Niebla (Jenny Aaron #1), de Andreas Pflüger
"Diez cosas que a Aaron le gusta tocar: la nieve, piñas de abeto, botellas de cerveza helada, la tierra húmeda de un bancal, pieles cálidas, salchichas, manos pequeñas, botones de nácar, armas, su cuadro".
Jenny Aaron formó parte de una unidad de élite en la policia alemana, perfectamente entrenada, inteligente y sin apenas ninguna fisura en su plan de trabajo. Pero cinco años antes de que empiece la novela, en una misión fallida en Barcelona, casi pierde la vida y se queda ciega.
Cuando empieza esta historia y aunque esté ciega, se ha entrenado obsesivamente para no perder ni un ápice de sus facultades, y no solo no las ha perdido, sino que las ha perfeccionado porque al ser ciega, sus sentidos se han agudizado. Y ha sido llamada de nuevo por la unidad en la que trabajaba; un peligroso asesino a quien ella encerró, insiste en hablar con ella después de haber asesinado a la psiquiatra que le asistio en la cárcel. "Es cierto. También yo estaba sola sobre la cuerda floja. Entonces perdí el equilibrio y aún sigo cayendo".
Es un buen thriller, muy bien escrito por Andreas Pflüger, que consigue manejar muy bien el ritmo al mismo tiempo que nos hace un excelente diseño de personajes, mezclando algunas dosis de flashbacks para que entendamos mejor la situación de la protagonista en el presente y en su pasado. Y es complicado en este género que es el thriller dirimir una cierta calidad literaria con los argumentos muy al estilo de James Bond en cuanto a acción, y sin embargo Pflüger se las arregla bien para no caer en ciertos tópicos y mantener al lector enganchado. Es cierto que en mi opinión la última parte decae un poco y se vuelve un poco lenta porque parece estancarse un poco a medida que surgen ciertas cuestiones del pasado, y quizás por eso ese último tercio se me hizo un poco pesado, pero por lo demás, es un thriller muy digno, muy por encima de la media general en este tipo de géneros.
"A Aaron siempre le gustaron los que no alardean aunque podrían permitírselo. Los que tienen cierto descaro y, aun así, son educados, no les dan demasiada importancia a sus músculos y leen a Max Frisch." Una técnica atractiva que usa Pflüger para envolvernos en el mundo de Jenny Aaron, son sus reflexiones sobre diez cosas que añora o que ha ganado desde que es ciega: "Diez olores que a Aaron le gustan: las calles recíen asfaltadas las patatas hechas a la brasa de una hoguera la grasa para cuero un bosque después de la lluvia el te de menta de Marrakesh su propia piel las salchichas al curry las virutas de madera L'Eau d'Issey de Miyake las castañas asadas.
Lo mejor en mi opinión es el retrato que hace Andres Pflüger de su protagonista, Jenny Aaron, porque realmente consigue que nos metamos hasta cierto punto en la piel de de una persona ciega: desde su introspección a la hora de gestionar ese cambio mental donde tuvo que ajustar todo su mundo para adaptarlo a los sonidos y a su intuición, hasta su percepción de un entorno, que aunque es fisicamente invisible para ella, quizás con su ceguera se volvió mucho más palpable.
Dos obras me llamaron la atención en particular: Hagakure: El camino del Samurái, y, desde luego, Digamos Que Me Llamo Ganterbein, de Frisch. Su frase favorita de él podría ser: (...): "Todas las personas se inventan tarde o temprano una historia que acaban tomando por su vida" A mi hay otro párrafo que me parece más apropiado: "Estoy ciego. No siempre lo sé, pero a veces sí. Entonces me pregunto si las historias que puedo imaginar no son realmente mi vida".
⭐ ⭐⭐⭐
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