Noir, de Robert Coover

 


  ⭐⭐⭐⭐

“Avanzas por charcos de luz húmeda y amarillenta, rodeado por una oscuridad aterciopelada tan suave como unas medias negras de seda, y no es la luz sino las sombras lo que resulta más atractivo. Su misterio.”

El término noir es como llamaron los criticos de cine franceses a un tipo de estética de películas americanas entre los 30 y lo 50 que hacia alusión a un cine sobre perdedores, antihéroes provenientes de una posguerra, de la Gran Depresión y que acababan involucrándose en el crimen, aunque hay que decir que normalmente no es tanto el crimen y la corrupción el objetivo de la historia sino la atmósfera de fatalidad que rodea a estos personajes, sus motivaciones y el cómo han llegado hasta ahí, lo que de verdad sea esencial en el noir . Normalmente la ciudad, sus calles, sus rincones más oscuros son escenarios prototípicos que se repiten una y otra vez, lo que da excusa a que este tipo de cine se apropiara de la estética del claroscuro y del tenebrismo, así que la mayoría de sus historias transcurren de noche y sus personajes por supuesto cobran vida cuando el último rayo de sol desaparece.

"Los vínculos son probablemente ilusorios en un mundo tan jodido como éste."

¿y por qué suelto este rollo en una novela tan literaria como ésta que nos ocupa de Robert Coover? Pues porque este cine noir llegó a influir totalmente en la novela de detectives,de los 40, tanto en lo que refería en atmósferas como en la sequedad de sus diálogos, tanto, que el noir cinematográfico y la novela negra y/o pulp de la época se mimetizaron y ya no sabemos hoy que fue primero, si el huevo o la gallina. Coover por tanto impregna esta novela de toda esta estética cinematográfica del cine noir más que de la literatura de la época aunque está clarísimo que la sombra de Philip Marlowe es muy alargada y está continuamene presente

"Cuando abriste la agencia, te imaginabas ocupándote de crimenes raros y complicados que resolverías con tino, [...].pero en realidad te contrataron sobre todo para seguir a esposas adúlteras y conseguir pruebas contra ellas Sabías menos de cuestiones sexuales que de asuntos detectivescos pero enseguida comprendiste qué pruebas conseguir. No eras tanto un detective privado como un detector de intimidades."

En Noir tenemos todos los clichés típicos tópicos de las historias del noir y de la literatura de detectives: Philip M. Noir (M. por Marlowe seguramente), un detective perdedor que no levanta cabeza, la viuda que aparece misteriosamente y le ofrece un trabajo aparentemente fácil pero que se va complicando con más de un muerto por el camino, el intento de resolución misterio que llevará a este detective a visitar los bajos fondos y muchos de los antros de la ciudad… clichés que se van repitiendo casi como una plantilla tanto de la novela negra como del cine noir. Sin embargo. Robert Coover de alguna forma deconstruye todo este edificio y lo convierte tanto en una suerte de parodia como de homenaje: parodia en el sentido de que hiperexagera todos estos clichés salteado con un tono irreverente y humorístico que hacen que esté género de alguna forma cobre una identidad propia, muy cooveriana, y homenaje porque Coover está continuamente homenajeando esa estética misteriosa, nocturna, inquietante que es la ciudad de noche, tema esencial en el noir.

"...te encontraste caminando por charcos de sombra sin fondo, zarandeado por los típicos y helados jirones de niebla a la deriva. Una especie de peligrosa travesía por el país de los muertos, como alguien ha dicho. No te van las chorradas de ese tipo, pero sentías que tu propia condición mortal te traspasaba como la niebla nocturna y todo lo que veías te parecía más muerto que vivo."

Y lo mejor que es la auténtica vuelta de tuerca en esta novela de apenas cien páginas; la narración está construida en torno a la 2ª persona con lo cual Coover casi que convierte al lector en cómplice y en protagonista de toda la trama, que es la mejor manera de que el lector se mimetice en la trama, igual que en cine noir más puro. Una novela estupenda de un autor totalmente irreverente al que no le importa saltarse las etiquetas establecidas y construir las suyas propias.

"Pero aunque la historia te resulte familiar y conozcas el final, es difícil escapar de ella. Como apearse de un tren lanzado a toda velocidad. Todo el mundo va en ese tren. Nadie es original. Estar obsesionado es como sobreactuar en un melodrama convencional mientras los demás actores, que han tenido suerte, hacen de simples figurantes. De modo que no se trata de la historia en que estás atrapado, como todo el mundo, sino una vez que sabes eso, de cómo vas a interpretar la obra. Tu estilo. Clase. Los pasos que des."

♫♫ ♫ Harlem River, Kevin Morby


 

Comentarios

Entradas populares de este blog

Sonata Cartesiana y otros relatos, de William H. Gass

[Leyendo] ...Octubre...

Mis fantasmas, de Gwendoline Riley