El Diario de Virginia Woolf, Vol.2 (1920-1924)
♫♫♫ Domestic Scene - The Radio Dept. ♫♫♫
“Como me gustaría que este diario se convirtiera algún día en un diario de verdad, algo en lo que yo pudiera observar cambios o detectar la formación de estados de ánimo; pero, en ese caso, tendría que hablar del alma y ¿acaso no me prohibí hablar del alma cuando lo empecé?”
Es cierto que es una de las cosas que más me sorprendieron cuando leí el 1º volumen deestos diarios, precisamente que VW no se detuviera en las cuestiones del alma o por lo menos que el diario no hubiera tenido un tono más introspectivo, que realmente es lo que supongo lo que llevará a la gente a llevar un diario, soltar en sus páginas las cuestiones más intimas, las ligadas al alma. Tal como comenté en la crónica del primer volumen de eso no había mucho sino más bien cotilleos, cuestiones domésticas, reuniones sociales, etc y sin embargo, en este segundo volumen la cosa ha cambiado drásticamente y aquí ya me he encontrado con lo que iba buscando cuando comencé estos diarios y es precisamente lo que ilumina el proceso de escritura de VW. “¡Qué elíptico se vuelve este cuaderno! Ya no respeto ni los acontecimientos.” Ella misma confesaba que los diarios no eran otra cosa que sus cuadernos de prácticas a la hora de hacer volar su escritura y en este volumen llega a admitir, que El cuarto de Jacob y La Señora Dalloway, si llegaron a cobrar vida, fue gracias a este diario, y se nota perfectamente tal como ella dice, ese carácter elíptico, eso de saltar de las cuestiones domésticas o sociales a su propio proceso de escritura, al reconocimiento de sus estados de ánimo y hasta qué punto podía ir modelándolos en beneficio de su escritura. "Me pregunto, entre paréntesis, si yo también recurro tan abiertamente a la autobiografía & y lo llamo ficción." Así que llego a la conclusión de que al mismo tiempo que va habiendo una evolución en su obra, esto es gracias a que sus diarios se van moviendo y a la vez van transformándose: la prosa del diario refleja en lo que se va convirtiendo su escritura, a veces brillante, a veces mordaz, pero siendo ella misma muy consciente de esta evolución.
"Pero vayamos más allá, ¿Tengo el poder de transmitir la auténtica realidad? o ¿escribo ensayos sobre mi misma? Sea cual sea la respuesta, aunque sea negativa, perdura la emoción."
Los diarios están capturando la inmediatez de la vida diaria de VW, no solo en su día a día sino su inmediatez intelectual, la forma en que iba evolucionando su voz narrativa. En estos años entre 1920 y 1924, periodo de entreguerras, nos encontramos precisamente a la escritora en un momento crucial de su vida, unos años de transición, justo acababa de publicar Noche y Día con Duckworth Publishing, la editorial de su hermano por parte de madre, y estaba a punto de abandonarla para publicar su siguiente novela, El cuarto de Jacob, en la editorial que creó con su marido, la Hogarth Press. "Sea como sea, tengo que dejar de seguir escribiendo para los editores." El abandono de Duckworth Publishing supuso una liberación para ella en el sentido de que sabía que le era imposible encontrar su propia voz sintiendo las presiones y la censura de Duckworth, una presión que igual se imponía ella misma a la hora de no atreverse a correr riesgos narrativos pero es evidente que este momento de inflexión supuso para ella la libertad porque en estos cuatros años siguientes publica El cuarto de Jacob y termina La señora Dalloway, y de ello son testigo estos diarios:
“Yo diría que Duckworth está un poco molesto conmigo. Olfateo mi libertad. Creo, de verdad, sensata & no artificialmente, de cara al público, que continuaré adelante haciendo caso omiso de lo que los demás puedan decir. Por fin, disfruto leyendo mi propio trabajo. Me parece que encaja conmigo mucho mejor que antes.”
La tensión que vivía VW entre sus momentos de dudas y confianza aparece perfectamente reflejado en este volumen segundo porque iremos viendo la transformación de su proceso creativo, no tanto en como creó sus novelas, sino en como iba evolucionando el mismo diario y este diario es el reflejo, la prueba inmediata, sobre la marcha, de un autor en pleno proceso creativo. Su prosa elíptica mostrando la tensión emocional e intelectual que sentía en su escritura aparece aquí perfectamente registrado, casí más que en sus novelas o ensayos, su estilo se muestra aquí sin filtros, muy consciente de que estaba creando una voz propia y única, "Una se pone a trabajar directamente, como alguien que camina y ve el campo extenderse ante sí. No quiero escribir nada en este libro que no disfrute escribiendo. Sin embargo, escribir siempre es difícil. Es un diario fragmentado que capta a la perfección sus estados de ánimo y como esto incidirá en sus obras. Estos cuatro años fueron además un momento de estabilidad en sus crisis de salud, intuyo que también gracias al hecho de que su trabajo en la Hogarth Press la mantenía muy ocupada y motivada.
"Parece que no acabo de conseguir el éxito en ningún lugar, pero me alegra descubrir que he adquirido un poco de filosofía, que se resume en una cierta sensación de libertad. Escribo lo que me gusta escribir & y eso es todo."
El diario a veces registra sus intentos de autogestión, equilibrando la lectura, los paseos, el descanso y la escritura en dosis cuidadosamente medidas para mantenerse ocupada y evitar los bajones. La atención de Leonard Woolf es una presencia constante, ya que su continua preocupación en regular su rutina probablemente evitó colapsos más graves de los que había tenido anteriormente. Este segundo volumen de sus diarios me parece ya esencial para comprender esta evolución artística, y el universo que habitó. No es tanto ya el análisis de la sociedad, sino la conciencia y la seguridad que fue adquiriendo en su escritura "Llevo un año tratando de descubrir lo que llamo mi etapa de perforación del túnel, por medio de la cual voy contando el pasado por entregas, conforme lo voy necesitando", lo que da auténtico valor a estos diarios porque a medida que les dedicaba tiempo sus páginas le proporcionaron el espacio para experimentar. Un retrato de mujer complejo, frágil, crudo y fuerte a la vez, una observadora no solo del mundo literario y cultural de sus tiempos sino de su propia alma: "Mientras escribo, en algún lugar de mi cabeza surge esa excitación extraña & muy agradable de algo que quiero escribir: mi propio punto de vista."
La traducción es de Olivia de Miguel.
"¿Por qué será tan trágica la vida y tan parecida a un estrecho tablón sobre un abismo? Miro hacia abajo y siento vértigo. Me pregunto cómo voy a caminar hasta el otro extremo.
Y a pesar de todo, qué feliz soy... si no fuera por esa sensación de estar en un tablón sobre el abismo."
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