Padre e HIjo, de Larry Brown
⭐⭐⭐⭐⭐
“Glen se había pasado toda la infancia oyéndole gemir, sacudirse e implorar en sueños, y le había visto sumirse en largos períodos de silencio en los que se quedaba mirando el cielo, problablemene reviviendo viejos recuerdos de los que solo hablaba cuando le daba a la botella. Se preguntó si seguiría haciéndolo. Se preguntó porque cojones los japos no acabaron el trabajo y lo mataron cuando tuvieron oportunidad. Su muerte habría puesto las cosas más fáciles a todo el mundo. Y el habría podido tener un padre diferente al que tenía ahora.”
Se me hace raro escribir sobre la fuerte impresión que me ha causado esta novela porque hubo momentos en que tuve que cerrar las páginas, no porque no pudiera seguir leyendo por la incomodidad o por la extrema violencia (que la hay), sino por la inesperada belleza que contienen muchas de sus páginas, la esencia del día a día, de lo que significa la vida en sus pequeños detalles y Larry Brown los hace tan palpables que me llegaron a conmover.
Empecé la novela cuando ya estaba sumergida en La Mansión de William Faulkner, y fue pura casualidad enterarme que ambos autores compartieron lugar de nacimiento. Larry Brown nace en Yocona, Mississippi, cerca de Oxford donde había nacido Faulkner, y esto aunado al hecho de que el protagonista de Padre e Hijo, Glen Davis, acaba de salir de la penitenciaria de Parchman cuando empieza la novela, al igual que Mink Snopes en La Mansión, me revierte al hecho de que hay detalles que están interconectados y no planeados, casualidades. William Faulkner ha sido un autor que me ha volado la cabeza en este 2021, pero reconozco que Larry Brown no se queda atrás. No tiene nada que envidiarle a WF, todo lo contrario, y además he caído rendida a sus pies.
La historia que nos cuenta aquí Larry Brown es la lucha constante y universal entre el bien y el mal, entre la violencia y el ansía de paz. Cuando comienza la novela, Glen Davis acaba de salir de Parchman, la penitenciaria estatal de Mississippi, tras tres años encerrado. Los tres años de reclusión no han hecho demasiado por su paz mental, todo lo contrario, cuando vuelve al hogar, el odio y el rencor latente que lleva en sus carnes desde pequeño pone patas arriba a la familia que le está esperando. No voy a hablar mucho más del argumento porque lo que de verdad aquí interesa es como se va desvelando la vida en el pueblo tras la vuelta de Glen. Hay que leerla sin más datos.
Lo que sí puedo decir es que la novela está conformada de momentos hermosísimos donde la violencia, a veces extrema, se mezcla con un lírismo inesperado, sorprendente: largos viajes en coche de noche o de día, donde el lector es capaz de visualizar el paisaje del Delta o momentos de extrema naturalidad de personajes sentados en el porche de la casa, oyendo los sonidos que se entremezclan en estos silencios y donde quizá un faro del coche que se detiene por unos minutos, hace saltar chispas de tensión dosificada. Larry Brown captura la vida rural como nadie. Sus diálogos son parcos, minimalistas, pero al mismo tiempo están repletos de una humanidad inesperada entre tanta aridez.
Y por otra parte estoy convencida de que el retrato de un personaje como el de Glen, solo puede provenir de un maestro. Glen Davis, un personaje violento, atormentado, casi inhumano, que no deja títere con cabeza y sin embargo llegado un punto, Larry Brown es capaz de infundirle ese retazo de humanidad, ese reconocer por parte del lector que no hay criaturas perfectas y que todos llevamos dentro una vena de oscuridad.
En definitiva, es
una novela colosal cuyo texto habla por sí mismo. Atmosférica, contundente, con unos personajes de los que no sobra ni uno, es una novela que me ha llegado al alma. Hay que leerla.
Top 2021. (La traducción es de Javier Lucini)
"Viirgil identificó el coche de Jewel aparcado bajo un árbol y sintió una leve punzada de anhelo por ver al crío. En breve, quizá. Todavía quedaba bastante agua en el río. El siluro era difícil de atrapar con tanto calor pero creía saber donde picarían seguro algunas bremas. Aunque solo fuese una tarde a orillas del río. El niño y él, los dos juntos, eso le gustaba, le gustaba responder a sus preguntas..."
