Qué Fue De Los Mulvaney, de Joyce Carol Oates




⭐⭐⭐⭐⭐


" -Vosotros, los Mulvaney. Irresistibles. Todos vosotros-".

Esta afirmación se podría decir que define perfectamente lo que suponía ser un Mulvaney, sobre todo en el primer tercio de la novela, justo hasta que ocurre la tragedia que lo desbarata todo. La familia Mulvaney formada por el padre y la madre, Mike y Corinne, y por sus cuatro hijos, viviendo en una granja idílica rodeados de animales, caballos, perros, gatos y por una naturaleza medio salvaje (los ciervos son un simbolo asociados con la brevedad del momento que aparecen en dos momentos cruciales de la novela), parecían ser el paradigma del sueño americano. Mike Mulvaney, un hombre hecho a si mismo, exitoso empresario, y Corinne su siempre optimista esposa, un espiritú libre y ferviente creyente, construyen una especie de paraíso en la tierra en High Point Farm, una granja que es un lugar no solo idílico, sino perfecto para que crezcan unos niños. Son una familia respetada, sus hijos son populares y se podría considerar que nada sería capaz de desbaratar este paradigma de felicidad.

"A veces, las familias son así. Una cosa va mal y nadie sabe como arreglarla y pasan los años y...nadie sabe como arreglarlo".

Este paraiso en la tierra es destruido de la noche a la mañana cuando la hija adolescente, Marianne Mulvaney acude a un baile en el instituto un 14 de febrero de 1976 y es violada por otro de los hijos "populares" de una respetada familia de la zona. Los americanos llaman a este tipo de agresiones sexuales y/o violaciones "date rape" (violación en una cita), una definición apropiada en aquellos casos en los que el agresor generalmente hombre y conocido de la victima voluntariamente programa la agresión a menudo después de haber hecho beber más de la cuenta a su pareja de la cita, la victima luego duda de si ha mantenido estas relaciones sexuales y no lo recuerda bien. Además que el entorno donde se suelen dar estas agresiones en la mayoría de los casos es en Institutos y campus universitarios entre edades desde la adolescencia hasta los veintitantos años. Y doy estos datos porque no es la primera vez que Joyce Carol Oates se ocupa de estos temas, siempre ha estado muy sensibilizada en las adolescentes agredidas y victimas de la violencia.

"Es un alivio no tener que preocuparte por donde estás. Todo ese orgullo que teníamos, en casa, y esa ansiedad. Llevando una especie de...no sé...vida familiar modélica".
Esta agresión sufrida por Marianne, la hija perfecta y adorada por el resto de su familia, sienta las bases de lo que será la novela. A partir de este momento, habrá un antes y un después en el comportamiento de cada uno de los miembros de la familia con respecto a Marianne y aunque a veces nos parezcan injustos ciertos comportamientos y no entendamos algunas decisiones tomadas sobre todo por los padres, nada es gratuito aqui, y JCO nos ha dado ya todas las premisas, todas las pistas que marcan estos comportamientos. La Oates no da puntada sin hilo.

"Nadie podía mencionar lo que había ocurrido, ni deseaba mencionarlo: violación era una palabra que no se mencionaba en High Point Farm. ¿Cuáles eran las palabras que se pronunciaban? Recuerdo abusos, agresión, aprovecharse de..., daño. Esas eran las palabras que yo oía, por casualidad o no, aunque no se expresaban abiertamente".

Es una experiencia muy inmersiva leer esta novela, por lo menos en mi caso lo ha sido, porque a raíz de la tragedia que se desencadena esa noche del 14 de febrero, Joyce Carol Oates consigue que reacciones como lector y que te preocupen esos personajes, sobre todo los hijos Mulvaney, que casi sin darse cuenta, empiezan a conocer de verdad a sus padres y ese entorno que hasta entonces les había parecido tan idílico. De la noche a la mañana el sueño americano es destrozado y tienen que empezar a gestionar el Porqué de este cambio en su vida familiar, un cambio que les viene dado tanto desde dentro de la familia (esas decisiones injustas tomadas por sus padres) como desde el entorno y la ciudad donde viven, donde las miradas y los comportamientos hacia ellos cambian también de la noche a la mañana. Lo que es tan dificíl que un autor pueda conseguir y es el hecho de que el lector se preocupe por sus personajes, aquí esta autora lo consigue sin ninguna duda. Momentos de crueldad emocional, momentos en los que los hijos se encuentran indefensos y momentos en que la vulnerabilidad tanto de los padres como de los hijos frente a una sociedad interesada y partidista, convierten esta novela también en un discurso muy crítico con respecto a la sociedad en la que vivimos porque aqui la autora aborda temas universales como es el elitismo de ciertas clases sociales, la libertad del individuo y la búsqueda de su propia identidad, y sobre todo la naturaleza. Pocas veces he leido a la Oates explayarse tanto y tan largamente con pasajes que exaltan su amor por la naturaleza y sobre todo por los animales: hay muchas páginas dedicadas a ellos, a los animales de la familia, a los gatos, quizás en un intento por compararlos a las personas. Hay un momento en que algún personaje revela que ver envejecer a nuestros animales es casi una visión acelerada de nuestro propio envejecimiento futuro. Gloriosa Joyce Carol Oates.

"En ocasiones lloraba, incluso después de tantos meses (¿cuántos? Era mejor no contarlos), más de lo que era saludable. Llorar no es nada más que una indulgencia infantil, llorar es sobre todo lástima de uno mismo, Marianne lo sabía" (...) Sin embargo, no fue tan divertido una mañana de enero en que el termómetro exterior en la ventana de la cocina se mantuvo a diecisiete bajo cero, y los regueros de lágrimas se congelaron en las pálidas mejillas de Marianne, (...) Pero asi era, las lágrimas que ella creía secretas, se habían convertido en hielo para que todos las vieran".

Una de las virtudes del estilo de Joyce Carol Oates en mi opinión es que deja muchos detalles del argumento, y de algunas situaciones a la imaginación del lector. Te presenta los hechos, te da los datos, pero se vuelve ambigua a la hora de explicarlo todo taxativamente, de esta manera, consigue que el lector se comprometa con los personajes y que desarrolle en su imaginación lo que ella te ha dejado intuir. Puedes adorar u odiar a ciertos personajes, sus decisiones, pero realmente consigue que lector participe activa y emocionalmente en el desarrollo de la historia. Al final esta novela no es más que la narración por parte de Joyce Carol de la historia de una familia, la construye y la desconstruye paso a paso para que la conozcamos, sin juzgarlos, pero a través de su infelicidad y de muchos de sus momentos emocionalmente muy fuertes, consigue transmitirnos lo dificil que es sobrevivir a los palos de la vida.

"Al fin y al cabo, ¿qué es una familia sino recuerdos?".



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