La hembra de nuestra especie, de Joyce Carol Oates



 ♫♫♫ Me and the devil - Gil Scott Heron ♫♫♫

 

For the female of the species is more deadly than the male.”

(R.Kipling)


El título de esta colección de relatos publicado en 2006, es una referencia a un poema de Kipling, en el que hace una declaración de la fuerza femenina en un contexto biológico e histórico. Os animo a buscar el poema porque, y aunque fue escrito en la época del sufragio femenino de principios del s.XX, contiene un tono didáctico que puede crear ambigüedad. Es cierto que a primera vista puede ser un homenaje a la fuerza femenina pero al mismo tiempo hay un tono que refleja los prejuicios de género y las expectativas sociales, así utilizando símiles del mundo de la naturaleza en el que explora los aspectos de pura supervivencia, Kipling estaba estableciendo una comparación entre las diferencias percibidas entre hombres y mujeres y las dinámicas de poder que estos roles de género conllevan: él lo situaba en el brutal mundo de la naturaleza luchando por a supervivencia, la Oates usa la frase para situar a la mujer en un mundo en el que tiene que cumplir las expectativas sociales.


Se queda mirando el espectro que, vestido de color beis ostra, aparece en el escaparate tintado de Prada; tiene un tipo parecido al suyo, ¿o se trata, en realidad, de una imagen fantasmagórica de la señora G? Se queda paralizada, con la cabeza inclinada hacia un lado, un brazo a medio levantar y una mirada borrosa, como perdida. Una fila inesperada de maniquíes vestidos con ropa elegante, de rostros pálidos como la luna, ojos ciegos plateados, labios entreabiertos y, sorprendentemente, sin pelo. Cuando, nerviosa y fumando el cigarrillo, la señora G echa a andar, el espectro también se mueve y, al darse cuenta de que es ella misma, se echa a reír.

Todavía soy una mujer viva.”


Y esto es precisamente, creo, lo que de verdad le interesa realzar a la Oates al elegir una frase del poema de Kipling, no sé si irónicamente, pero todos y cada uno de los nueve relatos muestran como la supervivencia y la violencia pueden estar al mismo nivel que la inocencia y la necesidad de equilibro, así que de alguna forma la autora está reconsiderando y reconstruyendo esa definición de “sexo débil.” En estos relatos, quizás lo más oscuros y brutales de los que me he encontrado de la Oates, el mal llamado sexo débil no lo es y para ello nos muestra a sus diferentes personajes femeninos en diferentes situaciones, algunas muy brutales, en las que ellas usarán las uñas y garras para sobrevivir: la hembra no será ni suave ni pasiva cuando se enfrenta a la supervivencia. Como he comentado más arriba, me he encontrado aquí con algunos de los cuentos más turbadores y realistas de los que llevo leídos de esta autora, con una carga psicológica tan brutal que el lector al terminar cada uno de los relatos se verá enfrentado a sí mismo a la hora de cuestionar las etiquetas simplistas entre el bien y el mal.

Aunque no me voy a detener en cada uno de los nueve cuentos, sí que quiero destacar dos de ellos, que en mi opinión definen a la perfección los mundos oatianos, y especialmente su acercamiento a sus personajes que nos harán cuestionarnos este limite entre el bien y el mal:


- El cuento “Con la ayuda de Dios” es una exploración inquietante de una mujer que recibe una serie de llamadas anónimas encontrándose sola en casa. A partir de aquí, JCO y situándonos en el punto de vista de Lucrecia, nos mostrará la relación que lleva con su marido y el límite que se puede establecer entre coqueteo y amenaza. Quizás este relato incluya una de las escenas que más han podido impactarme en un texto de esta autora, una escena además que se ha ido repitiendo recurrentemente a lo largo de sus novelas aunque nunca me había parecido tan brutal y amenazante como en este caso: Lucrecia es interceptada por un agente de policia que incluso llega a esposarla en una especie de broma o de juego de poder mientras la amenaza con requisarle su bicicleta. Si tenemos en cuenta que Lucrecia en ese momento tenía catorce años y que tres años después acaba casada con este mismo policia, nos podemos hacer una idea del nivel de amenaza en el que a partir de ahí llegará a vivir Lucrecia. JCO profundiza como ninguna otra autora en los juegos de poder, vulnerabilidad y como esto se diluye entre deseo y amor. El anhelo de una jovencísima, casi niña Lucrecia por atención y validación la hará obviar ciertas amenazas que aparecen confusamente diluidas bajo esa necesidad de “agradar”. Es un relato que además está continuamente evocando una sensación de peligro e inquietud. Quizás uno de los mejores de la Oates porque muestra como el deseo y la atracción pueden coexistir perfectamente con la manipulación, el control y la intimidación.


