El Legado De Maude Donegal / El Hijo Superviviente, de Joyce Carol Oates
⭐⭐⭐⭐⭐
"Pero ¿qué hago aquí? ¿Por qué he vuelto? Un sueño en el que Clare es a la vez ella misma y una observadora distante y desconcertada."
A estas alturas, y si me habeís leído en anteriores reseñas, no es ningún secreto que adoro a Joyce Carol Oates, me parece la gran escritora americana viva, con sus defectos, que los tiene. Sus últimas obras no habían estado entre lo mejor de su cosecha, y asi y todo, siempre está por muy encima de cualquier mortal que se dedique a escribir. Sin embargo estos dos relatos largos publicados por Siruela, me parecen que están dentro de lo mejor que ha escrito. El legado de Maude Donegal y El Hijo Superviviente, publicados en su país en 2020, me demuestran que Joyce Carol Oates está más viva que nunca: activa y transgresora a la hora de elaborar personajes femeninos que cuestionan y ponen sobre el tapete la problemática de la violencia que sufren las mujeres en todos los ámbitos.
En El Legado de Maude Donegal, Clare recibe una llamada telefónica. Desde un principio se hace hincapié en el hecho de que Clare lo coge demasiado deprisa, ya que de haber visto el indicador de llamada y ver que se trataba de una llamada desconocida, quizá no lo hubiera cogido. Contesta a la llamada y descubre que ha recibido una herencia de una abuela a la que no conocía. Clare es adoptada, y a través de esta llamada se sumerge en un mundo que desconocía. Sin saber nada de los Donegal, Clare se pone en camino hacia Cardiff en Maine: nunca se había cuestionado nada sobre su infancia, sobre por qué fue adoptada, y sin embargo a raiz de este incidente, su mente empieza a bullir y a obsesionarse. Cuando llega a Cardiff, Joyce Carol Oates nos sumerge en una atmosfera onírica y medio surrealista donde el estado mental de Clare es casi el único protagonista del misterio en el que se envuelve la historia.
En El Hijo Superviviente, la autora vuelve a abordar el estado mental de una mujer, en este caso de Elizabeth, que se casa con un hombre algo mayor cuya esposa, una reconocida poeta, se suicidó y asesinó a su hija de cuatro años. Stefan, es el hijo de diez años de su marido, testigo de la tragedia ocurrida años antes. Elizabeth se convierte en la madrastra de este niño extraño, solitario, vulnerable, un niño al que quiere acercarse a toda costa y proteger.
Ambas historias son magníficas, maravillosas diría yo. Esta autora normalmente tiene una extraordinaria capacidad de enrollarse, y sin embargo, aquí en estos relatos es capaz de condensar toda una vida, todo un estado mental, y apenas en un párrafo, todo un perfil psicológico.
En El Legado de Maude Donegal se respira toda una atmósfera gótica, onírica, donde la realidad se difumina con la memoria porque en lo que se refiere la memoria y los recuerdos (otro tema recurrente en su obra), hay una finísima capa que te hace preguntarte ¿qué es lo verdadero, lo real?? Los recuerdos fragmentados de una niña, que a lo largo de la historia va recordado cosas... y lo que de verdad le gusta a Joyce Carol Oates es explorar la mente, la confusión mental y hasta qué punto podemos tener estos recuerdos escondidos en el fondo de nuestro ser. ¿Es de verdad el ser humano capaz de obviar un trauma y no dejarlo asomar nunca y hasta qué punto le pasará factura???
"Elizabeth es una de esas personas tímidas que terminan charlando con excitación nerviosa, porque el silencio en una conversación las intimida.
En El Hijo Superviviente tenemos a una protagonista femenina vulnerable, fragmentada, que se casa con un hombre dominante (un tema que se repite mucho en sus historias). La casa en Cape Cod a la que se va vivir Elizabeth con su marido todavía vive envuelta por el fantasma de esa primera mujer, una casa/marido que la va engullendo poco a poco y es este estado mental de Elizabeth el que Joyce Carol Oates se dedica a explorar. Dos novelas de misterio, góticas (el elemento fantástico se camufla con el engaño de la mente y la memoria), atmosféricas, donde la autora, tal como es habitual en ella, no sobreexplica ni da respuestas a estos misterios, sin embargo es lo suficienemente honesta como para dejar pistas, entre lineas, o en alguna elípsis onírica: las respuestas están ahí, solo que hay que bucear e implicarse activamente en sus historias. ¿Qué más puedo decir??? Joyce Carol Oates, Diosa.
"Te dices a
ti misma: la nueva vida llega de repente.
La nueva vida es una
ventana que se abre de golpe. Mejor aún: una ventana rota.
A
veces es verdad. La nueva vida te salta a la cara; no tienes la
capacidad suficiente para agacharte y esquivar el cristal que vuela
hacia ti."
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