Panthers y Museo del Fuego, de Jen Craig
⭐⭐⭐⭐⭐
"...cuando caminar era el placer definitivo, la única existencia posible, intentando entenderme dando paseos y siempre llegaba a mi destino con las ideas en apariencia más claras y la sensación de qué pensar es posible, y de que sé lo que hago o al menos lo que intento hacer. Creo conexiones cuando camino...”
Percepciones y pensamientos que pasan como ráfagas por la mente de Jenny en el transcurso de la mañana de un lunes cuando sale de su piso para dirigirse a una cafetería para devolver algo, un manuscrito que le fue entregado días antes en un velatorio. Toda la acción de la novela se desarrolla en el tiempo durante esa caminata mañanera... Últimamente este tipo de textos me los encuentro casi por casualidad, sin planearlo… ¿me buscan ellos o soy yo la que sin planearlo, los busca y los encuentra…? Da igual, el caso es que gracias a los Palido Fuego he tenido la suerte de apoderarme de esta novela fresca y brillante que me ha volado la cabeza.
“Mientras leías el manuscrito que aún no era un libro, descubrías que la experiencia de leer no es sino un acto de espera."
Mientras camina, entramos en la mente de Jenny desde el momento en que evoca como llegó el manuscrito escrito por Sarah, su amiga fallecida, a sus manos: Pamela, la hermana de Sarah insiste en que se lo lleve y lo lea. Se lo lleva pero no tiene ningún interés en él, solo cuando Pamela la llama poco después y le comunica que no lo lea y que se lo devuelva, es cuando Jenny decide hacer justo lo contrario, leerlo durante una madrugada, y no una sino dos veces, y tras leer el manuscrito, sufre una transformación. Así que cuando Jenny sale de su casa esa mañana, dias después, ya está transformada y es cuando comienza la acción: evoca su amistad con Sarah y su relación con su famliia cuando eran niñas y hace una especie de repaso de su vida, de sus amigos, de su anorexia, de sus libros, su trabajo en la radio, la religión ("Yo tenía que permitir que pusieran las manos sobre mi alma…"), la casa de recreo, Raf, sus inquietudes como escritora… pensamientos, recuerdos, que va hilvanando en una sucesión de percepciones encadenando temas.
"Al principio me alivió descubrir que el manuscrito no era nada -incluso ahora no parece nada- y sin embargo lo leí con el cerebro contenido; la idea de que el cerebro pudiera contenerse como la respiración me fascinó..."
Durante esta caminata cargando con el manuscrito la autora limita la estructura narrativa en varios compartimentos temporales: por un lado este paseo que es el presente de un lunes que enlaza con la preparación de una cena con su amigo Raf que transcurre el día antes y donde surge continuamente su toma de conciencia tras leer el manuscrito, y por otra parte toda una serie de flashbacks que tienen que ver con su relación con Sarah y Pamela, además de momentos que van surgiendo como ráfagas continuas, mientras camina, piensa, y tal como dice ella, establece conexiones.
"Recuerdo que hablábamos pero nada de lo que ella decía; recuerdo que yo pensaba pero no ponía nada en palabras."
El
paseo de Jenny es un viaje que hace el lector con ella, totalmente
activo, estableciendo las conexiones que van surgiendo a medida que
esta narración avanza, y el lector se va transformando a su vez, a medida que
la información va explosionando de la mente de la narradora. La
prosa de Jen Craig es la madre del cordero, el santo grial de esta
novela corta pero totalmente lúcida: las oraciones pueden
parecer que no tienen final a medida que van hilvanando percepciones
de una dirección a otra, pero es un hilo controlado que funciona
como un bucle hasta dar con la idea esencial. Sí
que recuerda a Bernhard
y
Sebald pero también a Walser, pero el estilo de Jen Craig aunque me
recuerda al hechizo hipnótico de Sebald, al tratar de temas
actuales, del aquí y del
ahora,
se hace mucho más cercano y directo. Esta novela me ha llegado el
año que he descubierto a Sebald y a Proust, el año que he leído a
La Amante de Wittgenstein… ¿mezcla de realidad, y de ficción..?
¿hasta qué punto la memoria ha falsificado nuestros recuerdos???
Una
de estas joyas invisibles rescatadas del olvido por Pálido Fuego, cuyo ojo
no falla y que me ha entusiasmado. Top 2022
La traducción es de José Luis Amores.
“Asimismo es probable aunque no sorprendente, dado el escenario que recuerdo, que el estado mental que me viene a la memoria cuando rememoro la casa de recreo sea también inquieto y confuso, y, por tanto, más oscuro de lo que en realidad fue, pero tal escenario es importante si se quiere entender cual era el fin de la casa de recreo…”
♫♫ ♫ EKKSTACY - i walk this earth all by myself ♫♫ ♫
Pintaza como todo lo de Palido Fuego
ResponderEliminarNo lo dejes escapar ;)
EliminarBuah, ya me la he terminado! Me ha encantado! Entre Kansas y Pálido Fuego, la buena lectura está asegurada! Hacía tiempo que no me identificaba tanto con ninguna novela!
ResponderEliminarvaya, que alegría me das :-) Yo también me sentí muy identificada, en muchos momentos, y lo fácil que lo hace la autora transmitiendo y tratando tantos temas a la vez. Qué bien que la hayamos compartido :-)
Eliminary acabo de leer tu reseña además... Estupenda!!!!
EliminarAy muchas gracias! Es cómodo, porque veo que vas muy por delante y me puedo parar en los que has disfrutado y cotillearlos y luego, como esta maravilla, leerlos!
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