El Relámpago (Inazuma), de Fumiko Hayashi
⭐⭐⭐⭐
♫♫♫ Out of the woods - Foals ♫♫♫
“Se guardaba en el corazón unas emociones fugaces que parecían llamar a vientos lejanos.”
Inazuma (El Relámpago) fue escrita en 1936 pero se desarrolla en la década de los años 20 en un momento en el que Japón estaba en plena transición abriendo tímidamente sus puertas a la modernidad, a la entrada de Occidente. Era también el Japón de antes de la guerra en la que sobre todo las mujeres apenas tenían muchas salidas excepto casarse. Ya en Nubes Flotantes abordé a Fumiko Hayashi una autora sorprendente por cómo le dio voz a las mujeres normales y corrientes, inesperada en cómo retrata tambén la realidad en toda su crudeza, sin edulcorar casi nada. Esta novela quizás no contenga la grandeza de Nubes Flotantes, pero a mi me ha llamado sobre todo la atención la forma en la que retrata el contexto social y familiar de la protagonista femenina, Kiyoko. Quizás el hecho de que Fumiko Hayashi, proviniese de un estrato humilde, que era lo raro en las mujeres que escribían en aquella epoca en Japón, es lo que dota a sus noveles ese nivel de realidad, de conexión con la calle y más que una historia concreta, está analizando una realidad en la que muchas mujeres no se resignaron a ajustarse a los roles que la sociedad exigía de ellas. Fumiko Hayashi fue una de esas mujeres, igual que lo fue Yukiko en Nubes Flotantes, y lo es la Kiyoko de esta novela, Inazuma.
“La lámpara se balanceaba en el techo y las largas siluetas de las tres mujeres que ocupaban la cocina se movían de un lado a otro. Las tres sombras desprendían angustia, cada una de ellas desde un ángulo diferente. La gata bajó desde la primera planta, haciendo ruido en cada peldaño que pisaba.”
Aunque no se pueda decir que esta sea una novela con un personaje central, porque las protagonistas son todas las mujeres de una misma familia, madre e hijas, que dentro de un marco familiar algo desestructurado, han tomado decisiones diferentes. Una madre casada cuatro veces, con cuatro hijos de diferentes hombres, y cuyas hijas cada una de ellas, tampoco se han ajustado a ciertas reglas. Desde el momento en que la madre, ha intentado ajustarse a esas exigencias sociales casándose, no una sino tres veces, saliendo malparada en cada una de sus experiencias, de alguna forma ha influido en la educación de sus hijos. La sociedad exige de ellas que se atengan a la regla de ser buenas esposas y madres, pero está visto que la realidad les tiene preparada otros planes. De estos hijos, desesperanzados, insatisfechos e infelices, la única que parece tener claro que no debe ni quiere ajustarse a estos planes de casamiento es Kiyoko, y aunque sea una novela coral, Kiyoko se convierte en una especie de personaje guía por lo que supone de abanderar una especie de rebelión en la familia y lo que puede significar para una mujer de aquella época irse a vivir sola, porque esta estructura familiar continuamente presionándola, le hace más daño que bien. En este aspecto se convierte en una historia de sufrimiento por parte de ella, con un continuo conflicto entre su independencia y la conciencia del deber en lo que se refiere a los lazos de familia.
“Al quedarse sola, Mitsuko se sintió vacía, como si estuviera dando vueltas sobre sí misma sin llegar a ningún lado; permaneció apoyada en el brasero, sin energías siquiera para preparar la comida.”
Al igual que en Nubes Flotantes, los personajes hablan continuamente de dinero, de cómo conseguirlo, de cómo robarlo, prestarlo o engañar vendiendo unas pocas posesiones, todo esto en un claustrofóbico contexto familiar en el que Kiyoko se siente cada vez más ahogada, planteándose llegado un punto desconectar completamente de esta esclavitud emocional que supone la familia. Fumiko Hayashi consigue retratar en Kiyoko a un tipo de mujer fuerte que se siente capaz de buscar su libertad incluso en contra de estas convenciones sociales en la que formar parte de la familia era el pilar esencial, abandonándola Kiyoko corria el riesgo de convertirse en una outsider porque para lo que Kiyoko es inaceptable no es tanto la institución del matrimonio sino la presión social que la obliga a considerar el matrimonio como una especie de contrato para conseguir un estatus, que le era imposible conseguir a las mujeres de la época que iban por libre. Fumiko Hayashi está continaumente incidiendo en esta presión familiar a Kiyoko en una suerte de escenas familiares en conversaciones en torno al dinero sobre todo. Aquí no hay glamour ni falsos romanticismos, sino simplemente la dura realidad del día a día. El estilo de Hayashi es directo, crudo y real a veces, con escenas de violencia atmósferica y violencia real sufridas sobre todo por ellas. No sentimentaliza ni esconde, sino que la autora pone sobre el tapete la dura realidad de las mujeres de la época. El Relámpago sin llegar a tener la brillantez de Nubes Flotantes, sin embargo comparte la extraordinaria visión de la época en Japón, la subsistencia del día a día y la dificultad para encontrar tu identidad sobre para ellas. Fumiko Hayashi siempre merecerá la pena.
La traducción es de Ana Megumi Suzuki.
"Ahora que
estaba completamente sola, la inseguridad crecía en ella como las
ramas de un árbol. Era una soledad pesimista, un dolor
frágil.
[...]
El interior del armario, el tatami y las
paredes se fueron convirtiendo en algo familiar para ella y, al fin,
Kiyoko consiguió sentirse liberada y con la tranquilidad de quien ha
encontrado un refugio."
Inazuma aka Lightning, 1952, Mikio Naruse
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