La mujer helada, de Annie Ernaux
⭐⭐⭐⭐⭐
"Toda mi historia de mujer es la de una escalera que se va bajando a regañadientes."
Mientras leía La mujer helada pensaba que podría pasarle este texto a mi sobrina, que acaba de cumplir dieciocho años, para que percibiera de una forma directa lo que es la lucha del día a día de una mujer intentando encajar en una sociedad que “todavía” no está preparada para la igualdad. Siempre le he dicho que la lucha feminista no es la tonteria de las pancartas y de un día al año con colorines y banderas, la igualdad es una cosa del día a día en casa, en el trabajo, en el supermercado, incluso en celebraciones y fiestas donde todos los chistes (qué casualidad) acaban siendo sexistas... El texto de Annie Ernaux es muy accesible, muy directo, sencillo, perfectamente comprensible para una chica jovencita que todavía no ha vivido directamente lo que supone ser mujer en un mundo pensado para los hombres. El caso es que luego lo pensé mejor y me dije ¿para qué?? La madre de Annie Ernaux también intentó prepararla para que saliera del ambiente en que ella misma habia crecido; su madre también quiso que fuera más libre y la educaron en una cierta igualidad y sin embargo, Annie Ernaux al igual que las mujeres a lo largo de la historia también acabó entrando por el aro del estereotipo, también con la inconsciencia de la juventud quiso complacer, cumplir etapas a través de los roles que la sociedad le iba marcando…. Pero de repente, después de algunos años viviendo como una zombie viene la conciencia... cuando descubres que te has convertido en una mujer completamente helada. Lo fundamental es ser capaz de detectarlo y poder despertar, no todas lo consiguen, no todas tienen el valor de romper con el estereotipo, porque incluso para eso tienes que montar una especie de revolución personal, volver encajar todas las piezas y encarrilar tu vida. Todo este proceso está perfectamene narrado por Annie Ernaux en un estilo seco y directo, sin florituras.
"Ese es el drama que voy a vivir, el miedo terrible del que no voy a poder desembarazarme. Necesito a los chicos, pero para gustarles tendría que ser dulce y buena chica, admitir que tienen razón, servirme de mis 'armas femeninas'. Matar todo lo que sigue resistiéndosr, el gusto por la conquista, el deseo de ser yo y nada más que yo. Eso o la soledad."
A través de un monólogo interior, tal como dije antes, directo, accesible y muy fluído, Annie Ernaux hace un repaso a su vida desde su infancia, rememorando a las mujeres de su familia, hasta que casada y con dos hijos, cobra conciencia de que su vida ha sido un continuo cumplir etapas perfiladas por la sociedad. Desde la infancia, como niña educada en un ambiente sin diferencias, pasando por la adolescencia, la juventud y ya cuando se casa, y llegado un momento percibe que en el matrimonio y como madre ella se lleva la peor parte, siempre…
"La huida irrisoria de unas horas, un aparentar que me voy lejos que acabará devolviéndome al establo. Más adelante no voy a tener siquiera la posibilidad de tomar aire inesperadamente, con el niño en la cuna, qué vergüenza, y aún más adelante, , me veré privada de la idea misma de huir, total no sirve para nada, y lloraré entre cazuelas. Un potro domado."
Durante
la lectura me sorprendía por la cantidad de momentos durante el
texto en los que me sentía perfectamente identificada con lo que cuenta
la autora, no en ciertas experiencias vitales, sino más
bien en momentos concretos del día a día,
e incluso hay momentos en que he pensado ¿cómo es posible que no
hayamos evolucionado nada en ciertas cuestiones en el ámbito de la
rutina diaria? Tengo compañeras de trabajo
con niños pequeños emocionalmente devastadas en algún momento
porque son incapaces de gestionar esa diferencia de roles en el
ámbito doméstico, por poner un ejemplo…, así que lo que contaba Annie
Ernaux en este libro de 1981, sigue estando más vigente que nunca. Annie Ernaux convierte La mujer helada en una especie de diario íntimo y a su vez en una reflexión sobre la evolución de una mujer continuamente en conflicto consigo misma, con todo lo que esto puede signficar para la autoestima y tu evolución sobre todo como ser humano en una jungla donde no hay contemplaciones personales.
"Por la tarde, por la noche, los domingos, saca un diario, un libro de la biblioteca municipal, un libro comprado, a veces. Mi padre grita: -¡te estoy hablando, no te cansas de tanta novela!-, ella se defiende -¡déjame acabar la historia!-"
En La mujer helada,
Annie Ernaux narra con maestría los conflictos del día a día
cuando estás obligada a cumplir unos roles y sin embargo tienes
libertad a la vuelta de la esquina sin terminar de poder tocarla. La mujer helada estoy
convencida de que debería ser una lectura obligada en los
institutos. Hacia mucho que quería leer a Annie Ernaux, tenía mucha
curiosidad por una autora que ha construido una obra en torno a ella
misma, a su percepción de la vida y del mundo, y no tengo ninguna
duda de que a partir de ahora la seguiré leyendo. La traducción es de Lydia Vázquez Jiménez.
"Yo también caí en la trampa de la mujer total, orgullosa de ser por fin capaz de conciliarlo todo, la subsistencia, un hijo y tres cursos de lengua francesa, guardiana del hogar y dispensadora del saber, superwoman, no solo intelectualmene hablando, en resumidas cuentas, armónica. El hombre armónico, total, que va a la oficina, se pone el delantal y baña a los niños, si existe, no va contándolo a los cuatro vientos."
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