Ser amigo mío es funesto, de Joseph Roth & Stefan Zweig (Correspondencias 1927-1938)
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"Querido y muy distinguido señor Stefan Zweig:
Muchas gracias por la asiduidad con que me escribe usted sin reparar en mi silencio. ¡Siga haciéndolo, por favor!"
"¿Cómo vive usted? ¿Qué escribe? ¿Cómo se siente?"
(Joseph Roth, 1930)
Resulta sorprendente lo que unas cartas pueden llegar a revelar sobre unas personas y sus vidas, en este caso concreto las de dos escritores Joseph Roth y Stefan Zweig que comenzaron a escribirse por la admiración mutua que se tenían sin conocerse físicamente prolongando una amistad que duró algo más de diez años hasta la muerte de Joseph Roth de un ataque al corazón en 1939. "Fue muy bueno verle, y espero que también lo fuera para usted. Era usted diferente a como me lo había imaginado, posee una sabiduría, que yo antes no había percibido. No olvidaré la lluvia en la noche, usted es para mí una parte de la noche y de la lluvia." (JR a SZ, 1929) Ese querido y muy distinguido señor Stefan Zweig se convierte en Querido (caro) amigo al poco tiempo de conocerse, unas cartas además que en el caso de Joseph Roth, que llevó una vida de autodestrucción casi agónica, volcaba todo en ellas. Una autodestrucción que no le dejó llevar su arte hasta el final ni relajarse nunca como hubiera querido ya que siempre estaba sin blanca, pero sí que en estas cartas a Zweig puede desvelarse lo que en sus novelas, algunas irregulares por su eterno problema con el alcohol, no consiguió desvelar.
"Tengo cuarenta y un años. Durante quince años he comido pan a secas. Luego vino el pan con mantequilla. Luego vino la guerra. Luego vinieron diez años de subsistencia. Luego vinieron los anticipos. Periodismo. Trabajo repugnante. Humillación. Dieciséis libros. Al cabo de cinco años, el éxito, unido a las desgracias privadas, o sea, ninguno. Prestamos, ser engañado. Hitler. Siempre preocupaciones por los demás."
(Joseph Roth, 1935)
Yo diría que en estas cartas Roth se expone completamente ante Zweig porque aunque en muchas de ellas parecen puras lamentaciones en las que se queja de la falta de dinero y del rumbo destructivo de su vida, las cartas de Roth están llenas de vida, de ideas, de confesiones personales y políticas, incluso de broncas y de continuos sablazos pidiéndole dinero a Zweig pero también de un profundo afecto y admiración por Zweig." Se lo ruego, se lo ruego, sálveme, me voy a pique sin duda, no puedo despertarme noche tras noche con un miedo cerval a la mañana, al camarero, al correo. Merodeo de puntillas, como un criminal a quien se acecha, me tiemblan las manos y los pies, y me encuentro medio seguro una vez que he bebido."(Joseph Roth a Stefan Zweig, 1935) Las respuestas de Zweig que son mucho más comedidas y conservadoras, eternamente paciente a los exaprubtos de Roth, responden a dos diferentes formas de ser porque realmente estas correspondencia también se puede analizar como la evolución de un amistad ("Considero la amistad la patria verdadera"), una amistad que fluctuará, como casi todas las amistades, dependiendo de los estados de ánimo sobre todo de Roth y porque las perspectivas en las diferentes etapas van cambiando estableciéndose dudas, malentendidos e incluso distancia, pero así y todo, Stefan Zweig nunca abjuró ni abandonó a Roth.
"Toda amistad conmigo se echa a perder fácilmente. Yo mismo soy un muro de lamentaciones, un montón de escombros. Usted no sabe qué oscuro está en mi interior. No sé si usted, pese a su preciso conocímiento de mí, ha podido percibirlo todo. Porque para algunas tinieblas, no tiene usted, por fortuna vista alguna. Tiene usted el don de poder desviar la vista de las tinieblas."
La cita elegida para dar título a esta Correspondencia es muy acertada porque además, verderben es un verbo alemán que incide sobre todo en lo que se descompone, se arruina, se deteriora, se pudre, que es un aviso del mismo Joseph Roth (Jede Freundschaft mit mir ist verderblich), una frase en la que prácticamente Roth le vaticina a Zweig de que todo lo que toca se descompone o se acaba estropeando, incluso las mujeres de su vida (“No soporto que una mujer sufra por mí. Esta es la cuarta”) La tragedia en la vida de Joseph Roth le viene desde su primera juventud por las carencias de niñez que nunca consiguió superar; tuvo una vida mucho más dura que la de Stefan Zweig, con orígenes completamente diferentes y así y todo, fue una amistad que les permitió compartir procesos de su creación artística, consejos personales e intereses literarios. "Solo conozco el mundo, creo yo, cuando escribo y cuando dejo la pluma estoy perdido. El alcohol no es una causa, sino probablemente una consecuencia que empeora, sin duda, la situación." (Joseph Roth, 1935)
Joseph Roth en 1930:
“¿A quién no le asquea la política? Tiene usted razón, Europa se suicida. Y la manera prolongada y cruel de ese suicidio se debe a que quién lo comete es un cadáver. Esta decadencia tiene una endiablada semejanza con una psicosis. Parece el suicidio de una psicótica. El diablo gobierna realmente el mundo. Pero sigo sin entender a los extremistas de las dos alas. Odio el extremismo."
