Érase Un Río, de Bonnie Jo Campbell

 


 ⭐⭐⭐⭐⭐

 Érase un río ha sido una novela revelación y su autora, Bonnie Jo Campbell todo un descubrimiento desde el momento en que me sumergí en el primer párrafo, a partir de aquí, toda una declaración de intenciones, ya supe que el resto de la novela vendría rodada.

El río Stark fluía por el meandro de Murrayville como la sangre por el corazón de Margo Crane. Le gustaba remar contra la corriente para ver patos joyuyos, patos de lomo blanco y águilas pescadoras, para buscar salamandras tigre entre los helechos. Otras veces dejaba la barca a la deriva para concentrarse en la búsqueda de tortugas pintadas que se calentaban al sol sobre los árboles caídos y contar garzas en la colonia que había junto al cementerio de Murrayville. O amarraba la barca y subía por pequeños arroyos para recoger cangrejos, berros y minúsculas fresas silvestres. Tenía los pies insensibles contra las piedras afiladas y los cristales rotos. Al nadar, Margo tragaba a veces pececillos vivos y sentía que el río Stark se movía en su interior”.

La protagonista de esta novela es Margo Crane, una quinceañera que ha crecido junto al río Stark. Bajo la guía de su abuelo, el patriarca de los Murray, lo ha aprendido todo de la naturaleza que la rodea y como empuñar un rifle, como cazar, pescar y evitar las aguas contaminadas por las fábricas de los Murray, su familia más cercana, aunque en eterno conflicto con su padre. El río y Margo están íntimamente ligados, asi que cuando a raiz de un incidente violento con una enorme carga de rencor y venganza familiar, se queda sola, Margo se ve obligada a huir del peligro y con la única compañía de una biografía de Anne Oakley, su heroína, convierte el río Stark en su hogar. Margo, cuya sintonía con la naturaleza la han convertido en una persona callada, observadora y profundamente curiosa, se convierte en una especie de exiliada cuyo único objetivo es buscar a su madre que los había abadonado precisamente porque no podía soportar esa vida junto al río.

Este recorrido por el río, no sé hasta que punto se puede considerar iniciático pero sí que es un viaje decisivo en un momento de su vida de confusión y de no pertenecer a ninguna parte. Margo solo sabe que le resulta imposible alejarse demasiado del rió Stark que la surte de todo lo que quiere en el mundo, porque lo único que desea es recorrerlo llevando la vida que quiere llevar. Sin embargo, esta vida en plena libertad, le pasa factura una y otra vez y llegado un punto, se convierte en un viaje de autoconservación. Bonnie Jo Campbell nos pone sobre el tapete lo dificil que es para una mujer sola llevar una cierta vida, que normalmente está reservada para las hombres.

"-Eres demasiado guapa para andar por aquí sola- dijo-. Eres demasiado vulnerable. Pero no te preocupes, al final la belleza desaparece."

La mayor parte de las personas que Margo se encuentra a lo largo de su recorrido, son hombres, algunos que le dan refugio, otros que le sirven de apoyo y otros que usan la violencia para acercarse a ella, y a medida que la historia avanza y ella se va conociendo más a si misma, su relación con los hombres va cambiando, la dependencia inicial se va convirtiendo en una independencia elegida por ella. Llegado un punto sabe que cuánto más segura de si misma se encuentra, cuanto más se conoce a si misma, menos se dejará influir por ellos Margo que confundía el sexo, con seguridad y protección emocional, pronto descubrirá que no es así. Realmente Margo no tiene referentes femeninos en su vida así que es como una barca a la deriva en el sentido emocional; los hombres que va conociendo la quieren cambiar, quieren moldearla y a medida que la historia avanza, va comprendiendo que para llevar la vida que quiere llevar en total libertad, no puede depender de nadie. Quizás  esta relación con los hombres que se encuentra a su paso, es lo que mejor define el cambio que se va produciendo en este personaje femenino devastadoramente fascinante, fuerte y totalmente libre.

"Cada persona es una nuez insondable, imposible de abrir-dijo Smoke-. Eso es lo que he aprendido, chiquilla. Hasta para nosotros mismos somos insondables".

Aunque Murraville y el río Stark son ficticios, deben representar perfectamente la tierra de donde procede la misma Bonnie Jo Campbell, la zona rural de Michigan. El río es el verdadero hogar y el refugio de Margo en todos los sentidos, y en este aspecto, podríamos decir que funciona como figura materna para Margo, el pilar de su vida. Otro aspecto que me ha fascinado, es la forma en que la autora nos acerca a la violencia, que funciona como parte de la vida, de la supervivencia, incluso cuando relata lo que podría ser un hecho tan devastador como una violación, lo enmarca dentro de un contexto que no resulta el centro de gravedad ni presenta a Margo como una víctima. Es muy interesante como esta autora explora ciertos comportamientos en torno a la violencia desde una distancia sin abusar de dramatismos ni melodramas gratuítos.

La novela me ha parecido una maravilla, porque el estilo de Bonnie Jo Campbell se camufla con la naturaleza y consigue que nos imaginemos perfectamente ese río y todo lo que le rodea. Una prosa que convierte en poesía muchos momentos en los que Margo completamente sola recorre, y vive a lo largo del río Stark. No tengo duda de que es otra mis novelas del año.

Tengo entendido que esta novela es una especie de precuela de la primera novela de Bonnie Jo Campbell, Q Road, así que no solo darle las gracias a DirtyWorks por traernos y descubrirnos a Bonnie Jo Campbell, sino suplicar que nos descubran esta primera obra suya. La Traducción es de Tomás Cobos.

"En lugar de sentirse atrapada en el río, que podía congelarla o ahogarla, experimentó una intensa y dolorosa sensación de libertad. Sin su padre, ya no estaba atada a nadie, y con el flujo del agua a su alrededor, se sentía absolutamente viva".

 















Once Upon A River, 2020, Haroula Rose

  

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