Libra, de Don Delillo

 
 


⭐⭐⭐⭐⭐

♫♫ ♫   I saved the world today, Eurythmics   ♫♫ ♫


"No se trata del propio Kennedy sino de lo que la gente ve en él.
[...]
¿Sabes qué significa para mí carisma? Significa que él guarda secretos, los peligrosos secretos que solían guardarse al margen del gobierno. Tramas, conspiraciones, secretos de la revolución, secretos sobre el fin del orden social. Si le quitas los secretos, se convierte en un don nadie."


Esta es una novela sobre Secretos. No cabe duda de que el asesinato de JFK fue el secreto mejor construido del siglo XX, un misterio que devino en múltiples teorías conspiratorias. No ha habido un enigma que haya generado más debate, un tema fascinante teniendo en cuenta los tiempos que corrían, un momento crucial histórico en Estados Unidos que de alguna forma rompió en pedazos un sistema perfectamente ensamblado de cara a la galería y que dio como resultado un país expuesto frente al resto del planeta. John Fitzgerald Kennedy era el hombre más poderoso del planeta y de repente fue asesinado, fue el blanco de ¿quién?? Lee Harvey Oswald fue el asesino oficial pero si fue así, entonces ¿por qué hoy se sigue debatiendo sobre este asesinato? Es un tema tan complejo, que aún hoy en día sigue resultando un misterio sin resolver: Fidel Castro, la mafia de Chicago, la guerra fria, la CIA… elementos que estuvieron envueltos en una trama donde Oswald de alguna forma fue el comodín de quita y pon.


"La verdad no es aquello que sabemos o sentimos, sino lo que aguarda más allá."


Y aquí entra Don Delillo en escena construyendo una novela fascinante en torno a este misterio centrándose sobre todo en el personaje de Lee Harvey Oswald, porque Don Delillo, como gran diseccionador de la sociedad, sabe que hay una página en blanco entre la historia oficial y las teorías conspiratorias que no paran de surgir desde 1963. Delillo sabe que la verdad está en algún punto de esta página en blanco así que toma personajes reales e históricos y los mezcla con personajes surgidos de su imaginación y va reconstruyendo una historia encajando las piezas y apoyándose sobre todo en el personaje de Lee Harvey Oswald, como centro neurálgico donde van confluyendo todas lineas argumentales. Desde el momento en que Delillo toma un hecho histórico y lo noveliza dotándolo de diálogos, anécdotas personales, reflexiones de sus personajes, consigue encontrar un punto de equilibro que la historia oficial nunca nos ha proporcionado. Claro que los diálogos son resultado de su imaginación e incluso la psicología de sus personajes, pero el esqueleto estaba ya ahí, solo que Delillo de esta forma resalta que tras los hechos oficiales había personas reales con sus pequeños momentos domésticos, por ejemplo y con sus historias personales que los hicieron confluir hasta verse sumergidos en en uno de los momentos históricos más trepidantes de la historia americana. Y tal como resalta en un momento de la novela, todos podríamos convertirnos en personajes de una trama...


"Llevamos vidas más interesantes de lo que creemos. Somos personajes de las tramas. Atentamente analizadas en todas sus afinidades y vínculos, nuestras vidas abundan en significados sugerentes, en temas y giros enrevesados que no nos hemos permitido ver en su totalidad."


La estructura de Libra es reveladora en su forma porque Delillo la divide en dos hilos narrativos perfectamente delimitados a través de capítulos:

- por una parte los episodios de la vida de Oswald desde su infancia hasta el momento del asesinato y su posterior muerte. Desde el primer momento que conocemos a Oswald, ese niño inseguro, outsider, y con dificultades de aprendizaje, el lector es consciente aquí de que Delillo ha construido un personaje de carne y hueso, cálido, lleno de recovecos, con sus luces y sus sombras, de múltiples matices, una persona que con sus inseguridades y su aislamiento, va definiendo una narración dotando de humanidad un hecho histórico por demás frio y caotico. A Delillo se le nota que está cerca de Oswald, sobre todo porque lo describe en varios momentos de su vida, aislado y queriendo llamar la atención a la vez, un personaje contradictorio donde los haya, pero la naturaleza humana es así, está llena de matices. Delillo nos muestra a Oswald en las diferentes etapas de su vida que lo definieron, su infancia en el Bronx, en los marines en Japón, su solitaria etapa rusa y su deserción y su posterior vuelta a los Estados Unidos que es cuando llama la atención de los conspiradores.


"Los ojos de Oswald son grises, azules, pardos, Conduce, no sabe conducir, Es tirador de primera y no le acierta a tres en un burro. El aspecto de Oswald es tan cambiante que sus fotos parecen de hombres distintos. Es robusto, frágil, de labios, delgados, de fracciones fuertes, extrovertido, tímido y con aire de empleado de banca, con el cuello como una columna de zaguero. Se parece a cualquiera."

