La Cruz (Kristin Lavransdatter #3), de Sigrid Undset




⭐⭐⭐⭐⭐


Tercera y última entrega de la trilogia de Cristina Lavransdatter donde somos testigos de los últimos años de Cristina, una madurez muy distinta a su vida anterior y aquí la autora vuelve a adaptar el tono de su estilo a ese ocaso de una vida; Cristina hasta ahora luminosa, activa y entregada viviendo la vida en toda su amplitud y ya con sus hijos mayores, alejados con nietos que ni siquiera conoce por la distancia, se encuentra más sola que nunca.


Es un último volumen donde te sientes más cerca que nunca de ella porque ya la conoces íntimamente con sus virtudes y defectos  y sabes que la recompensa a toda una vida de entrega, no es la justa, pero incluso habiéndome gustado muchísimo esta obra mastodóntica, he seguido perdiéndome entre sus siete hijos, a veces tenía la impresión de que no controlaba sus idas y venidas. Hay un poso de tristeza, de amarga distancia entre sus hijos y ella ya mayores y esa injusta soledad en el final de su vida es quizás lo que más me ha impresionado y lo que más me demuestra la universalidad de lo que cuenta aquí Sigrid Undset: la vejez en soledad.


Me ha parecido una obra magnífica donde se cuenta la vida de una mujer de bandera en todas sus etapas y a medida que avanzas, (Kristin, un personaje luminoso pero también con sus sombras), vas conociendo cada vez mejor su interior y su alma de mujer atormentada por ciertos hechos del pasado. El final es abrumador en cierta forma, lo que hace grande y universal esta trilogía.



"- Cristina, mi señora, ¿aún no sabes que pueden ocurrir cosas que tú no has pedido ni ordenado? Ya veo que no te das cuenta, ni siquiera después de tantas ocasiones como has tenido, de que no tienes derecho a lleva sola el peso con el que cargas a tus espaldas".


El bosque de pinos murmuraa sobre sus cabezas, el estruendo del agua en la costa se acercaba y alejaba según el capricho del viento. Era noche cerrada en el sendero.


Al poco tiempo Ulf dijo:


-No es la primera ez qu te sigo, Cristina, cuando sales de noche, ¿No es natural que te acompañe esta vez también?


(...)


-Creo, amigo, que siempre me has juzgado con más indulgencia de la que merecía, con lo que tú sabías de mi vida".




                                            Kristin Lavransdatter, 1995, Liv Ullmann











Kristin Lavransdatter, 1995, Liv Ullmann

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