[ DESTELLOS 1948 ] Albert Camus y María Casares: Correspondencia 1944-1959

 



Traducción: María Teresa Gallego Urrutia / Amaya Garcia Gallego

Editorial Debate.



♫♫ ♫  Forever, Röyksopp  ♫♫ ♫


 "….pero tengo que reconocerlo, es una felicidad algo difusa, algo abstracta, y la abstracción nunca ha saciado a ninguna mujer, o al menos a mí no."

(María Casares a Albert Camus)



"...pero también pasa esto otro, que estoy en una crisis y rodeado de dudas que hacía años que no tenía. Me parece natural recurrir a ti y no me avergüenzo de ello". 

(Albert Camus a María Casares)




Correspondencia 1948


“Allí es donde he encontrado tus dos cartas mezcladas con otras, en un fajo que Ángeles le habia dado a Janine para que me las entregara y que llevaban ahí pudriéndose desde el miércoles. A partir de ahí el día me ha parecido maravilloso; y a ellos nunca los había querido tanto.” 

(Maria Casares a Albert Camus, 1948)



“Hago otro tanto pero, de vez en cuando, cuando estoy sola, me puede la preocupación y noto que me hundo un poco. En parte por eso prefiero abstenerme de releer las páginas que te envío junto a estas. Seguramente dejarán entrever mis momentos de desaliento y por nada del mundo querría yo que te preocupases.” 

(Maria Casares a Albert Camus, Agosto 1948)



“¿Por qué se me habrá ocurrido la idea peregrina de releerme? Nunca lo hago, sobre todo cuando te escribo a ti, y hoy, sin saber por qué, me he sorprendido haciéndolo.”

(Maria Casares a Albert Camus, Agosto 1948)



“A ver, ¿qué has hecho durante esta mortal semana? Una de las razones por las que dudaba en pedirte que me escribieras era también el deseo de no agobiarte, de no obligarte a pensar que estaba esperando y que tenías que escribirme.”

(Albert Camus a María Casares, 1948)



“Tiempo, solo necesito tiempo, y solo tengo una vida!” 

(Albert Camus a Maria Casares, 1948)



"Esta noche quise caminar por la ciudad, vacía como siempre después de las nueve. Y luego la lluvia de aquí, violenta y breve. En la ciudad desierta, me daba la impresión de estar en los confines del mundo. Al volver a mi habitación tuve la curiosa impresión de que iba a encontrarte allí. Pero la habitación estaba vacía y me he puesto a escribirte. 

(Carta de Albert Camus a María Casares, diciembre 1948)



"Hoy voy a comer a casa de mi madre, en el suburbio donde pasé toda mi juventud. ¿Qué tal tu almuerzo de ayer? Daría una mano entera (estoy exagerando) por pasear esta mañana contigo por delante de la mar y por enseñarte a amar lo que amo, maldita hija de los vientos. Anda, me da el sol en el papel y escribo estas líneas en el centro de un charco de oro." 

(Albert Camus a Maria Casares 1948)



"Pensaba que tu carta me iba a llegar ayer. Pero debí echar mal la cuenta. El cartero vino, pero sin ti."

(Carta de Albert Camus a María Casares, 1948) 



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