Hoy me decidí a escribir en tu blog. Perdona por no saludar antes. Llevo tiempo leyéndote ya que tienes un gusto insuperable (ya que coincides mucho con los míos). Te descubrí al verte comentar en Twitter en editoriales que suelen gustarme(pálido fuego, malas tierras,etc). Y un día visite el blog y ya en serio me quedé por lo espectacular que me pareció... Por el vistazo que eché te diría que sobre todo coincidimos en libros de los últimos dos años(posmodernistas,sajalines etc). Muchos los leí o están ya comprados y en la pila infinita. Ya entrando en materia, de Larry es mi segundo tras Dar la cara que me encantó. Padre e Hijo sigue la misma línea de dureza del libro de relatos y como bien dices mezclado con un lirismo increíble. Amor malo y feroz y trabajo sucio avanzan en la pila. Y lo dicho un placer leerte
ResponderEliminarPor cierto viendo que de momento solo tú me aportaste a mí. Es de recibo hacer una recomendación. Y aunque imagino que la leíste fijo antes tener el blog te recomiendo de Donald Ray Pollock su libro de relatos Knockemstiff. Del estilo de los libros de relatos de Larry Brown, Offutt o Bonnie Jo Campbell. Quizás más duro pero tienen las historias una unión que los vértebra de manera muy interesante... Después mi segunda recomendación que igual quizás leíste. Esta para mí muy por encima de La Ultima Certeza del mismo autor y que ya redeñaste aquí, Corazón Giratorio (muy en la línea del Ruido y la furia). Un saludo
ResponderEliminarPerdón la Única certeza, no última
ResponderEliminarMuchas gracias por tus amables palabras, creía que no me leía nadie ;-). y ahora en serio, me hace mucha ilusión este comentario tuyo, además me citas dos libros que tenía en la pila para leeer ya ya, Corazón Giratorio y algo de Donald Ray Pollock, de abril no pasa que me ponga con ellos. Imagino que nos conocemos de Twitter, porque aquí no consigo reconocerte...
ResponderEliminarSi, en los dos últimos años he evolucionado creo en mis lecturas. Me he atrevido con lecturas más arriesgadas y gracias a dios que me tiré a la piscina, pq han ampliado completamente mis horizontes y estoy encantada. Admito que la culpa de todo la tuvieron los socios de pálido fuego que me recomendaron un par de cosas y a partir de ahí fue rodado. Toda recomendación es bienvenida, eh?? así que si se te ocurren más lecturas para recomendar, estoy abierta :-)
Lo dicho, graciassss por tu comentario
Imposible que nos conozcamos aunque la distancia sea corta y a saber en otras épocas... digamos que no tengo redes sociales, ya desde hace tiempo. Twitter solo miro lo que me interesa, de manera furtiva como nuestro Rey emérito hacía en sus safaris... Aunque de esa manera llegue a tu blog
ResponderEliminarEn cuanto a lo de recomendarte más del tirón, pero primero espero que te guste algo de lo que te dije y así puedas confiar con conocimiento. Evidentemente no es mi caso ya que te llevo leyendo desde hace meses! Por cierto y hablando de pálido fuego, Vi que te encantó Oreo y le tenía unas ganas tremendas, espero recibirla pronto en mi librería de confianza (Palas).
Sobre cine y series igualmente podríamos intercambiar sugerencias.
Ya nos seguimos leyendo por aquí. Ah mi nombre es Alfonso
E igual estoy ultimamente en evolución lectora. Comencé con un poco de Gaddis, Barth, Wallace, Gass,etc. Y pues eso, buscando lecturas menos complacientes.... Cosa rara ya que en el cine siempre fui de ver de todo(que fuese bueno a mí entender), pero siempre si que ahí, sí que busque desde luego el poco convencional que me aportara... Imagino que la diferencia de energía necesitada de un arte a otro lo explica todo, y en la literatura fui más autocomplaciente, pero bueno ...
ResponderEliminarsí,me atrevi con Gaddis, Barth, Wallace, Gass y alguno este año pesado aunque este año he empezado con clásicos que tenía pendientes, como Guerra y Paz, que me sorprendió porque no me la esperaba tan fluída.
EliminarY terminé Oreo ayer, una novela brillante y sorprendente de la que intentaré escribir algo este finde. Iremos cambiando impresiones, Alfonso. Graciasss por tus comentarios