La Deshonra De Sarah Ikker, de Yasmina Khadra
Admito que esta novela me ha entusiasmado en el sentido de que aunque me esperaba una novela negra, las claves y el estilo de Khadra van mucho más allá, destapando toda una forma de vida dentro de la sociedad magrebí, y sobre todo, una serie de temas muy complejos como es del tratamiento de la mujer en esta cerrada sociedad patriarcal.
Driss Ikker es teniente de la policia en Tánger y vive feliz junto a su mujer, Sarah. Sus orígenes no han sido fáciles al contrario que los de su mujer, que proviene de una familia de la alta jerarquía policial. Cuando se conocen, Sarah ya le da entender lo difícil que lo tiene una mujer en la treintena, todavía soltera:
"En Marruecos, haya nacido con una cuchara de plata en la boca o con una albarda en la espalda, toda soltera es objeto de burla, cuando no de desprecio".
El matrimonio de Driss con Sarah le proporciona una serie de privilegios instantáneos, automáticamente es ascendido y dependiendo de si se sienten cómodos o no, con sus destinos, no hay problema en buscarles el sitio más adecuado para que se instalen. La novela sin embargo, tiene un comienzo que es como un mazazo, como una bofetada porque una noche cuando Driss vuelve inesperadamente de un viaje a Casablanca se encuentra a Sarah inconsciente y maniatada, victima de una violación. A continuación a su vez es también agredido Driss y dejado inconsciente.
A grandes rasgos este podría ser el comienzo y a partir de aquí, la novela se convierte en una especie de montaña rusa, imprevisible en cuanto a emociones, e inesperada en cuánto a actitudes de los personajes que aparecen en escena. Driss se obsesiona con la agresión sufrida por ambos, y sobre todo, es incapaz de procesar esta violación porque se siente a su vez personalmente atacado en su honor. El honor, es para mi el gran tema en esta novela, e imagino que para entenderlo bien habría que conocer mucho mejor la sociedad magrebí que nos ocupa. Es incomódo a medida que avanzas en la lectura, comprobar como Driss, un hombre joven, teniente de la policia honesto e inteligente, se ve incapaz de enfrentarse a los demonios e incapaz de relacionarse con su mujer, con la que apenas se ve capaz de comunicarse:
"Como soportaba cada vez menos la contagiosa melancolía de su mujer, le costaba volver a casa. De hecho, ya casi ni se hablaban. Convivían como dos entidades incompatibles atrapadas en un mismo laberinto."
Es una novela que funciona en varios niveles: por una parte tenemos el argumento central que es el de la agresión sufrida por la pareja, y la investigación (una investigación muy sui generis), y por otra parte, y para mi la más interesante, son todos esos conflictos que van surgiendo, que desde luego destapan y ponen sobre el tapete la corrupción en todos los niveles (imposible dar un paso sin comprar o vender favores), el papel de la mujer en esta sociedad profundamente enquistada, consideradas propiedad de ellos y quizás por ese orgullo mal entendido por parte de ellos, el honor no deja de ser más que una excusa para la cobardía, para mirar a otra parte:
"Millones de mujeres son agredidas a diario. ¿Por qué quieres que encima tengan que morir por ello? Tu honor no deroga el de tu mujer. Además, se trata de una violación, y el honor , en ese caso concreto, no pasa de ser una excusa poco creíble para mirar hacia otra parte."
En definitiva es una novela que me ha encantado. El estilo de Yashmina Khadra es directo y áspero, y el personaje de Driss Ikker es quizás un personaje muy incómodo en el sentido de que aquí no hay blancos ni negros, sino una gran gama de grises, como la vida misma, vaya. Tenía ganas de leer a Yasmina Khadra, pero entre unas cosas y otras no había podido hincarle el diente, y ahora me ha venido la oportunidad a través de Babelio España en esta edición de Masa Critica y por supuesto gracias a Alianza LIteraturas, que me enviaron un ejemplar a cambio de una reseña honesta. Y estoy encantada con la experiencia y por supuesto, de que me llegara a través de Yasmina Khadra, un autor interesantísimo.
