El quinto en discordia, de Robertson Davies (Trilogía de Deptford #1)

 


⭐⭐⭐⭐

♫♫♫ Tell me why - Neil Young  ♫♫♫

 

“- Pero todo hombre lleva dentro un demonio, y un hombre de excepcional calidad, como tú, Ramsay, lleva un demonio igualmente excepcional. Debes aprender a conocer a tu demonio personal e incluso a su padre, el viejo diablo […] ¿Por qué no estrechas la mano de tu demonio, Ramsay, y cambias esa estúpida vida tuya? ¿Por qué, por una vez, no haces algo inexplicable, irracional, a cuenta del demonio y solo porque sí? Serías un hombre distinto.”


No quiero alargarme mucho en este comentario sobre una novela que he releído, parece que últimamente se ha convertido en una costumbre releer cuando es algo que normalmente no hacía; pero es cierto que hay libros que leí mil hace años y tengo curiosidad por la impresión que me causarían ahora. En este caso concreto, reconozco que la aproximación a esta primera parte de la trilogía de Davies no tiene nada que ver con las impresiones que habían permanecido en mi recuerdo. Sobre todo tengo curiosidad por comprobar la percepción de esta novela en relación al conjunto de las tres, una vez completada la trilogía. De la primera lectura se había quedado grabada en mi memoria la bola de nieve y la fuerza que tuvo este impacto en la vida de sus personajes, una bola de nieve que es un hecho aparentemente nimio a través del cual Robertson construye una novela entera porque del principio al final está esa bola de nieve presente a través de cuatro de sus personajes convirtiendo en víctimas a Mary Webster y su hijo Paul. ¿Se podría considerar también a ésta una novela de iniciación? No lo sé, en principio tendría todas las papeletas pero realmente seguiremos la vida de Dunstan Ramsay hasta el final de sus días, así que se puede decir que El quinto en discordia refleja a la perfección la idea de que la vida en sí misma es una vida de formación, y de aprendizaje continuos como bien lo demuestran las memorias de Ramsay.


"¡La juventud es una época terrible! ¡Tantos sentimientos y tan pocas nociones de cómo controlarlos!."


El quinto en discordia es una novela contada desde el punto de vista de Dunstable Ramsay, en forma de una carta que sirve también como memoria de una vida, dirigida al director de una escuela para la que Ramsay había enseñado muchos años. Empieza narrando su vida en 1908 viviendo en la pequeña ciudad de Deptford Nuestro pueblo era tan pequeño que se estaba en él de repente, carecía de la esa dignidad que otorgan unas afueras” y hay que decir que comienza estas memorias justo con el incidente de la bola de nieve, como si fuera realmente el momento en que empezó a vivir, a ser consciente de su vida ya con diez años, que no solo marcará su futuro, sino que atará a una mujer a la vida de Ramsay para siempre. El incidente en forma de una bola de nieve que lanza Boy Staunton a su amigo/enemigo Ramsay, es la gran piedra angular de la novela a la que Ramsay volverá una y otra vez. La bola de nieve en vez de golpear a su objetivo que era Ramsay, golpea en la nuca a Mary Webster, una mujer embarazada y que debido a este shock y golpe sufre un parto prematuro. Tanto Mary Webster como su hijo nacido prematuro, Paul, estarán a las puertas de la muerte lo que influirá para siempre a Ramsay. Boy Staunton lanza la bola de nieve y sin embargo este incidente no significará nada para él, sin embargo, para Ramsay lo significará todo. La culpa de los estragos causados por la bola de nieve perseguirán a Ramsay cuando es un niño y ya no le abandonarán, un sentimiento de culpa firmemente asentado en su educación presbiteriana...


"De modo que me quedé solo con mi sentimiento de culpa, que me torturaba. Como niño presbiteriano, estaba muy familiarizado con el concepto de la condenación. Entre los libros de mi padre había un ejemplar del Infierno de Dante, los libros de esa clase eran habituales en aquella época en las zonas rurales, y es posible que ninguno de nosotros fuera realmente consciente de que Dante era católico."


A partir de este momento seguiremos la narración de Ramsay, su juventud, sus años en la guerra, las mujeres de su vida, las relaciones que va estableciendo y su obsesión por el aprendizaje. Su sentimiento de culpa sin embargo, por el hecho de que Mary Webster quedara profundamente afectada ya para siempre por esa bola de nieve, es un hecho del que nunca pudo liberarse Fue un mal asunto. Parecía una buena persona y luego… ¡se volvió loca! Y todo por aquella bola de nieve.” A través de una serie de hechos, Ramsay idealizará a Mary Webster y la convertirá en una especie de salvadora/santa a raíz de una serie de incidentes en su vida relacionados con la muerte; realmente su percepción estará un poco distorsionada por ese sentimiento de culpa ya que a Ramsay en ningún momento se le ocurrirá pensar que igual sin esa bola de nieve, la vida de Mary Webster hubiera sido la misma.