Joseph Roth en 1933:
'”Entretanto sabrá usted que nos aproximamos a grandes catástrofes. Aparte de lo privado, nuestra existencia literaria y material queda aniquilada., todo conduce a una nueva guerra. No doy un céntimo por nuestras vidas. Los bárbaros han conseguido gobernar. No sé ha haga ilusiones. Gobierna el infierno."
"Lo que le escribí a usted es verdad: nuestros libros son imposibles en el Tercer Reich. Ni siquiera nos anunciarán. Tampoco en el boletín de los libreros. Los propios libreros nos rechazarán. Las tropas de asalto de las SA reventarán los escaparates.
No se relacione con nadie. Hágase a la idea de que los 40 millones que escuchan a Goebbels están muy lejos de hacer una distinción entre usted, Thomas Mann, Arnold Zweig, Tucholsky y yo. Nuestro trabajo de toda la vida ha sido en vano.
Está restauración nacional llega hasta la más extremada locura: es exactamente lo que en psiquiatría se conoce como enfermedad maniaco-depresiva. Así es este pueblo. ¡No proteste de ninguna manera! Calle o luche, lo que le parezca más prudente."
Esta correspondencia
se puede entender también como el libro ideal para comprender el
periodo de entreguerras, y casi puede funcionar como un relato en vivo
y en directo de los acontecimientos históricos del momento, la
llegada del nacionalsocialismo y como este hitlerismo formó parte de
la autodestrucción en la que se vio sumergido el obsesivo y
visionario Joseph Roth, que más que una mirada puesta en el pasado, tenía su mirada puesta en ese presente vaticinando un futuro que él
sabía que traería el terror a Europa, y no solo supo ver desde el
principio lo que traería el nacionalsocialismo y se exilió
enseguida, sino que continuamente sus esfuerzos estaban puestos en
que Zweig hiciera lo mismo.
"No se hace usted cargo de los acontecimientos.
Titubea y no acaba de aclararse. Usted no tiene mis reacciones bruscas. A esa gente la trato yo con la fusta. Usted con toda su nobleza, no entiende el instinto del portero. No ha visto a los prusianos como yo. Los conozco del frente. Mal rayo les parta."
Unas cartas que han resultado una lectura impagable no solo porque suponen una crónica de unos tiempos que siempre me han interesado especialmente sino por ese testimonio de la amistad de dos escritores de un siglo XX, en los que marcaron sobre todo su compromiso con unos valores tendentes a desaparecer por la etapa de terror en la que se vio sumergida la Europa de la primera mitad del sigloXX. Y porque me ha subyugado el Joseph Roth de las cartas, impulsivo, en continua guerra con las editoriales, destruido por el hitlerismo pero siempre y profundamente consecuente con sus ideas. De no haber sumido su vida en esta ola autodestructiva, quizás hoy sería Roth de los más grandes; sus cartas, casi más que sus obras, muchas de ellas irregulares por esta destructividad suya, lo demuestran. Qué pena que su genio se apagara tan pronto 🖤
La traducción es de Joan Fontcuberta y Eduardo Gil Bera.
"Pero en el mundo está todo a oscuras. Y también para nosotros, individuos.
Todos nosotros hemos sobrevalorado el mundo, también yo, que soy de los absolutamente pesimistas."
(Joseph Roth a Stefan Zweig, 1933)
Ya hablamos en instagram sobre esta entrada, nunca me ha gustado mucho el genero epistolar, pero aquí hablamos de algo más. Es una disección de dos almas atormentadas que fueron arrolladas por la historia.
ResponderEliminarSaludos
Sí, el momento histórico que les tocó vivir acabó con ellos, imaginate de todo lo que fueron testigos de la noche a la mañana, el hombre convertido en una bestia, la oscuridad total. . Lo q comentamos en IG sobre las tinieblas y Zweig, que no pudo con ellas. Roth, sin embargo como las vio mucho antes, y fue muy consciente de ellas todo el tiempo, las combatía autodestruyéndose. La verdad es que no había leído cartas como estas antes, y creo q es más bien por Roth pq se dejaba la vida en ellas. Gracias Beau
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