Driss Ikker es teniente de la policia en Tánger y vive feliz junto a su mujer, Sarah. Sus orígenes no han sido fáciles al contrario que los de su mujer, que proviene de una familia de la alta jerarquía policial. Cuando se conocen, Sarah ya le da entender lo difícil que lo tiene una mujer en la treintena, todavía soltera:
"En Marruecos, haya nacido con una cuchara de plata en la boca o con una albarda en la espalda, toda soltera es objeto de burla, cuando no de desprecio".
El matrimonio de Driss con Sarah le proporciona una serie de privilegios instantáneos, automáticamente es ascendido y dependiendo de si se sienten cómodos o no, con sus destinos, no hay problema en buscarles el sitio más adecuado para que se instalen. La novela sin embargo, tiene un comienzo que es como un mazazo, como una bofetada porque una noche cuando Driss vuelve inesperadamente de un viaje a Casablanca se encuentra a Sarah inconsciente y maniatada, victima de una violación. A continuación a su vez es también agredido Driss y dejado inconsciente.
A grandes rasgos este podría ser el comienzo y a partir de aquí, la novela se convierte en una especie de montaña rusa, imprevisible en cuanto a emociones, e inesperada en cuánto a actitudes de los personajes que aparecen en escena. Driss se obsesiona con la agresión sufrida por ambos, y sobre todo, es incapaz de procesar esta violación porque se siente a su vez personalmente atacado en su honor. El honor, es para mi el gran tema en esta novela, e imagino que para entenderlo bien habría que conocer mucho mejor la sociedad magrebí que nos ocupa. Es incomódo a medida que avanzas en la lectura, comprobar como Driss, un hombre joven, teniente de la policia honesto e inteligente, se ve incapaz de enfrentarse a los demonios e incapaz de relacionarse con su mujer, con la que apenas se ve capaz de comunicarse:
"Como soportaba cada vez menos la contagiosa melancolía de su mujer, le costaba volver a casa. De hecho, ya casi ni se hablaban. Convivían como dos entidades incompatibles atrapadas en un mismo laberinto."
Es una novela que funciona en varios niveles: por una parte tenemos el argumento central que es el de la agresión sufrida por la pareja, y la investigación (una investigación muy sui generis), y por otra parte, y para mi la más interesante, son todos esos conflictos que van surgiendo, que desde luego destapan y ponen sobre el tapete la corrupción en todos los niveles (imposible dar un paso sin comprar o vender favores), el papel de la mujer en esta sociedad profundamente enquistada, consideradas propiedad de ellos y quizás por ese orgullo mal entendido por parte de ellos, el honor no deja de ser más que una excusa para la cobardía, para mirar a otra parte:
"Millones de mujeres son agredidas a diario. ¿Por qué quieres que encima tengan que morir por ello? Tu honor no deroga el de tu mujer. Además, se trata de una violación, y el honor , en ese caso concreto, no pasa de ser una excusa poco creíble para mirar hacia otra parte."
En definitiva es una novela que me ha encantado. El estilo de Yashmina Khadra es directo y áspero, y el personaje de Driss Ikker es quizás un personaje muy incómodo en el sentido de que aquí no hay blancos ni negros, sino una gran gama de grises, como la vida misma, vaya. Tenía ganas de leer a Yasmina Khadra, pero entre unas cosas y otras no había podido hincarle el diente, y ahora me ha venido la oportunidad a través de Babelio España en esta edición de Masa Critica y por supuesto gracias a Alianza LIteraturas, que me enviaron un ejemplar a cambio de una reseña honesta. Y estoy encantada con la experiencia y por supuesto, de que me llegara a través de Yasmina Khadra, un autor interesantísimo.
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