Mrs. Bridge, de Evan S. Connell

 ⭐⭐⭐⭐

 Her first name was India, she was never able to get used to it. It seemed to her that her parents must have been thinking of someone else when they named her. Or were they hoping of another sort of daughter?”

Hasta hace un poco más de un mes ni sabía de la existencia de esta novela, ni conocía a su autor, Evan S. Connell, y por supuesto no tenía ni idea de hasta qué punto, se había convertido a lo largo de los años en un clásico de la literatura norteamericana. Me adentré en la lectura sin saber casi nada, solo por una recomendación, y cuando ya le hinqué el diente aluciné, porque Mrs Bridge no deja de ser una clara antecesora, de lo que Betty Friedan escribiría cuatro años más tarde, La Mistica de la Feminidad. Asi que aquí tenía yo frente a mí, una novela escrita por un hombre, que en 1959 había sentado las bases en una novela y hablaba sin cortapisas, de “ese malestar que no tiene nombre”, y de la que siempre nos habían vendido que fue Betty Friedan la primera en percibirse de ese malestar. Mrs.Bridge fue publicada en 1959 y La Mística de la Feminidad en 1963, y aunque la segunda no es una novela sino un ensayo o un documento de investigación, no hay duda de que Evan Conell había convertido en ficción todas las bases que años después Betty Friedan convertiría en un libro icónico en feminismo. ¿Quién se atreve a discutir que solo una autora, una mujer, es capaz de escribir bien sobre otras mujeres??? A mí que no me lo discutan, porque aquí un hombre no solo escribe de maravilla, inteligentemente, sobre la vida de un ama de casa alienada, triste, insatisfecha por la rutina del día a día, sino que además lo hace años antes de que llegue la revolución feminista de los años 60. ¿Y por qué sigue esta novela tan escondida hoy en día?? Espero que no sea precisamente porque un hombre ha osado resquebrajar el monopolio que le habría pertenecido a una ¿¿autora??

La novela se situa entre la Primera y la Segunda Guerra Mundial, década de los años 30 y 40 principalmente y sigue la vida de India Bridge desde su nacimiento hasta la madurez. La señora Bridge pertenece a la clase media alta de Kansas City, está casada con un abogado de éxito y tiene tres hijos. Esa estampa familiar de los cinco mostrada en una foto en la entrada de su casa es un momento visual que se repite una y otra vez a lo largo de la novela: el hecho de que la foto permanezca ahí, imperturbable a lo largo de los años, es como una insistencia de que todo debe seguir igual, y que nada va a cambiar, a pesar de todos los cambios que se van produciendo a lo largo de una vida.

"She was not certain was she wanted from life, or what to expect from it, for she had seen so little of it, but she was sure that in some way, because she willed it to be so, her wants and her expectations were the same."

En esta novela no hay un argumento central, sino que Evan S. Conell divide la novela en 117 capítulos cortísimos, casi microrrelatos, como si fueran diapositivas donde se narran pequeños incidentes domésticos, o reflexiones de la protagonista (casi toda la novela está contada desde su punto de vista) y aunque aparentemente parezca que estos pequeños incidentes no hagan mucha mella en la novela, sí que es cierto que llegado un punto, eres plenamente consciente de que estas diapositivas están conformando un retrato aterrador sobre una mujer que fue educada por y para las apariencias, y que además solo es capaz de juzgar a la gente por sus modales en la mesa o por la forma en la que va vestida. India Bridge ha tenido una educación que le ha enseñado que por el mero hecho de ser mujer, no puede cuestionar nada ni siquiera tiene el poder decidir nada pero a medida que la novela avanza, y casi sin darse cuenta, se encuentra cada vez más agobiada, más aterrada por la rutina del día a día, y aunque no es evidente, el autor va dando pistas de que la burbuja de cristal en la que India Bridge vive, puede resquebrajarse en cualquier momento; el miedo existencial en el que poco a poco se ve sumergida India, es como una losa que pende durante casi toda la novela.

She had been brought up to believe without question that when a woman married ,she was married for the rest of her life and was meant to remain with her husband wherever he was, and under all circumstances, unless he directed her otherwise. For nearly a quarter of a century she had done as he told her (...) Why, then, should she not believe him now?."

El estilo de Evan S. Connell no es muy elaborado, sino que es claro, y directo, conciso, aunque hay que tener cuidado porque es engañoso, porque entre lineas se esconden algunas cuestiones importantes y porqué le gusta concluir los capítulos de forma brusca y seca, casi telegráfica aunque también hay que decir que hay mucho sentido del humor, a veces incluso hay momentos divertidos, siempre en torno a la pobre India, pero nunca gratuítos sino que siempre se esconde un significado subtérraneo sobre India Bridge y sobre la clase social a la que pertenecía.

She had never known a boy who was poor. In high school she had known boys who worked during summers and some who worked after school in order to have spending money, but none of them had been forced to work in order to eat and buy clothing.”

Mrs. Bridge es una crítica sobre el papel de la mujer en la América de la abundancia, de las urbanizaciones, de la superioridad de la raza blanca, sin embargo esta abundancia esconde melancolía y la búsqueda de algo que va más allá de lo que se puede tocar o tener En esto fue John Cheever un experto y esta novela tiene mucho de los temas que toca Cheever, pero también es una novela que fijo que influyó a Matthew Weiner para el personaje de Betty Draper en Mad Men (ya sabemos que La Mística de la Feminidad fue otra influencia) y no me extrañaría que incluso Betty apareciera en un algún plano de la serie leyéndola, tal como le gustaba usar de vez en cuando a Weiner como claros homenajes literarios. Lo que si tengo claro es que es una novela transgresora y revolucionaria si tenemos en cuenta la época en la que fue escrita y doblemente significativa porque fue escrita por un hombre. En 1982 James Ivory la adaptó al cine, sin embargo, la películas a las que me ha recordado continuamente mientras la leía, fueron a “Safe” de Todd Haynes, y "Martha" de RW Fassbinder, el concepto y es el mismo aunque argumentalmente no tienen nada que ver

Los momentos más absolutamente arrebatadores de esta novela se refieren a cuando India Bridge (e incluso en algún momento su marido) tienen algún momento de perderse en el limbo, de quedarse estáticos con la mirada perdida, buscando algo que va más allá de lo que tienen y que no pueden encontrar tal como viven. Quizá la señora Bridge intentaba buscarse a si misma, sin siquiera saber lo que significaba conocerse a sí misma, salvo pequeñas ráfagas de permitirse pensar en si misma como un individuo, solo de vez en cuando, porque al momento volvía a formar parte del mobiliario familiar.

"She spent a great deal of time starring into space, oppressed by the sense that she was waiting. But waiting for what? She did not know. Surely someone would call, someone must be needing her. Yet each day proceeded like the one before. Nothing intense, nothing desperate, ever happened. Time did not move. The home, the city, the nation, and life itself were eternal..."

 

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