Lampedusa, de Steven Price

 


⭐⭐⭐⭐
 

 

"He was a man who had left middle age at the way other men will exit a room, without a thought, as if he might go back at any moment. He was fifty-eight years old. A sadness crinkled his eyes, a shyness, evident even in boyhood photographs."


Mientras leía El Gatopardo se me cruzó esta fantasmagórica novela de Steven Price que relata los últimos años en la vida de Giuseppe Tomasi di Lampedusa. Ha sido una experiencia interesante sumergirme en ella mientras leía El Gatopardo, porque ha resultado una especie de experiencia interactiva: por un lado la lectura del Gatopardo, memorable y adictiva a medida que avanzaba, y por otra parte, la Lampedusa de Price que relata precisamente el proceso interior que sufrió Giuseppe Tomasi di Lampedusa para crear un libro, un único libro, y que finalmente no pudo publicar en vida. La sensiblidad, el lirismo con el que aborda Price esta historia me ha hechizado porque está abordada desde un intimismo siempre conectado con el proceso de la creación artística. Establece una similitud entre Giuseppe Tomasi di Lampedusa y su personaje del Gatopardo, el príncipe Don Fabrizio, el primero porque sobrevivió a una guerra y se encontró a una Italia devastada tras la Segunda Guerra Mundial en los años 50, y el segundo, su personaje porque se vio sumergido en medio de una transición histórica, que fue la de la unificación de Italia.


"You are filled with hope, she said. And that is why you are sad."


Así que Price no solo consigue establecer estas similitudes históricas, sino además nos confronta ante la pregunta ¿hasta qué punto Lampedusa y Don Fabrizio se mimetizaban en una misma persona? ¿Estaba escribiendo Giuseppe Tomasi sobre sí mismo al crear a Don Fabrizio y construyendo el hombre que le hubiera gustado ser? Steven Price es también poeta, y leyendo “Lampedusa” se nota que le interesan mas cuestiones internas, íntimas relacionadas con la creación artistica, con los conflictos, las contradicciones y el sufrimiento que emanan al crear una obra. Sin embargo, Giuseppe Tomasi di Lampedusa, no era un escritor profesional, aunque había escrito poemas en la intimidad, sino que era un lector ávido, al que sus primos llamaban Il Mostro por cómo devoraba los libros: He read voraciously, in italian, french, english, and had done so for more than a half century. Il Mostro, his cousins called him, for the way he could devour a book. The Monster.” Quizás el hecho de no estar sumergido en el mundo editorial, de no estar embebido en estos círculos literarios, fue lo que le supuso el sufrimiento que vivió en estos últimos años cuando no consiguió publicar esta su única obra cuando ya se encontraba muy enfermo. De alguna forma escribió El Gatopardo sabiendo que eran los últimos años de su vida, y quería dejar una constancia de su vida y porque confiaba ciegamente que había escrito una obra magnífica. Es esta tristeza, esta melancolía que le acompaña una vez terminado El Gatopardo una consecuencia de la esperanza que había tenido en ella. Una esperanza que en vida no pudo cumplirse.


"What surprised him was the nature of the fear inside him, how little seemed to have changed. He supposed fear must be the one constant in his life. He could think back with great clarity to those fears of his childhood and see in them the seeds of the man he had become. It was fear that led to his shynessfear that led to his voracious reading. And, too, it had led to his writing of the novel."


Price conecta a Giuseppe Tomasi di Lampedusa con el príncipe Fabrizio porque los miedos que de alguna forma mantienen vivo a Giuseppe Tomasi, miedos que le han llevado a ser tímido, a encerrarse en los libros como un refugio, a llevar una vida más hacia el interior que hacia el exterior, de alguna manera se contraponen al personaje que él crea en el príncipe Fabrizio, a simple vista todo lo contrario a él porque no es para nada tímido, aunque si tiene una vida interior en la que observa la vida casi como desde un palco, y sin embargo, ambos hombres se encuentran hacia la parte final de sus vidas en la que se cuestionan todo. Price crea una novela en la que la muerte es un tema fundamental y esencial, porque está siempre presente en esta última etapa de la vida del escritor: no le tiene miedo al igual que el príncipe Fabrizio tampoco se la tiene pero ambos querrían dejar algunos asuntos zanjados antes de abandonar el mundo. "There were truths inside the story  that surprised him, that he had not intended. It felt at times as if he were overhearing  the novel speaking to itself.  But his prince's faith was a faith in tradition, in the fate of a bloodline, and at such moments Giuseppe saw that he had written his way through his own bitternesss, towards the man he might have wished to be. His prince stood alone, impassive, needing no one." Mientras leía la novela de Price pensaba que había creado una historia dentro de otra historia, porque aunque Price no intenta resucitar El Gatopardo si que consigue recrear la atmósfera de melancolía que emana de ella y porque para mí quizás lo esencial de esta magnifica novela no es tanto el argumento en sí en torno a la vida de Giuseppe Tomasi, sino cómo nos describe lo que es el proceso de parir un libro, cómo se crea una novela, como la concibe y el sufrimiento que conlleva llevarla hasta su final, más en el caso de Giuseppe Tomasi que no puedo verla publicada. Rechazada por Mondadori y Einaudi en vida, fue Giorgio Bassani quién la publicaría en 1958, un año después de su muerte.


"Had Stendhal believed in eternity? He had written that a person, no matter how insignificant, ought to leave behind some chronicle on their time on this earth, some accretion of their collected memory and experience. That was the only eternity. He, Giuseppe Tomasi di Lampedusa, had created nothing. The regret he felt  surprised him. Time was running out for everyone."

"Literature for him had always been charged with its own self-doubt, one novel inexorably questioning a predecessor, one writer's faith scraping away at another's. This was its truth. He had learned over a lifetime of reading  that no word could be the only word  and that art held value precisely because it answered nothing. All It could do was ask the old questions, over and over.

What Virgil  had feared, Eliot had feared. Homer"s longing had been suffered by Stendhal. No book made any other less necessary."


Steven Price recrea con fidelidad los datos históricos en torno a Giuseppe Tomasi di Lampedusa relacionados con su vida, su familia, su pasado, sin embargo, no abusa de los flashbacks ni le interesa convertir este libro en una biografía, nada más lejos de esto. Consigue crear una obra muy poética en la que se centra sobre todo en la vida interior del autor del Gatopardo, por supuesto producto de la imaginación de Price, pero en este aspecto creo que triunfa a la hora de mostrarnos a un Giuseppe Tomasi tan contemplativo como lo pudo ser su príncipe Fabrizio. En definitiva, agradezco el momento casual (o no) en que se me coló Lampedusa de Steven Price mientras investigaba datos durante la lectura del Gatopardo porque me he encontrado con una novela que ha enriquecido esta lectura como ninguna. Ambas obras se complementan a la perfección.


"What troubled him was how little would stand in his place, once he was gone. How little he would leave behind. He did not believed there was life beyond the grave and when he prayed to his mother he knew the words were just that, words. She was nowhere."

 

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