El Quinteto de Nagasaki, de Aki Shimazaki

 


 ⭐⭐⭐⭐

  Creo que quizá no haya coincidencias en este mundo. Tiene que existir una relación entre los fenómenos que suceden al mismo tiempo

Esta novela sigue la misma estructura que la anterior que lei suya, El Corazón de Yamato: una novela con cinco partes perfectamente diferenciadas y estructuradas que pueden funcionar por si mismas en una especie de cuento largo, e incluso podría funcionar intercambiando el orden de estas historias. Las cinco tienen en común a cinco personajes entrelazados por una historia común y cada una de las historias está contada desde el punto de vista de uno de esos personajes con lo cual la historia tiene una riqueza desbordante porque cuando crees que ya has entendido la motivación, la autora te sorprende con otro punto de vista que viene a enriquecer esta historia. 

 “-Yonhi, aquí debes fingir que eres japonesa. Lo mejor es que te quedes callada. ¿Lo entiendes?

 Bajo la cabeza. Ella agrega:

- En la carta escribí que te llamas Mariko Kanazawa. No pronuncies tu verdadero nombre”.

Estas cinco partes o novelas cortas son Tsubaki (camelia), Hamaguri (almeja), Tsubame (golondrina), Wasurenagusa (Nomeolvides) y Hotaru (luciérnaga), que se convierten en simbolos de sus personajes a lo largo de toda la historia. Aki Shimazaki en su estilo sencillo y de frases cortas está continuamente relacionando a sus personajes con estos simbolos de la naturaleza, convirtiendo algunos pasajes en auténticos poemas visuales. La historia que comienza con la amistad de los dos hermanos de padre, Yukio y Yukiko y que recorre algunos momentos historicos de Japón que se han convertido en un trauma, desde el gran terremoto de 1923, pasando por la bomba atómica de Nagasaki e Hiroshima o la guerra con Corea, con las consiguientes consecuencias en sus personajes, en ningún momento y gracias al estilo de Shimazaki, adquiere tintes dramáticos; el estilo de esta autora lo que hace es huir del drama aunque trate temas que sean tópicos dramáticos como pueden ser el adulterio, el racismo, los hijos ilegítimos, la hipocresía familiar en lo concerniente a la esterilidad, el asesinato… y huyendo del drama a través de su estilo elíptico y poético, lo que hace es un retrato de un Japón en continua evolución y esencialmente en conflicto por el peso de las tradiciones.

"Un dolor me recorre todo el cuerpo. Me digo: Yonhi Kim, ¿dónde estará? Mariko Kanazawa, ¿dónde estara? Mariko Takahashi, ¿quién será?"

El tema fundamental que trata la novela es sobre todo el de los secretos, secretos familiares que pueden destaparse o no y estos secretos enlazan un personaje con otro, casi por casualidad, pero estas casualidades no lo son tanto…, la naturaleza se encarga de ello. Descubrí a esta autora (afincanda en Canadá y que escribe en francés) en El Corazón de Yamato, y aunque esta novela no me ha parecido tan redonda como aquella, Aki Shimazaki es una autora que me fascina. Tiene un estilo que no se parece al de nadie, su prosa fluye y sus historias enganchan de tal forma que sus historias y sus personajes se quedan mucho tiempo revoloteando en la cabeza. Una de las grandes autoras contemporáneas ahora mismo.

"Vuelo por encima de las nubes. Se extienden hasta el infinito, dispersas, como los motivos de un tapiz. El viento hace flotar mis largos cabellos. No siento el peso de mi cuerpo Mientras respiro el aire puro, me repito: -¡Soy libre!"

 

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