Curious Toys, de Elizabeth Hand

 

 


 ⭐⭐⭐⭐

"Este hombre cuando subió al bote, tenía una niña con él. Cuando salió del túnel, ya no la tenía. Estaba solo".

Elizabeth Hand es una autora que nunca me defrauda, una escritora ecléctica en lo referente a los géneros que toca, desde la fantasia pasando por thrillers nada convencionales porque su manera de abordar estos géneros siempre lo son desde una perspectiva mucho más profunda de lo que parece a simple vista, casi se podría decir que usa estos géneros “comerciales” para tratar temas que quizás de otra forma no llegarían a los lectores. Su serie sobre la fotógrafa reconvertida en “investigadora”, Cass Neary, es una clara muestra a lo que me estoy refiriendo: adereza unas tramas en las que Cass Neary se ve obligada a investigar algunos misterios, para reflexionar sobre otros aspectos con muchas referencias a la cultura punk, al cine y sobre todo a la fotografía. Por cierto, que no entiendo todavía como la serie de Cass Neary no se ha publicado en España, misterios que realmente no consigo entender cuando otros escritores de novela negra y literatura “escapista” muy mediocres se traducen y publican continuamente en nuestro país. Estoy convencida de que esta serie funcionaría muy bien. Si no me equivoco de ella sólo se ha publicado Wylding Hall en España.

Curious Toys es una novela histórica que transcurre en el verano de 1915 en Chicago y es una extraña mezcla entre novela de iniación, novela negra e histórica. La protagonista es Pin una chica de 14 años, a la que todos toman por chico ya que su madre a raíz de la desaparición de su hermana pequeña, la disfraza de niño para que  se mantenga apartada de los peligros que acechaban a las niñas en el mundo en que se movían. Su madre se gana la vida como adivina echando las cartas en el parque de atracciones donde transcurre la mayor parte de la trama, y Pin se las pasa deambulando y haciendo trabajos de recadero entre el parque de atracciones y los estudios de cine Essanay. Es una novela muy atmosférica porque Elizabeth Hand describe con mucha exactitud esos ambientes de primero del siglo pasado donde la vida transcurría en la calle, con esos personajes que no encajaban en otros sitios y que sin embargo encontraban su lugar ganándose la vida en las ferias de este parque de atracciones. El argumento se centra en la extraña desaparición de una niña en una de las atracciones del parque y Pin es testigo de ello: ve que se adentra en el túnel con un desconocido y que al cabo de un rato, éste sale solo. La niña aparece asesinada poco después, y a partir de aquí Pin decide averiguar quién es el asesino.

Creo que sinceramente que la trama del asesino en serie, es toda una excusa para hacernos un retrato de una época en un lugar concreto, bizarro y diferente. El personaje de Pin, disfrazada de chico, se mueve con una libertad que de haber sido una niña, no la hubiera tenido, y en este aspecto la autora muestra una enorme agudeza presentándonos por ejemplo, uno de los lugares que Pin visita haciendo recados, los estudios Essanay, que eran unos estudios cinematográficos donde comenzaron a trabajar Charles Chaplin, y Wallace Berry, personajes que incluso tienen su lugar en la novela. Los personajes de estos estudios de cine con los que se relaciona Pin, enriquecen su vida y su formación y  quizás por eso, llegado un punto, Pin influida por todas estas experiencias, tiene muy clara su vocación desde pequeña:

"Pin había visto pegadoras de planos en el estudio: una sala llena de mujeres jóvenes sosteniendo cintas de película, tratando de determinar dónde hacer coincidir un fotograma con otro sin una interrupción de la acción. Cada fotograma tenía que ser revisado, marcado con un lápiz de cera y luego cuidadosamente pegado con cinta adhesiva. Se suponía que las costureras eran buenas en eso, muchas pegadoras de planos provenían de las fábricas de confección”.

Curious Toys es todo un festival sobre los inicios del cine y sobre la industria del entretenimiento, donde los datos históricos con los que Elizabeth Hand va sembrando la trama son una delicia. El hecho de que actrices de la época como Mary Pickford hicieran eternamente papeles de niña es otra de las reflexiones en torno a la industria en las que se centra Elizabeth Hand: una metáfora sobre la eterna visión de la mujer como un juguete sin voz ni voto. En el mismo final de esta novela, se vuelve a hacer la misma reflexión, con lo cual, la transgresión de esta novela está precisamente en eso, dar voz a estas mujeres. Ben Hecht, Louella Parsons, Charlie Chaplin y toda una larga riada de personajes, aparecen en la trama y se mezclan con los personajes de ficción creados por la autora. Por otra parte, el universo del parque de atracciones visto a través de los ojos de Pin, es una mezcla de fantasia y realismo, ya que Pin al revés del resto de los niños que visitan el parque de atracciones, conoce los entresijos, la recámara, los lugares escondidos y los personajes que trabajan en él una vez que se quitan el disfraz, con lo cual, Elizabeth Hand imbuye esta novela de una atmósfera única y en momentos casi fantasmal.

Quizás uno de los puntos fuertes de esta novela sea el diseño de sus personajes, porque cada uno de ellos tiene una historia de fondo que en pocos trazos, la autora ha sido capaz de construir con una gran carga psicológica: Desde por ejemplo, el personaje de Pin, siempre disfrazado de chico y llegado un punto se produce en ella un conflicto de género, una reflexión la mar de interesante por parte de la autora; pasando por la madre de Pin, que tiene que huir de un marido abusivo y esconderse en este parque de atracciones, y finalmente hay que detenerse en el personaje de Henry Darger, quizás la auténtica joya de la corona, un personaje real, controvertido y reclusivo, que a raíz de su muerte despertó un enorme interés por la obra que se descubrió en la habitación en la que vivía.  Elizabeth Hand está perfectamente documentada en torno a la vida y obra de Henry Darger, y utiliza sus conocimientos para darle vida en una mezcla de ficción y realidad.

En definitiva, una vez más, Elizabeth Hand ha creado una novela llena de referentes culturales y reflexiones sobre temas controvertidos como es el racismo, la pedofilia y la identidad de género, todo esto aderezado por una trama donde una niña de catorce años, un personaje luminoso, se forma a través de las relaciones humanas. Quizás lo que Elizabeth Hand pretendía era narrarnos los acontecimientos que inspirarían más tarde la controvertida obra de Henry Darger, ya que va sembrando la novela de datos históricos, reales y verídicos, que una vez terminada la novela, incluso pueden ser investigados por el lector. Una novela estupenda que me gustaría mucho ver publicada en castellano.


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