Laura, de Vera Caspary
Es complicado esto de desligar esta novela de la pelicula de Otto Preminger, sobre todo porque la peli es tan poderosa visualmente, es tan conocida y tan buena, que mientras que lees la novela, no te puedes quitar las imágenes de la peli de la mente y visualizarla continuamente. A mi nunca me gustó comparar la obra literaria con la adaptación a cine, son dos vias complemente distintas, pero el hecho de haber visto primero una peli te puede influir a la hora de leer el libro, asi que yo siempre prefiero hacer lo contrario: leerme el libro primero y luego ver la peli, y quizás en este caso concreto, me ha hecho disfrutar algo menos de esta novela que de las dos anteriores que me lei de esta autora.
La novela está divididida en cinco partes cada una de ellas contada o por Waldo Lydecker, o por el policia Mark Mcpherson o por la misma Laura, y tengo que decir que las partes que más disfruté fueron las contadas por Waldo Lydecker, un personaje lleno de recovecos, obsesivo, culto y maniático (que a vez en la peli estuvo magnificamente interpretado por Clifton Webb). Las partes de Waldo son las más enganchantes porque a su vez nos va contando como es Laura, como es la imagen de Laura no solo para los demás, sino la imagen que él había querido hacerse de ella. Así que el retrato que Waldo nos hace de Laura Hunt no está completo del todo porque solo estamos viendo una Laura moldeada por él en su imaginación, no es tanto una chica de carne hueso como su ideal y él en si mismo es una especie de pigmalión. Lo mismo le pasa al policia, pero veo que Mark Mcpherson se siente más atraido por la imagen que da Waldo de ella, que lo que intuye él. En ese aspecto es una novela magnífica en su hondura psicológica.
Pero de las tres novelas que he leido de Vera Caspary quizás esta novela es la que menos me ha gustado, siendo magnífica como es, decae en la segunda parte una vez que se ha descubierto el giro, aunque tampoco sé si de no haber conocido este giro con antelación, la hubiera disfrutado más.
Es cierto que la Laura de la novela y la de la pelicula son un tanto diferentes: la Laura de la novela es una chica más hecha a si misma, mujer de carrera desde que llega a Nueva York buscándose la vida y también es cierto que con los hombres es un tanto pánfila. La Laura de la pelicula es una mujer más glamourosa, con una cierta chispa, pero eso es normal, en el cine y más en el de aquella época, se maquillaban ciertos rasgos de la personalidad para que no parecieran tan realistas y crudos . Es bien sabido la mala relación entre Vera Caspary y Preminger, sobre todo porque ella cedió los derechos para que los guionistas de la productora lo reescribieran y Preminger no paraba de carcajearse de que el guión de la peli era mejor que su novela, pero al final parece ser que Vera Caspary aceptó que el guión tal como estaba era necesario, aunque también afirmó que el personaje de Laura en la pelicula era más famosa por su "encanto personal" que por sus otras virtudes de mujer hecha a si misma. (Todo esto lo cuenta Vera Caspary en su autobiografia y que cita aqui The NewYorker
La novela está divididida en cinco partes cada una de ellas contada o por Waldo Lydecker, o por el policia Mark Mcpherson o por la misma Laura, y tengo que decir que las partes que más disfruté fueron las contadas por Waldo Lydecker, un personaje lleno de recovecos, obsesivo, culto y maniático (que a vez en la peli estuvo magnificamente interpretado por Clifton Webb). Las partes de Waldo son las más enganchantes porque a su vez nos va contando como es Laura, como es la imagen de Laura no solo para los demás, sino la imagen que él había querido hacerse de ella. Así que el retrato que Waldo nos hace de Laura Hunt no está completo del todo porque solo estamos viendo una Laura moldeada por él en su imaginación, no es tanto una chica de carne hueso como su ideal y él en si mismo es una especie de pigmalión. Lo mismo le pasa al policia, pero veo que Mark Mcpherson se siente más atraido por la imagen que da Waldo de ella, que lo que intuye él. En ese aspecto es una novela magnífica en su hondura psicológica.
Pero de las tres novelas que he leido de Vera Caspary quizás esta novela es la que menos me ha gustado, siendo magnífica como es, decae en la segunda parte una vez que se ha descubierto el giro, aunque tampoco sé si de no haber conocido este giro con antelación, la hubiera disfrutado más.
Es cierto que la Laura de la novela y la de la pelicula son un tanto diferentes: la Laura de la novela es una chica más hecha a si misma, mujer de carrera desde que llega a Nueva York buscándose la vida y también es cierto que con los hombres es un tanto pánfila. La Laura de la pelicula es una mujer más glamourosa, con una cierta chispa, pero eso es normal, en el cine y más en el de aquella época, se maquillaban ciertos rasgos de la personalidad para que no parecieran tan realistas y crudos . Es bien sabido la mala relación entre Vera Caspary y Preminger, sobre todo porque ella cedió los derechos para que los guionistas de la productora lo reescribieran y Preminger no paraba de carcajearse de que el guión de la peli era mejor que su novela, pero al final parece ser que Vera Caspary aceptó que el guión tal como estaba era necesario, aunque también afirmó que el personaje de Laura en la pelicula era más famosa por su "encanto personal" que por sus otras virtudes de mujer hecha a si misma. (Todo esto lo cuenta Vera Caspary en su autobiografia y que cita aqui The NewYorker
⭐⭐⭐
Laura, 1944, Otto Preminger
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