Las Cosas Que Perdimos En El Fuego, de Mariana Enriquez

 


 ⭐⭐⭐⭐⭐

  “—Las quemas las hacen los hombres, chiquita. Siempre nos quemaron. Ahora nos quemamos nosotras. Pero no nos vamos a morir: vamos a mostrar nuestras cicatrices.”

Hacia tiempo que quería ponerme con Mariana Enriquez, intuía que podía conectar con ella y con sus historias y ciertamente a veces cuando tienes la expectativas tan altas, acabas defraudada pero en este caso el placer ha sido doble porque incluso ha superado las expectativas que tenía puestas en ella. Desde el primer cuento hasta el último he disfrutado, me he asombrado, he sentido la anticipació del terror y casi siempre he terminado impactada por sus finales, que suelen ser abiertos pero te deja un poso del que no puedes desprenderte tan fácilmente.

Tengo muy claro que una autora como Mariana Enriquez aunque tenga sus influencias defínidas que se pueden percibir claramente, de alguna forma ha venido a renovar el terror; es verdad que ya estamos acostumbrados a las casas encantadas, a los fantasmas, a las niñas que se aparecen y desaparecen de repente, zombies, brujas y vampiros, pero la aproximación que Enriquez hace al género es totalmente fresco y cercano. Siempre hay elementos que los contrastan con lo cotidiano, con los miedos y fobías mentales y con los cambios sociales de un país como Argentina que ha sufrido y sigue sufriendo lo que fueron décadas de dictadura. La violencia está constantemente presente en estos cuentos, y todos menos uno están contados por mujeres; es una violencia a veces soterrada, y otras veces totalmente gore y dura, y mientras tanto la autora repasa múltitples temas: la adolescencia, la depresión post desempleo, la violencía de género, la violencia policial y la corrupción, la mayoría terrores domésticos, terrores cotidianos.

Me ha encantado sumergirme en estos cuentos, porque la forma en que Mariana Enriquez entiende el terror es exactamente como lo entiendo yo, cómo me gusta que me lo cuenten. No es un terror de sustos fáciles, sino es un terror más mental, más psicológico que tiene que ver sobre todo con -hasta que punto somos capaces de enfrentarnos día a día con este mundo en continuo cambio, sin saber lo que nos aguarda al final del día-.

Creo que no me recuerda o me recuerda poco, vagamente, como si me hubiera conocido en un sueño.

A continuación mis impresiones personales de los cuentos a medida que los iba leyendo:

1. El Chico Sucio: Me ha encantado este cuento y si sigue en este plan, creo que Mariana Enriquez se puede convertir en una grande para mí. Es de esos cuentos donde la atmósfera de anticipación lo es casi todo porque la autora juega con la imaginación del lector, que se va imaginando cosas y se va envolviendo en una atmósfera turbadora. No es terror de sustos, sino que es algo más psicológico. A ver los otros cuentos

2. La Hosteria: Adolescentes que conectan y se convierten en en amigas del alma, terrores y miedos, y sobre todo, la adolescencia en conflicto con los adultos.

3 Los Años Intoxicados: De nuevo tenemos esta atmósfera que se convierte en un relato de terror. Adolescentes que se quieren escapar de la realidad . Mariana Enriquez hace un retrato de la Argentina de la época, los años 90, a través de estas adolescentes que viven en el exceso, viviendo el momento. El final me pareció impactante.

4. La Casa de Adela: Otro cuento impactante que me ha encantado. No voy a contar mucho pero es muy lovecraftiano, en algún momento hasta terrorífico.

5. Pablito Clavó Un Clavito: Es un cuento de lo más turbador, siniestro, aqui Mariana Enriquez construye un cuento en torno a un asesino en serie de niños. La verdad es que es una mezcla extraña, terror y un retrato de la Argentina de la época. Por ahora el único cuento no narrado por una mujer

6. Tela de araña: Otro relato que me ha fascinado; la narradora se desplaza al sur acompañada de su marido, a visitar a su familia. El conflicto matrimonial se contrapone a la desolación de los espacios, a la incomodidad del marido visitando una tierra que le resulta inhóspita. Y hay desapariciones; y tiene uno de esos finales que me encantan. Un cuento lynchiano

7. Fin De Curso: por ahora mi cuento favorito, me ha entusiasmado vaya. Comparan a Enriquez con Shirley Jackson pero creo que son muy diferentes. Mariana Enriquez retrata la adolescencia como nadie y de alguna forma los terrores adolescentes no son mas que el miedo a enfrentarse a la vida de adultos. Soberbio cuento

8. Nada De Carne Sobre Nosotras: la historia de una obsesión o de un desequilibrio desde una voz narrativa femenina que defiende su espacio y sus decisiones, tengo que confesar que dentro de lo macabro me ha hecho sonreir. Que gran descubrimiento Mariana Enriquez ❤❤❤❤

9. El Patio Del Vecino: Me encantan estas historias de terror donde no sabes realmente si el terror de la historia está producido por la mente del protagonista que se está volviendo loco o porque el terror es real. Aquí en este cuento he tenido la misma sensación. En cine es un súbgenero que me flipa (aquí la mi lista pelis con la misma temática)  y este cuento de Mariana las imágenes las podía visualizar convertidas en cine. Otro cuento fantástico

10. Bajo El Agua Negra: Mariana Enriquez ha venido a renovar el terror, lo usa para poner sobre el tapete la realidad social de su país, los crimenes, las injusticias y la presión social sobre los más desfavorecidos, como en el caso concreto de este cuento. Lovecraftiana, gótica y moderna al mismo tiempo

11. Verde Rojo Anaranjado: De los relatos que menos me han gustado de los que llevo leídos aunque lo que cuenta es muy de estos tiempos: la incomunicación de un chico que se queda encerrado en casa con la única ventana al mundo a través de internet.

12. Las Cosas Que Perdimos En El Fuego: Un cuento con una vena feminista pura y dura. Las mujeres cansadas de ser el saco de boxeo donde van todos los palos, deciden revertir los hechos y se convierten en guerreras decidiendo por si mismas y sobre sus cuerpos. Extremo y visceral las mujeres de este mundo distópico podrían ser las abanderadas de lo que es la mujer prototípica en el universo de Mariana Enriquez.

"Nunca le habíamos prestado atención. Era una de esas chicas que hablan poco, que no parecen demasiado inteligentes ni demasiado tontas y que tienen esas caras olvidables, esas caras que, aunque una las ve todos los días en el mismo lugar, es posible que no las reconozca en un ámbito distinto, y mucho menos ponerle un nombre." (Fin de curso)

 

 

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