Confesiones De Amor, de Chiyo Uno

  


⭐⭐⭐⭐

"¿Por qué sueñas despierto? ¿Tan cobarde eres?"

Confesiones de amor nos cuenta la historia de Yuasa Joji, un pintor japonés que después de algunos años viviendo en Europa, regresa a Japón. Está casado y tiene un hijo, pero su matrimonio hace aguas asi que deciden divorciarse. Durante todo este proceso de divorcio, tanto Joji como su esposa siguen compartiendo casa, aunque cada uno en un área diferente de la casa, y mientras tanto, Joji se ve envuelto en varias relaciones amorosas casi sin proponérselo: primero conoce a Takao, una chica mucho más joven y que a diferencia de lo que hacían las mujeres de aquella época, siempre es ella la que toma la iniciativa a la hora de proponerse acercarse a él; más tarde conoce Tsuyuko, de la que se enamora perdidamente y cuando los separan dado que no es aceptado por su familia, conoce a Tomoko, con quién se casa en cuanto consigue el divorcio.

"Para Tomoko, el matrimonio era como una etiqueta pegada en una lata de conserva. Independientemente del contenido, el exterior tenía que ser, sin falta, brillante, alegre y felíz".

Es cierto que a priori viendo este argumento, puede parecer un culebrón romántico, con varios giros de telenovela pero la idea asiática del romanticismo está muy lejos de la de Occidente. Chiyo Uno nos plantea una historia desde el punto de vista del protagonista masculino, pero le convierte en un hombre algo pasivo, que se deja llevar y que de alguna forma nunca toma la iniciativa, incluso se llega a desmayar en alguna ocasión, va de aqui´para allá algo perdido, lo que siempre habián hecho los personajes femeninos en la mayoria de las novelas, los estereotipos de toda toda la vida están aquí cambiados.. Es como si los roles estuvieran completamente invertidos, porque aquí son ellas las que parecen siempre las activas, las que van contracorriente y las que de alguna forma toman la iniciatva ya sea para establecer las relaciones, o para abandonarlas. Aquí, las mujeres de esta historia no son los típicos  personajes femeninos de la época, y de alguna forma son mujeres que se rebelan a los roles marcados. Chiyo Uno se basó en su propia experiencia; fue una mujer que se casó varias veces y que rompió barreras en un momento en los  que en Japón esto debió suponer un escándalo tras otro.

Chiyo Uno cuenta que se le le ocurrió la idea de esta novela, después de reunirse con Togo Seiji. Había estado escribiendo una novela y había decidido incluir el suicidio de un amante. Como sentía que no podía transmitir las presiones emocionales de un momento tan crucial desde el punto de vista masculino además, telefoneó a Togo, un pintor que acababa de salir de un doble intento de suicidio muy público y escandaloso, y le preguntó si él podría darle una idea de su experiencia pasada. Uno afirma que ella no cambió ni una palabra de lo que le contó Togo, que escribió exactamente lo que él contó, y que sólo lo instó  preguntándole qué sucedió después, y citaba textualmente: -Togo me dijo una vez: Creo que la verdadera razón por la que vivías conmigo era para que pudieras hacer una novela con mi historia-. (Todo esto se cuenta en el capitulo dedicado a Chiyo Uno de “Modern Girls, Shining Stars, the Skies of Tokyo: Five Japanese Women”, de Phyllis Birnbaum)

Con esta novela, Chiyo Uno de alguna forma rebate la idea preconcebida de que las mujeres eran seres indefensos que esperaban a que los demás tomaran las decisiones por ellas, y por supuesto muy capaces de tomar la iniciativa en el terreno sexual. A raiz de esta novela me volví a leer el capitulo dedicado a su vida de Philys Birnbaum, "Modern Girls, Shining Stars, the Skies of Tokyo: Five Japanese Women", que si estaís interesados en bucear en la vida de esta escritora, recomiendo mucho muchísimo. Chiyo Uno fue una mujer muy interesante y transgresora en una época en la que la mujer no tenía ni voz ni voto. Resumió su visión de la vida diciendo: "Creo que la alegría es una virtud y la melancolía un pecado".


 

Comentarios

Entradas populares de este blog

Algunos momentos maravillosos de este 2024

[Leyendo] Diciembre...

Los dos Beune, de Pierre Michon