Viaje a la oscuridad, de Jean Rhys

 

 


 ⭐⭐⭐⭐

 

 A veces era como si hubiera vuelto allí e Inglaterra fuera un sueño. En otros momentos Inglaterra era lo real y el sueño estaba allá, pero nunca pude reconciliar ambas cosas.”


Viaje a la oscuridad” es la historia de Anna Morgan, una chica a punto de cumplir los diecinueve años que trabaja como corista en compañías ambulantes. Cuando a la muerte de su padre unos pocos años antes, arruinado, su madrastra la trae a Inglaterra desde las Indias Occidentales con la excusa de afianzar su educación, Anna pronto percibe que Inglaterra y la promesa de un futuro no es lo que había esperado o le habían prometido y cuando la historia comienza, conocemos a una Anna que navega un poco a la deriva conociendo a hombres de los que empieza a depender económicamente.


Tener miedo es frío como el hielo y es como cuando no puedes respirar. ´Miedo de qué´, pensé.”


Para mí el tema esencial de esta novela es sin lugar a dudas ese conflicto interno que tiene Anna de no pertenecer a ningún lugar en concreto, porque cuando más hubiera necesitado la solidez de unas raíces, es arrancada de cuajo en su adolescencia y obligada vivir en una Inglaterra inhóspita y fría en comparación a la calidez del lugar de donde provenía. Es fácil identificarse con Anna, sobre todo para los que hemos pasado por una experiencia parecida, pero llegado un punto todo se supera, sin embargo pronto y a medida que avanzamos en la novela, Jean Rhys nos va concienciando en el hecho de que Anna no tiene las herramientas emocionales necesarias para superar ese trasvase: es un ser mucho más vulnerable de lo que parece a simple vista, cuya pasividad ante la vida le impide madurar y crecer. Jean Rhys está continuamente haciendo hincapié en los recuerdos de su infancia caribeña, el calor, la exuberancia, los olores y sabores, enfrentados una y otra vez  a la frialdad glacial que puede representar para ella vivir en Inglaterra.


Pensaba yo en lo curioso que era que pudiera reirme de esa forma porque en el fondo de mi ser siempre estaba triste, con la misma clase de dolor que el frío me producía en el pecho.”


El estilo de Jean Rhys es incisivo, seco, con un humor negrísimo que va al grano, sin edulcorar, aunque al mismo tiempo es fresco y transparente, de alguna forma en contradicción con esa desesperanza atmosférica que pulula en el ambiente a través de los flujos de conciencia de Anna. En algunos momentos, especialmente cuando Anna más desesperada está, el texto se vuelve incluso casi onírico enlazando en sueños con esa otra vida que dejo atrás. Al mismo tiempo, Jean Rhys toca temas relacionados con la mujer que no debieron ser precisamente bien recibidos cuando la novela fue publicada en 1934: el sexo, el aborto, la prostitución... aunque cuando los aborda no lo hace desde el sentimentalismo sino desde la honestidad más absoluta.


"- Germaine es guapísima -dije.
- Es mayor -dijo.
-Apuesto a que no; apuesto a que no es mayor que Vincent.
- Bueno, eso ya es ser mayor para ser una mujer. Además, se volverá dejada en menos de un año; es de ese tipo."


Siempre digo que Jean Rhys es una autora incómoda porque de lo poco que conozco de ella, de lo que llevo leído, siempre aborda el otro lado de la historia, el real, el más turbador y esta novela es profundamente desesperanzadora porque ...¿ a quién se le hubiera ocurrido sino a a Jean Rhys contar sobre la angustia existencial de una joven corista? A medida que avanza nos va mostrando la realidad tal cual es, el lado más oscuro tal como describe su título, ese viaje casi iniciático a lo más oscuro del ser más íntimo. Con cualquier otro autor, esta historia podría haber resultado algo prototípica, pero en la Rhys no: el personaje de Anna se va mostrando cada vez más física y emocionalmente debilitada por las circunstancias que le van tocando vivir, personajes secundarios incisivos, que pueden llegar a tener la misma garra, la misma fuerza que sus protagonistas, contribuyen a esa oscuridad que va envolviendo esta novela magnifica y profundamente impactante. Jean Rhys nos muestra que hay personajes, como Anna, a los que les resulta prácticamente imposible enderezarse ante los embates de la vida.

 La traducción es de Gracia Rodriguez.


Casi nunca teníamos noticias de Anna. Es una criatura extraña. Nos envió una postal desde Blackpool o alguna otra ciudad parecida y lo único que decía era: ´´-Hace mucho viento aquí-. Lo que no nos dice mucho sobre cómo le va.”

 

♫♫ ♫   La Electricidad, McEnroe   ♫♫ ♫

 

 

 

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