[…]

"Asistía al cine y a la biblioteca. Nadie conocía las dificultades que tenía para leer frases sencillas, No siempre lograba tener una imagen clara de mundo ante sus ojos. Escribir le resultaba más penoso. Si estaba cansado, apenas conseguía interpretar cinco palabras correctamente, escribir una palabra sencilla sin confundir las letras.
Se trataba de un secreto que jamás revelaría.""


- y por otra parte, el otro hilo narrativo paralelo se concentra en las acciones que van definiendo a todos los participantes de la conspiración: agentes de la CIA totalmente fuera de control por la desilusión que les supuso el fracaso de Kennedy en la trama cubana de la invasión de la Bahia de Cochinos: estos podrían ser los primeros conspiradores. Algunos de ellos fascinantes como Win Everett a quién se le ocurre inventar un intento de asesinato fallido a Kennedy para culpar a los cubanos. Win Everett es el primero que idea esta trama, necesitan un chivo expiatorio a quien culpar y va diseñando un primer plan, que consistió precisamente en fallar el intento de asesinato pero tantos personajes implicados van haciendo cambiar este plan inicial y convirtiéndolo en algo mucho más complejo. Y aquí es una vez más donde brilla Delillo, no solo como escritor sino como absoluto conocedor de la naturaleza humana y de la historia porque en la historia hay mucho de accidental y de hechos no intencionados, ya lo decía Tolstoy en Guerra y Paz.


"Todos eran espectros, primos o crédulos, agentes dobles, correos engañados o desertores, o estaban relacionados con alguien que lo era. Todos estábamos enlazados en una descomunal coincidencia rítmica, concatenación o rumor, sospecha o deseo íntimo."


En medio de estas dos lineas argumentales paralelas entre Oswald y los conspiradores, se construye otra, de transición, y que sigue a Nicholas Branch un archivista de la CIA a quien se le asigna la tarea de reconstruir la trama de este asesinato a Kennedy. Branch podría ser el alter ego de Delillo en el sentido que intenta encontrar una verdad que está camuflada entre muchos personajes y datos, y por supuesto, escondida en una ingente cantidad de información, tal como bien define uno de los personajes de la trama: “Todo dato es inocente hasta que interesa a alguien, momento en que se convierte en información”. Esta es la información que tiene que desentrañar Branch/Delillo, y es aquí donde la estructura de la novela se convierte en algo realmente fascinante porque el lector se enfrenta a unos datos que podrían haber surgido de una película o de una novela, pero son reales. El lector toma consciencia de esto gracias a esta estructura en la que Nicholas Branch les recuerda continuamente que los datos que está manipulando no son ficción, sino que son hechos históricos puros y duros. Hay momentos en los que Branch se horroriza porque el peso de la información es tan ingente que le resulta imposible encontrar la verdad que hay detrás.


"Secretos que intercambiar y guardar, ciertos peligros, la posibilidad de moverme en puntos de tensión, de esgrimir un arma en la cara de la gente. Es una sociedad hechizada.
[...]
Trabajo de espía, trabajo secreto, inventamos una sociedad en la que siempre se está en guerra. La ley es muy poco flexible."


Hasta el momento Libra es la novela que me ha resultado más impactante de Don Delillo, no tanto por como nos presenta un hecho histórico tan llamativo y conocido, sino porque consigue dotar de auténtica humanidad un personaje tan mediático como Oswald, y no solo a él, sino a Margaret Oswald, su madre, o a Marina, su esposa rusa. Delillo presenta a Oswald como un idealista que quiso cambiar el mundo pero esa carencia de herramientas emocionales que le hizo ser un inadaptado durante su vida, le convirtió en una especie de chivo expiatorio casi inconscientemente. Oswald que estaba obsesionado por brillar y salir en el Times, lo consiguió y ahora aparece en todos los libros de historia, pero mucho después de muerto, y aquí está el gran talento de Delillo en su retrato de Lee Harvey Oswald, una persona en conflicto consigo misma, vulnerable y frágil, que llevo una vida de desesperación casi en silencio. Una novela asombrosa e impactante que me ha emocionado en muchos momentos por la forma en que Delillo nos presenta la naturaleza humana.


"Los libros eran privados, como algo que se encuentra y se oculta, un elemento de suerte que guarda el secreto de lo que eres. Los libros mismos eran secretos prohibidos y dificiles de leer. Modificaban la habitación, la dotaban de significado. Esos libros explicaban y transformaban la monotonía de su entorno, sus ropas raídas. Los libros le convertían en parte de algo."

[…]

"Caminó por el centro vacío de Dallas, en un domingo vacío en medio del calor y de la luz. Sintió la soledad que siempre le desagradaba reconocer, un aislamiento más vasto que Rusia, sueños más extraños , un resplandor blanco y mortecino que escuece."

 

 

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