La Sibila, de Agustina Bessa-Luís

 


⭐⭐⭐⭐⭐

♫♫ ♫    Here She Comes Again, Röyksopp   ♫♫ ♫


"Era ahora una mujer tan consciente de sus valores que había alcanzado ese supremo estado de libertad que es el de no desear imitar a nadie, ni esperar de nadie ninguna cosa."


Agustina Bessa-Luís…, todavía estoy medio hiperventilado por la inmensidad de esta autora, una escritora para quitarse el sombrero y no solo por lo que cuenta sino por CÓMO lo cuenta. No he leído apenas literatura portuguesa salvo a Eça de Queirós y alguno más, todos hombres, pero también es verdad que Agustina Bessa había estado bastante escondida, una invisiblidad que aquí en España Athenaica Ediciones se ha encargado de zanjar y les reconozco el mérito porque no es una autora fácil para adentrarse en ella. A priori hay que dedicarse plenamente a ella, a su prosa, a ese estilo tan particular, regodearse en sus párrafos, con pausas, de frases repensadas con mucha más chicha de lo aparenta a simple vista. Párrafos que hay que releer por la lectura entrelíneas, por cómo cuestiona ciertos estereotipos de la época desde su entorno más íntimo, sin grandes algarabías, desde dentro, desde la vida rural y doméstica donde mujeres fuertes se enfrentan a este día a día sin sentimentalismos…, en definitiva, una autora extraordinaria e inolvidable que me ha presentado a personajes femeninos llenos de matices, algo nada común en la literatura de la época.


"El equilibrio era casi, para aquellas mujeres, una forma de genio; y lo que las hizo siempre tan originales, ya que el equilibrio entre los nervios y la razón es lo que hay de menos vulgar en las criaturas humanas."


Joaquina Augusta, la Sibila, conocida como Quina, es la dueña y señora de la casa de Vessadas y aunque hay varias mujeres en esta novela, es ella Quina, la Sibila el hilo conductor de una historia donde veremos como Agustina Bessa-Luís nos presenta a mujeres que en apariencia parecían sometidas y sin embargo, se puede decir que ese sometimiento era totalmente engañoso porque, en este mundo rural, si no eras una mujer empoderada, fuerte e indomable era difícil sobrevivir ("...porque los nombres de las casas se transmiten por los hijos varones, pero sus costumbres son herencia de mujeres.") así que mientras leía esta novela soberbia me encontraba pensando más de una vez en el ríete-tú-de-las-mujeres-empoderadas-de-este-siglo-XXI en comparación a estas mujeres de la raza galaico-portuguesa que nos presenta Agustina Bessa. Son muchos los personajes que van surgiendo en esta novela, pero la fuerza está sobre todo en los personajes femeninos porque aunque ellas estén encerradas en el hogar, en el campo, no por ello no significa que no ejerzan un poder subterráneo.


"El contacto opresivo con los problemas radicales de la vida la había moldeado desde la infancia, la había hecho madurar deprisa, la había vuelto incapaz de divertirse con aquellas cándidas muchachas a quienes el bienestar retardaba, prolongándoles los tiempos infantiles."


No se puede decir que esta novela tenga un argumento definido, su argumento es la vida misma que nos narra Agustina a través de Quina desde su infancia en la casa de Vessadas y a través de ella iremos percibiendo que aunque hay hombres en la familia, será Quina, la Sibila, la que irá controlando el destino de la familia. Puede parecer en algún momento que ciertas ideas no están desarrolladas, sobre todo las relativas a la forma en que Quina menosprecia la sumisión de cierto género femenino cuando apuestan por el matrimonio, pero vuelve a ser una impresión engañosa porque toda la novela en sí misma es un continuo análisis de cómo la mayoría de estas mujeres se vieron forzadas a hacer sus elecciones. También es cierto que la lectura de la Sibila puede suponer hasta una experiencia casi metafisica porque durante la lectura noté que se difuminaba esa linea del tiempo e incluso del espacio físico… porque se tiene la impresión de  una historia situada en cualquier época o en cualquier lugar. Y Agustina ahonda tanto en la psicología de sus personajes, que hay momentos en el que la historia parece que no avance y sin embargo, como el fluir de la vida, avanza continuamente casi sin que nos demos cuenta.


"Amadas, sirviendo a sus señores, llenas de un mimo doméstico e inconsecuente, convertidas en abyectas a costa de serles negada la responsabilidad, usando el amor con instinto de ganancia, parásitas del hombre y no compañeras."


Por este motivo, advierto que no se puede leer a Agustina Bessa-Luís deprisa y corriendo, avanzando en la trama, sino que lo mejor es dejarse llevar sin dejar de disfrutar de sus disgresiones en torno a la naturaleza humana. Regodearse en momentos en los que se detiene por ejemplo, en un personaje fascinante como es la condesa de Monteros, con sus luces y sus sombras, o cuando la misma Quina, con su agudeza habitual, sirve como una especie de puente entre los roles de género tan marcados: en Quina se aúna tanto la intuición femenina como ese empoderamiento que hasta ahora solo lo habían ejercido los hombres. Una novela profundamente universal donde la prosa de Agustina Bessa-Luís tiene la misma fuerza de sus mujeres. Una joya.

Y de nuevo (y una vez más), graciasss Hyp, por esta recomendación, sublime.

La traducción es de Isaac Alonso Estravís.


"¿Qué había sido la vida de Quina sino un constante combate en la oscuridad? ¿Qué había hecho ella sino aspirar a ser diferente de los demás, sosteniendo, para eso, la más ardua y humana de las batallas?

 

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