pero sí que en mi opinión la relación de ambas hermanas es el faro guia toda la historia. Una vez más pienso que Margaret Drabble estaba hablando de su vida en la figura de la propia Sarah, porque Margaret Drabble también estuvo casada en su primer matrimonio con un actor, y también en su vida existe una hermana fuerte, una figura prominente en el panorama literario británico, A.S. Byatt. Es muy conocida la rivalidad entre la Drabble y la Byatt, incluso lo han reconocido en entrevistas a lo largo de los años. Y esta rivalidad se respira continuamente en la novela, es la esencia en torno a la que gira toda ella. Sarah quiere algo más en su vida que convertirse en esposa y madre, pero al mismo tiempo, sabe lo difícil que es aúnar ambos campos, y durante la novela esa es la dicotomía en la que se debate teniendo como ejemplo continuo a su hermana Luise.

“Y cuando me marché, me dije que nunca, nunca, nunca, dejaría que me pasara algo así. Nunca me casaría sin dinero. Supongo que lo que realmente me dije fue que nunca tendría hijos. Quiero mi vida, la quiero ahora, no quiero dársela a la siguiente generación. Así que me cuidé mucho de que eso no me ocurriera”.

Tanto el matrimonio de Louise por dinero con el novelista, como el matrimonio por amor del personaje de Gill, amiga de Sarah, son un espejo en el que Sarah se mira continuamente cuestionándose el papel de las mujeres en la sociedad de los años 60 en la que vive. El matrimonio es esa jaula de la que habla el título de la novela, y a medida que la novela avanza, la visión que tiene Sarah de la mujer en el mundo laboral, va variando. Ella no sabe qué rumbo darle a su vida, pero lo que si es cierto, es que cada vez tiene más claro, en lo que NO quiere convertir su vida. Esta novela aborda muchos temas esenciales en lo referente a la mujer, el sexo, la maternidad y sobre todo el aborto, temas que se repiten una y otra vez en las historias de Margaret Drabble, pero quizás para mí lo más importante no solo en esta novela de Margaret Drabble, sino en otras suyas que he leído, es el reconocimiento creciente del lugar de la mujer en nuestra sociedad y las dificultades por las que tienen que pasar muchas para afianzarse en este lugar.

"Esta vez me la encontré no en una estación, sino en una iglesia, ese otro refugio de las personas sin rumbo."

 

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