Carnicero, de Joyce Carol Oates

 

⭐⭐⭐

Después de un comienzo arrollador, tengo que admitir que a medida que iba avanzando más le iba viendo las costuras a esta novela y ya hacía la mitad ya fui consciente que el tono no iba a cambiar. Por mucho que adore a JCO, esta novela no se encuentra entre lo mejor que haya escrito: repetitiva y hasta aburrida, el problema que he tenido con ella puede estar en que no he reconocido su estilo aquí, aunque si la temática que es muy atractiva. Sin entrar en profundizar en el argumento, aquí la autora se ha limitado más bien a contar y repetir hasta la saciedad las técnicas del medico carnicero que además convierte en narrador durante la mayor parte de la novela. Los pequeños atisbos de las mujeres que forman parte de la historia, me han parecido pobremente esbozados. El flujo de conciencia tan característico en ella, loco y vibrante, aquí casi brilla por su ausencia. Un libro regulero de la Oates, es un libro bueno para cualquier otro autor que narre lo mismo, pero así y todo me ha aburrido soberanamente este Carnicero. El problema no es la historia sino en cómo elige narrarla, apenas dejando nada a la imaginación. 

Qué pena... pero al igual que llegado un punto yo puse el piloto automático para acabarla, tengo la sensación de que a JCO le pasó lo mismo. 

"Aunque padre consideraba la vagina un agujero infernal de suciedad y corrupción y que los genitales femeninos eran unos órganos repugnantes en cuanto a su diseño, función y estética, por interdicción del Señor, por allí nacimos nueve de nosotros, por los lomos de padre y la matriz de nuestra querida madre..

La fémina, esa mantis depredadora. Bajo la finura y los corsés, ¡vaya diablos!"