Amor Malo Y Feroz, de Larry Brown

 

⭐⭐⭐⭐

 El narrador de cada una de las diez historias podría ser la misma persona, y si ahondamos algo más, podría ser el mismo Larry Brown ¿por qué si no, cada uno de estos narradores tienen nombres que empiezan por la letra L? . Todas las historias están escritas desde una primera persona que es como un mazazo por la forma en que aborda el día a día, el intento de ese hombre por entender a las mujeres, viviendo con ellas o sin ellas. Es una colección de relatos a flor de piel por como confrontan a veces el descenso a los infiernos de ese personaje central cuyas temàticas se repiten  una y otra vez. Es interesante ver como funcionan estos relatos separadamente, todos tienen una cohesión independiente, pero sin embargo, una vez terminados y si tienes una visión de conjunto, se convierten en una especie de novela donde esa primera persona que narra está continuamente a la búsqueda de sí mismo, y no se encuentra, o sí…

Entre estos diez relatos, hay uno, que no es realmente un cuento, sino lo que se vendría a llamar una novella: un cuento largo o una novela corta. Se titula “92 Días” y es realmente una pequeña obra maestra donde Brown se deja la piel revelando la soledad del escritor, y el sacrificio que supone dedicarse a esto de la literatura. "92 Dias" parece una de estas muñecas rusas donde dentro de este largo relato se esconden muchas historias, autobiogtáficas y relatos insertados por el mismo autor, con lo que se convierte en una experiencia de metaficción desbordante de imaginación y de vida porque llegado un punto es dificil separar donde está el limite entre imaginación y realidad. La traducción es de Luís Ingelmo.

Tenía la certeza de que al menos algo de lo que escribía era bueno, era solo que que aún no había encontrado a nadie que compartiese mi visión de las cosas. Nadie con poder. Nadie que pudiera decidir si se podía publicar o no (…) Ellos no se percataban de que sus papelitos hacían que avanzaran o se retrasaran las carreras literarias de la gente , de que muchos de nosotros vivíamos y moríamos con un trazo de sus boligrafos. No tenían ni idea de su poder. Nosotros erámos un vasto efluvio anónimo de autores que no habían demostrado aún su valía, y ellos recibían tal cantidad de material malo que se les hacia difícil encontrar algo que mereciera la pena entre tanta bazofia.”

 








 





Big Bad Love, 2001, Arliss Howard


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