Pitman se sentía orgulloso de la princesita rubia que tenía por esposa. Porque había engatusado a la niña mimada de un hombre rico, se había acostado con ella cuando todavía iba al instituto y ella se había casado con él nada más cumplir los dieciocho, haciendo caso omiso de papá. Pitman, se sentía orgulloso al ver que ella sentía adoración por él...”


Banshee es otro cuento magistral en el que JCO nos enfrenta al punto de vista de una niña de seis años que está lidiando con el segundo matrimonio de su madre y el nacimiento de un hermano. La dinámica familiar ha cambiado y la niña se encuentra procesando un conflicto de celos y abandono. Aquí tenemos a otro personaje que necesita validación y de alguna forma la Oates nos está enfrentando al hecho de que da igual la edad, puede ser tan frágil un niño de seís años como un adulto de setenta: “Señora, una banshee es un espíritu femenino infernal que brama como el viento y que por las noches aúlla en las casas donde alguien va a morir al cabo de poco.” Este es un relato además que personificará a la perfección el flujo de conciencia oatiano, porque la interpretación que hace del mundo esta niña, aunque sea el suyo propio y esté sesgado, no deja de ser la percepción de cómo un niño puede interpretar los cambios y los conflictos familiares, los adultos estarán tan ocupados en sus mundos adultos, que no la ven realmente como ella quiere que la ven, y ella aunque intenta comprender este mundo, estará limitada por su edad. Un relato sobre la fragilidad de contemplar el mundo desde los 6 años, y cómo en cualquier momento el equilibrio de su mundo se puede deshacer debido a las fluctuaciones de los adultos.


Mamá decía que cuando una es madre se vuelve supersticiosa: ¿qué podría pasar? ¿Y si le ocurriera algo a…? Espeluznantes ideas, algo que no se puede imaginar, de forma que una comienza a obsesionarse con la idea de tener más de un hijo, como si se tratase de una especie de seguro ante cualquier tragedia; tal vez, no se trata más que de un instinto natural, pero es que son tan primarias nuestras reacciones.”


Además de estos dos relatos, la colección está compuesta de otros siete igual de buenos y clarificadores sobre los temas que siempre han obsesionado a la Oates, pero lo hacen desde una perspectiva sobre todo psicológica, todos los relatos giran en torno a la violencia, y a través de ellos la Oates está continuamente incidiendo en el hecho de que la amenaza no siempre tiene que venir de un asesino acechando en la sombra, sino que muchas veces la amenaza convive con su víctima en un entorno aparentemente seguro, su casa, su matrimonio, su maternidad… e insiste que la definición sexo débil es muy simplista, por eso está tan bien usada la referencia al poema de Kipling, porque al igual que en la naturaleza se da la relación depredador versus presa, JCO viene a dar un giro a este tópico cuando demuestra que la hembra cuando se ve acorralada y/o amenazada puede ser más letal que un depredador. Uno de sus temas recurrentes es el del límite entre cazador y presa y como tradicionalmente los hombres se han asociado a la depredación y la violencia, aquí en estos relatos todo se complica un poco más porque aunque el sexo más frágil ha sido subestimado, la Oates ya se encarga de mostrar que aunque su fuerza sea más invisible, su poder no responde tanto a la fuerza física sino en su necesidad de supervivencia. Una autora que siempre intenta huir de los estereotipos y en sus historias demuestra que hay que barrerlos a toda costa.

La traducción es de Gregorio Cantera.


"¿Será acaso que solo existen aquellos a quienes vemos."

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