Chronic City, de Jonatham Lethem

 


 ⭐⭐⭐⭐

 Conocí a Perkus Tooth en una oficina. No en una oficina donde él trabajara, aunque yo entonces estuviera equivocado al repecto. (Una situación insólita). 

Fue en las oficinas centrales de Criterion Collection, en la calle Cincuenta y dos con la Tercera Avenida, una tarde entre semana a finales de verano. Yo había ido a grabar una serie de voces en off para una de las lujosas reediciones en DVD de Criterion, un film noir perdido de los años cincuenta titulado La Ciudad Es Un Laberinto”.

Este es el comienzo de Chronic City, una de esas novelas que cuando la acabas, te obliga a replantearte todo lo leído, toda la historia, así que cuando la terminé, me fuí al principio de la novela. Quería leer ese primer párrafo con el ajuste mental hecho y planteármela desde ese punto de vista nuevo, y la verdad es que podría haber seguido y seguido, como si de una novela nueva se tratara. Pero no tengo ni el tiempo ni la energia para leerme una novela tan densa como ésta dos veces seguidas, aunque sí es cierto que ese otro punto de vista me llamaba y me abrió todo un mundo nuevo en lo referente a la historia que plantea Chronic City.

Ya de entrada empezar una novela y que comience en una de esas cuevas cinéfilas que son las oficinas de Criterion, fue un placer total porque intuía que el resto de la novela iba ser así, repleta de referencias culturales. El protagonista, Chase Insteadman visita las oficinas porque le tiene que poner voz a uno de esos extras documentales que tan bien definen las ediciones en dvd de esta distribuidora y alli conoce a Perkus Tooth, uno de esos personajes totales que se te quedan ya grabados para siempre. Tooth es un intelectual, ex critico de música, cine y de todo lo que huela a cultura con mayúsculas que cuando conoce a Chase lo acoge bajo sus alas, o viceversa, salvando las distancias, tienen mucho en común: ambos son ex de sus respectivas profesiones: Chase fue un niño actor que se rodeó de un aura buenista, popular y que encaja bien en todas las fiestas y Perkus es un ex critico reconvertido en paranoíco que vive medio aislado rodeado de libros, discos y de cintas de vhs viejas. Ambos de alguna forma viven de ese pasado que les ha dado un prestigio pero al mismo tiempo y aquí viene un conflicto eterno durante toda la novela, apenas sabemos nada de ese pasado. Solo conocemos el presente y la búsqueda de algo que flota en el ambiente y que no sabemos qué es.

"Perkus Tooth tenía razón. Mejor me sería reconocer que ejerzo de adorno para cenas. Tengo algo de agradable. Patino sobre cojinetes de encanto sin fricciones, emano un carisma mediocre que no amenaza a nadie. Como actor retirado, recuerdo las artes, si bien no revisto ninguna aura inquietante de descontento, afán o necesidad. Cualquier capta en un solo concepto de dónde procede mi dinero y que tengo suficiente."

Es complicado escribir sobre esta novela porque no tiene un argumento definido (aparentemente) y porque desde que comienza la novela el lector vive y se sumerge en una vorágine de personajes impactantes que aparecen y desaparecen y que lo envuelven todo casi sin dejar respirar al lector, que apenas se ve capaz de detenerse y reflexionar sobre de qué va exactamente Chronic City. Tampoco puedo comentar mucho al respecto porque de lo contrario desvelaría detalles que es mejor que se vayan descubriendo a medida que la novela avanza pero en momentos parece una novela de conspiraciones, en otros momentos ciencia ficción y la mayor parte del tiempo ni siquiera la puedes catalogar porque Jonathan Lethem ha creado una novela totalmente libre de etiquetas. Lo que si es cierto es que todo gira en torno a Perkus Tooth, el faro que ilumina al resto de los personajes, el personaje que va dando pistas sobre “lo que de verdad importa. El lector a través de Chase, se siente totalmente fascinado y atraido por él, aunque haya momentos en que no entiendas nada de lo que está ocurriendo.

"Esa primera vez, encontré a Perkus Tooth sumido en uno de esos estados de ánimo que yo pronto aprendería a llamar -elipsistas-. El propio Perkus Tooth aportaría más tarde esa palabra tan descriptiva: elipsista, derivada de elipsis. Una especie de intervalo vacío, una cabezada o fuga en la que no estaba ni deprimido ni todo lo contrario, ni luchando por concluir el pensamiento ni tratando de comenzar otro."

Es una novela en muchos momentos agotadora por la cantidad de referencias culturales, que confieso, a mi me resultó imposible captar del todo, y por otra parte, es toda una experiencia en plena lectura hacer uso del móvil para consultar éste o aquel nombre ¿será real este director de cine o es pura ficción de Lethem? ¿será cierto que los calderos atraigan tanta demanda en ebay??  Florian Ib, Jancie Trumbull, Meeker, personajes que tienen ecos a personajes reales…. Lethem mezcla personalidades reales con personajes de ficción, películas que existen con películas sacadas de su chistera, asi que solo por esos detalles, la lectura de esta novela se convierte en un prodigio de imaginación y de disfrute. Todo tiene un sentido, toda esta mezcla de ficción y realidad, y sin entrar en más detalles, es para mí lo realmente importante y la esencia de esta novela. Y quizás junto a Perkus Tooth el otro gran personaje de la novela es Manhattan.

"Vivir en Manhattan es asombrarse constantemente ante los mundos que se cobijan unos dentro de otros, el caos intrincado con el que se intercalan los reinos, como esos cables de la televisión y las tuberías de agua corriente y calefacción y aguas residuales y tendido telefónico y todo lo que sea capaz de cohabitar en los mismos agujeros intestinales que los obreros destruye pavimientos...."

 

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