Kys, de Tatiana Tolstaia



 ♫♫♫ Kletka - Molchat Doma  ♫♫♫

 

 "Y allí es donde están enterrados los libros, que brillan como la luna llena. Pero solo puedes llevarte uno, no puedes coger más, y una vez que lo has cogido tienes que echar a correr, sin mirar atrás...
Y se cuenta que han visto esos libros en las casas de algunas personas."


Cuando comencé a leer esta novela nunca pensé que fuese a disfrutar tanto de su lectura, sobre todo y considerando que venía de una autora de la que no sabía nada pero el hecho de que viniera editada por  Malas Tierras siempre supone una garantía. En el caso de Kys también había un pequeño handicap que puede dificultar el que nos hagamos totalmente con la novela y es que muchos sentidos o giros pueden perderse si no se conoce el trasfondo ruso histórico y literario, y yo no lo conozco así que en algun momento sentí que me estaba perdiendo algo. Es una novela además, que se apoya mucho en los matices culturales y lingüisticos con lo cual el trabajo de traducción debe ser particularmente cuidadoso. La traducción tengo que decir que en este aspecto es impecable, está completada de anotaciones y notas de traducción que convierten la lectura en una experiencia muy completa. Dicho esto y desde aquí me rindo a este texto tan revelador a la hora de contarnos una historia en la que se muestra como que aunque una civilización tenga una cultura perfectamente asentada, puede quedar completamente distanciada de la vida real y cotidiana. El arte puede estar muerto si solo es un instrumento de control y manipulación. Toda esta enorme novela gira en torno a esto y a los libros en una sociedad totalitaria.


Es lo que ocurre a veces en los sueños: es como si andarás sin rumbo, arrastrando los pies, girando a la izquierda una y otra vez, y no quieres seguir, pero no te detienes, como si estuvieras buscando algo, ¡y, cuanto más te alejas más perdido estás! Como si avanzaras por valles desiertos, siniestros valles en los que la hierba seca a cruje bajo la nieve. Y las lágrimas brotan sin parar...

Y las lágrimas brotan sin parar, ruedan por el rostro y caen a las rodillas, y de las rodillas caen al suelo, de modo que no puedes ni levantar la cabeza. Y, aunque pudieras levantarla, daría igual: ¡allí no hay nada que ver! ¡No hay nada!..."


Tolstaia sitúa su novela en un mundo apocalíptico dos o tres siglos después de una hecatombe, intuyo que nuclear, aunque no se especifica, una catástrofe qu se conocerá como Estallido. Los seres humanos han generado una serie de secuelas físicas en forma de garras, colas, crestas de gallo, etc, y viven prácticamente a base del truequse donde los ratones se han convertido en la moneda de cambio más valiosa; viven en condiciones degradadas en una comunidades completamente cerradas temiendo sobre todo a la Enfermedad. En esta sociedad en la que viven, será imposible embarcarse más allá de los límites porque hay dos terrores acechantes: por un lado La Enfermedad y por otro lado, Kys, una criatura (mítica) que acechará en el bosque a quién se atreva más allá de sus límites ("En esos bosques, dicen los ancianos, mora Kys. Acecha en las ramas oscuras y grita de un modo salvaje y lastimero, ¡kyyys!, ¡kyyys!, pero nadie puede verla.")  Como en cualquier comunidad cerrada que se precie, habrá un lider, y en Kys, Fiodor Kuzmich estará siempre presente en las conversaciones de los personajes de esta novela. Una especie de sabio y guía espiritual que apenas se deja ver, apenas pisa el mundo real pero que tiene un poder que los envuelve a todos, un poder basado sobre todo en el control sobre los libros y el lenguaje. El Estallido ha destruido toda organización social y política, pero sobre todo ha fragmentado el lenguaje y la memoria histórica. La ciudad que antes era Moscú ha adoptado el nombre de su lider,  “Fedor-Kuzmichsk”. ¿A qué puede recordarnos esta distopía creada por Tolstaia? Más que distopía, yo diría que Kys es una alegoría de la Rusia soviética, y justo cuando comienza la novela, Tolstaia está estableciendo el simil en el momento del cisma cuando un control es sustituido por otro, y aunque aparentemente todo siga igual, tal como decía Lampedusa.


"Varvara Lukínishna vivía sola. Y cazaba ratones, los llevaba al mercado y los cambiaba por libros. No paraba de leer."


