La familia Moskat, de Isaac B. Singer

 


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 🎵🎵🎵 Little dark age - MGMT 🎵🎵🎵


"He recibido una carta de mi prometido. La carta estaba en una mezcla de  tres lenguas: yiddish, polaco y ruso. Está totalmente claro que la ha copiado de uno de esos libros que contienen cartas modelo de todos los tipos."

Al final esta novela me ha resultado una tremenda decepción, sobre todo a partir de la segunda mitad. Es verdad que en una novela de 800 páginas es difícil mantener un ritmo regular medio decente a menos que el autor sea muy bueno, pero viniendo como vengo de leer "Los hermanos Ashkenazi", del hermano mayor, Israel Y., y siendo Isaac B premio Nobel, no me esperaba que se me hiciera tan cuesta arriba. Isaac Singer cuenta la evolución  de una familia judía en Varsovia entre principios del siglo XX, hasta justo cuando Hitler invade Polonia en 1939. 


Contrariamente a está impresión general,  el final me ha parecido soberbio:  el final contenido en la última media página y por cómo se atreve a acabarla, abruptamente. Sin embargo, a partir de la mitad cuando la cosa parece ir encarrilada  y ya nos hemos hecho con los tropecientos personajes de la familia Moskat, el resto de las 400 páginas no deja de ser es un cúmulo de gente en amoríos, trayendo hijos al mundo, divorciándose una y otra vez, y llegado un punto todos parecían estar divorciándose de todos, volviéndose a casar, y volviéndose a separar, una especie de culebrón en pleno periodo de entreguerras. Es un mundo cambiante sobre todo en un momento en que los judíos se debatían en un eterno conflicto entre modernidad y tradición pero aquí Isaac casi pasa de puntillas por el contexto histórico y social, salvo algún momento aislado, y coloca a sus personajes en un ecosistema  aislado donde no parecía estar ocurriendo nada fuera de los problemas domésticos de la familia Moskat, y esto hubiera estado bien en una novela más corta, pero a la larga, se convierte en un chicle eternamente estirado donde es imposible que lleguen a interesarnos miembros de la familia Moskat que solo pasaban por allí: sin historias personales, solo a base de infidelidades y amoríos varios, la cosa acaba saturando.

La historia que  trata (o lo intenta) de los destinos de toda una cultura y una lengua, el yiddish, a través de la familia Moskat, en medio de la ola de antisemitismo que se extiende desde la Alemania nazi a la URSS de Stalin y que sobre todo afecta a Polonia, donde se asentó una de las comunidades de judíos más extensas de Europa, tengo la sensación que  aquí todo esto  es bastante obviado por Singer que sobre todo se centra en el devenir sentimental de los miembros de la familia. Hay momentos estupendos sí, pero para mí no ha sido suficiente. Ésta fue la segunda novela de Isaac Bashevis (1950) y quiero creer que a partir de aquí fue a mejor, pero el último tercio me ha resultado bastante insoportable: hijos, sobrinos, nietos convertidos   en un eterno recuento que le sirvió a Isaac B.  para aumentar el árbol genealógico de la familia Moskat. Los mejores momentos: las cartas de Hassadah, Asa Hershel en un breve interludio en la guerra, y el final anticlimático.
La traducción es de Juan José Guillén.


"Asa Heshel se tumbó en el sofá, que había sido agujereado con bayonetas y cerró los ojos. (Cuando cerraba los ojos, dejaba de ser soldado).
[...]
Desapareció todo miedo, toda preocupación por el futuro.Solo quedaba una cosa, un tremendo asombro: ¿Soy yo éste? ¿Es éste Asa Hershel? ¿Tengo realmente fortaleza para sobrevivir a todo esto? ¿Es mi cuerpo realmente tan fuerte?"

Comentarios

  1. Ahora que no me lee nadie te confesaré una cosa que, lo mismo, ya te he dicho alguna vez. Los premio Nobel, muchas veces, tienen poco que ver con la calidad literaria del libro. A veces parecen otorgarse más por la experiencia vital del autor que por la narrativa en sí. No tengo nada en contra de ello, claro, pero no suele ser mi nicho habitual de lectura, la verdad.

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  2. Ni mio, no te creas, y menos en ahora que están tan politizados, aunque imagino que siempre lo estuvieron, pero qué decepción, y resulta que el bueno de los hermanos era el menos conocido :)
    Terminaste La Broma Infinita???

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    Respuestas
    1. Esa es otra, la política, cuando la política se mezcla con la literatura la mezcla sale mal. La broma, me tomé un respiro, pero ya sólo me quedan un par de capítulos. Me ha sorprendido el sentido del humor tan ácido en algunas partes que no recordaba o, quizás, no entendí en su momento. También que, dentro de esa prosa tan densa, de tantos temas, hay un hilo conductor claro y que es, además, un narrador increíble, porque logra hacer interesante disertaciones sobre temas absurdos. He hecho bien en volver a ese libro y me hace preguntarme si no debería volver sobre algunos de los, pocos, que he abandonado.. ¿me atreveré con dublineses? ;)

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    2. Sí, la politica qué pérdida de tiempo y de energía y si la mezclas con la literatura no te digo nada, el horror.

      Yo leí Dublineses hace mil años y no la recuerdo tan densa, pero con su Ulises no me he atrevido todavía.

      En La Broma, DFW habla de temas absurdos pero también se adelanta a muchísimas cuestiones que en la época en que fue escrita eran impensables, y ahora están de plena actualidad, y sí que tiene muchísimo sentido del humor y mucha ternura, por ejemplo, el personaje de Don Gately,. Es un libro total.
      A ver que tengo curiosidad, dime algunos libros que hayas abandonado :). Yo confieso que no pude con La señora Dalloway (raro raro pq la Woolf me encanta) y también puse en barbecho Terra Nostra de Carlos Fuentes, hay libros que sabes que si vuelves a ellos con más bagaje, los acabas entendiendo mejor :) Por ejemplo, la Broma y Proust sé que volveré a ellos de nuevo

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    3. Un libro total, sí, se abusa mucho de ese concepto, pero en este caso parece que es así. Todos los personajes, a su manera, producen ternura, son unos perdedores encantadores.

      ¿Libros inacabados?, pocos, la verdad, soy una persona muy cabezona y me abro paso por ellos aunque sea a cabezazos.. Ni Dublineses ni Ulises, nada más empezarlos me di cuenta que no eran para mi. Dalloway, sí, lo acabé por orgullo, pero, buff.

      Y me suena uno de Sartre que, claro, no estaba preparado... Y, bueno, luego libros que no son para mi pero alguien te regala, como Joel Dicker o, no te lo pierdas, el código da Vinci, que ya me dirás para que me regalaron eso. Incluso hice el esfuerzo de empezar a leerlo :)

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    4. Yo también tuve en su momento mi dosis de Dicker y Dan Brown, pero eso es bueno, te servirá para mantenerte en el futuro alejado de ellos :)

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