"Piense en el verdadero problema: ¿quién es ella? Me refiero a quién es en el mundo personal de usted. ¿Qué personaje interpreta en su mitología?"


La vida de Ramsay es una vida de aprendizaje y no solo ha viajado ha conocido mundo como soldado de la Gran Guerra y como escritor sino que también conoceremos a algunas de las mujeres de su vida, sin embargo nunca ha podido establecer compromisos, “La echaba de menos a menudo, aunque no hasta el punto de escribirle para preguntarle si podíamos retomar nuestra relación. Sabía que Diana se habría interpuesto en la vida que yo quería llevar. Sin embargo, eso no evitaba que, frecuente y dolorosamente, la deseara. Yo era un desgraciado, egoísta y amargado, ¿no le parece?”, a partir de la huida de Diana, la única mujer con la que igual podría haber establecido un compromiso de por vida, Ramsay se mantendrá alejado de cualquier relación profunda con las mujeres que se crucen en su camino, el único compromiso real que tendrá durante toda su vida será con Mary Webster, un compromiso moral y ético y que por ese sentimiento de culpa obsesivo hacia ella, se convertirá en una especie de protector y la visitará asiduamente. Sin embargo, y llegado un punto, este compromiso moral que se autoimpone se convertirá también para él en una esclavitud de por vida era como si estuviera obligado a visitar una parte de mi propia alma condenada a vivir en el infierno.”


"¡Ah, el caballero! ¡Ah, el santo! La amabas, pero jamás le regalaste nada, ni le hiciste un cumplido, ni la invitaste a cenar, ni intentase darle lo que Faustina entiende por amor: una dulce convulsión física compartida con una persona interesante."


Cuando el amor asalta a las personas de mediana edad que han alcanzado el éxito, conlleva un reforzamiento de la personalidad y la determinación que convierte los amores juveniles, por comparación, en tímidos y fallidos. Esas personas no se ven asaltadas por las dudas, saben lo que quieren y van a por ello.”



En esta novela me intriga especialmente el tono del narrador, Ramsay, ya que se retrata a sí mismo siempre desde una modestia, quitándose importancia cuando realmente siempre estuvo en todos los acontecimientos importantes de la gente de su entorno, siempre necesario, buscado, el paño de lágrimas, el amigo que se sacrifica, riéndose de alguna forma siempre de sí mismo, así que estas memorias no dejan de ser, a mi entender, otra cosa que una forma de autoafirmarse, de  gritar a los cuatro vientos su importancia y que le reconocieran sobre todo en su relación con su amigo de toda la vida, amigo y rival eterno, Boy Staunton. Por eso, de alguna forma, estoy intrigada por la percepción que podré tener de Ramsay en los dos volúmenes siguientes de esta trilogía, porque no me termino de fiar de su narración y porque en el fondo he visto a Ramsay como un hombre egocéntrico, obsesionado por ser amado y reconocido aunque huyera continuamente de cualquier compromiso e incluso en relación a su amistad con Boy, no hay una auténtica empatía porque soterradamente persistía en él un no mojarse en los asuntos realmente importantes, de no ser del todo auténtico en sus relaciones con los demás, primando siempre el intelectual sobre el emocional y afectivo.


“Nunca llegarás a ningun sitio con un nombre como el de Dumbledum Ramsay. ¿Por qué no te lo cambias a Dunstan? San Dunstan fue un hombre maravillos, muy parecido a ti: estaba loco por el aprendizaje, era terriblemente estirado, duro y severo, y resultaba un verdadero genio a la hora de resistir las tentaciones.”


La narración de Robertson Davies fluye, incidiendo directamente en lo importante casi sin esfuerzo tocando los temas recurrentes de la vida como pocas veces he visto. Davies pasa por toda una vida hablando de la ilusión, de la búsqueda continua que tiene el ser humano por la verdad, aunque realmente la mayor parte de esta vida es ilusión, expectativas y magia. Me muero de curiosidad por comprobar que me va a aportar Manticora en este retrato de conjunto, y también tengo curiosidad por comprobar si Robertson Davies es capaz  de crear retratos femeninos menos estereotipados de los que me he encontrado en El quinto en discordia, que es quizás una traba que pueda ponerle, pero claro, también está la duda de si estos estereotipos femeninos no vendrán realmente por la parte de su narrador, Ramsay, que las veía a todas o sumisas y medio lelas, o demasiado espabiladadas y controladoras. ¿Dónde está la mujer de verdad? ¿Era un problema de Ramsay o del mismo Robertson Davies? Espero resolverlo en “Manticora”. Una novela para disfrutar y en la que el ritmo no decae en ningún momento

La traducción es de Natalia Cervera.


La vida en si misma es un milagro demasiado grande para causar tanto alboroto por pequeñas inversiones de lo que pomposamente tomamos por el orden natural.”

 


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