Se puede decir que aunque Kys sea una novela coral, destaca un protagonista, Benedikt, un joven copista de libros. Trabaja a las órdenes del lider Fiodor Kuzmich copiando textos antiguos y presentarlas luego como si fueran escritos del mismo líder. Y es aquí dónde para mí se establece quizás uno de los detalles más fascinantes de esta novela. Benedikt es uno de los pocos que tiene el privilegio de acercarse a los libros pero no los entiende, no los analiza, simplemente se limita a hacer su trabajo automáticamente y no es hasta que se encuentra a una serie de personajes que conciben los libros desde otra perspectiva, cuando Benedikt  se detiene a analizar lo que suponen los libros para la libertad personal. Poco a poco Benedikt va sintiendo una fascinación obsesiva por los libros, los devora pero sin reflexión, sin establecer las conexiones sino como si fueran dogmas. Estos libros sin libertad, sin reflexión y sin un pensamiento crítico, no son nada, meros objetos. Tolstaia, y a través de Benedikt, está incidiendo en el hecho de que una civilización claro que puede conservar todos sus textos en una enorme biblioteca aislada de la vida real, pero pierden por completo su esencia ya que no son vividos, y al dejar de ser vividos e interpretados, seguiremos gobernados por supersticiones, miedos y manipulaciones.


"Immanuel Kant se asombraba de dos cosas: la ley moral dentro del pecho y el cielo estrellado sobre la cabeza. ¿Cómo hay que entender eso? Pues como que el hombre es el cruce de dos abismos igualmente insondables e inaccesibles del mundo externo y del mundo interno.

Y, aunque este libro quede oculto a nuestros ojos miopes, aunque se esconda en el valle de las nieblas, detrás de siete puertas, aunque sus paginas se hayan barajado y su alfabeto sea bárbaro  e indescifrable, ¡aún así existe, joven! ¡Brilla también en la noche!

Nuestra vida, joven , consiste en la búsqueda de ese libro; ¡es un viaje insomne por un bosque impenetrable , un vagabundeo a ciegas, un hallazgo fortuito!  Para nosotros , Pushkin lo es todo: ¡el cielo estrellado y la ley en el pecho !"


Kys es una novela fantástica por esa mezcla entre oscuridad, terror y humor. Tolstaia construye un mundo grotesco que no deja de ser una alegoría de un país que cuando salió de la oscuridad más total se encontró perdido y usa muchos símbolos para mostrarnos dónde puede estar esta luz. En Kys hay continuamente ecos de la tradición literaria rusa (“"Y no porque ella sea luminosa, sino porque con ella la luz sobra."), referencias que recuerdan a autores clásicos, relecturas de los cuentos rusos, giros lingüisticos, todo esto para decirnos que el lenguaje es muy frágil y aquellos que tienen el poder, lo tienen también para distorsionar este lenguaje. En la sociedad de Kys las palabras han sido distorsionadas por la herida a la memoria, por ese mazazo a la cultura, los recuerdos poco a poco se van transformando y el lenguaje se va deteriorando, tal como muestra Tatiana Tolstaia creando en la narración una lengua popular fragmentada y con muchos errores, conscientes. En este aspecto es una novela muy luminosa y me recordó a lo que hace Clemens Setz con el lenguaje, explorando para extraerlo del olvido. Kys ha resultado una novela inmensa, de lo mejor que he leído este año porque Tolstaia está continuamente  jugando con el lenguaje y lo convierte en algo vivo: compara de alguna forma el lenguaje que hablan los personajes de Kys, como a las de un niño pequeño que cuando está aprendiendo a hablar, quién le enseña, prácticamente tampoco domina este lenguaje, con lo cual, y a la larga, el lenguaje que se va construyendo, siempre será arcaico y coloquial. Su mezcla entre lo grotesco, lo satírico, la ternura y la ingenuidad de sus personajes perdidos, y al mismo tiempo la oscuridad de unos tiempos en los que solo podremos salvarnos distanciándonos de la ignorancia, es lo que convierte esta novela en una experiencia única. Tolstaia explora este olvido, y satiriza el postureo, porque para los personajes de Kys, un libro no vale tanto por su contenido sino por ser un incunable, por su rareza, por su valor material, así que contrariamente a este postureo, quien sabe leer,  entrar en el libro y vivirlo, será libre.

Traducción y notas de Fernando Otero Macías.


"Hay que poner los libros a salvo, guardarlos en un lugar seco y con luz, mimarlos y cuidarlos, protegerlos y besarlos. No va a haber otro igual, no hay de dónde sacarlo, quienes escribieron esos libros en la antigüedad ya no están, se han extinguido, no queda de ellos ni la sombra, ya no van a regresar, ¡no van a volver! ¡Ya no están!"

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