Veneno y sombra y adiós, de Javier Marías (Tu Rostro Mañana #3)

 

⭐⭐⭐⭐⭐

 ♫♫♫ The River - Chromatics ♫♫♫

 

"A mí me estaban ocurriendo cosas que había callado  en la distancia: había perdido pie sin duda, o asideros, o juicio [...] Y en efecto llevaba una existencia más fantasmal cada día, inmerso en el estado onírico  del que vive en país ajeno y empieza a no pensar siempre en su lengua, muy solo allí en Londres aunque rodeado de personas a diario, eran todas del trabajo y no cuajaban como amistades puras."


"¿Por qué te digo estas cosas? Ni siquiera estás aquí.
(Why do I tell you these things? You are not even here)."


Por fin se ha completado el ciclo de este Tu Rostro Mañana, una lectura que realmente no tenía planeada, pero se coló de repente, no sé por qué, imagino que por alguna frase o algo que me recordó que hace ya mucho que no leía a Javier Marías, así que se entrometió ahí de pronto entre mis lecturas,. Una trilogía, que ahora recién terminada, la considero una de estas lecturas vitales que ya me han marcado, al igual que me pasó con los Relatos Autiobiográficos de Bernhard o En busca del tiempo perdido de Proust: sin ninguna duda tengo que encajar Tu rostro mañana entre estas lecturas, porque entre otras cosas, una vez acabé, veo a Deza por todas partes, al igual que sigo viendo a Marcel o al narrador de la autobiografía de Bernhard. Proust decía en La Recherche que Cada lector es, cuando lee, el propio lector de sí mismo" y realmente esto se cumple también aquí en Tu Rostro Mañana, porque en estas lecturas tan vitales y conectadas con uno mismo por la forma en que el autor escarba y rastrea en el interior de sus personajes, si te reconoces en ellas, en aspectos, momentos reflexiones, aquí es dónde surge el milagro. Finalizar este tercer y último volumen de Tu Rostro Mañana admito que ha creado un vacío tras la ausencia de alguien conocido que se marcha. A Marcel todavía lo sigo echando de menos y lo sigo viendo en todas partes después de meses de haberlo terminado, y ya me está pasando también con el Deza de Javier Marías: lecturas que acaban emergiendo casi como un espejo de uno mismo, Jacobo, Jaime, Jacques, Jack…Deza, podría ser cualquiera de nosotros. Leyendo a Javier Marías siempre tengo la impresión de que es de sí mismo de quién habla, y en este Tu Rostro Mañana más que nunca, y él mismo confiesa en el epílogo que sin la vida prestada de su padre, Julián Marías, este libro no se habría podido escribir.


"Y se convertiría de pronto en el vínculo de mi olvido Descubriría que me había acostumbrado del todo, quiero decir, hasta el punto  de no extrañarme al abrir los ojos ni preguntarme más por ninguno de ellos. Serían mi cotidianeídad y mi mundo..."

A todos los efectos soy español, y estoy aquí solo temporalmente. Bueno, eso creo, así me siento, aunque vete a saber si no acabaré por quedarme.”


Veo toda la trilogía de Tu Rostro Mañana como el punto de inflexión en la vida de un hombre que se convierte en una especie de sombra o fantasma de sí mismo, colgado en un limbo e intentando sostenerse y dilucidar si cruzar el límite y pasar a otra vida alejada de todo lo que conocía hasta ahora, o también se podría decir que es una novela en torno a la crisis existencial de un hombre, que tiene que repensar todo lo que ha sido y en quien quiere convertirse. Cada mañana me enfrentaba a nuevos rostros o ahondaba en los conocidos, y era un reto desentrañarlos. Apostar por sus probabilidades, vaticinar sus comportamientos, era casi como escribir novelas, o por lo menos semblanzas”. Mientras lo decide, se busca un trabajo en Londres y comienza a juguetear con una posible ocupación involucrándose con el servicio secreto británico. Deza se siente español y tiene el temor de que aunque se encuentre en Londres temporalmente, igual acabará quedándose en tierra extranjera ya para siempre a menos que Luisa, la mujer de la que acaba de separarse, no le diga: Ven… Deza, que ha decidido poner tierra de por medio, en una eterna espera de ser llamado de nuevo a casa porque él mismo se define demasiado orgulloso para imponer su presencia, permanece en el limbo de una eterna espera. Esta es la premisa principal de Tu Rostro Mañana. No puedo negar, y ya lo dije en las reseñas anteriores, que los momentos más atractivos de esta novela, más que la trama argumental, que casi sirve como excusa, serán aquellos en los que Deza rastrea en su propio interior.


Ella me conocía. Sabía que era respetuoso y que no era un pelma, que aceptaba lo que se me daba de buena gana y que no luchaba por lo que se me negaba, mi orgullo me impedía darle mucho la lata a nadie y actuaba sibilinamente para conseguir mis propósitos, entreteniéndome y esperando, lingering and delaying cuanto hiciera falta. Pero era a todas luces anómalo que no hubiera hecho algo más por verla a solas.

...y la baldía espera de algo acaba por hacerse acuciante y por dominar todo el tiempo y ocupar todo el espacio, se aguarda el timbrazo de un momento a otro y cada momento se torna muy oprimente y muy largo, la rodilla hincada en tu pecho y plomo sobre tu alma, hasta que el agotamiento nos vence y nos da un cierto respiro.”


Este tercer volumen de la serie está dividido en tres partes:

- Veneno, comienza dónde acaba el segundo volumen: Deza conducido a casa de su jefe, el misterioso Bertram Tupra. En casa de su jefe, Deza es enfrentado cara a con la violencia más extrema a través de una serie de dvds de grabaciones de violencia que dejan a Deza escandalizado: "A medida que miraba y entreveía y veía, un veneno me fue entrando, y si utilizo esta palabra, veneno, no es del todo ligera ni solo metafóricamente, sino porque se introdujo en mi conocimiento algo que nunca había estado allí antes y me provocó una sensación instantánea de estar enfermando gradualmente, algo ajeno a mi cuerpo y a mí vista y a mí conciencia, en verdad una inoculación..." Resulta fascinante que en este interludio en casa de Tupra, Marías haga una especie de parón o de elipsis y vuelve atrás al momento en que Deza recibe en su casa a la mujer con el perrito, en el que ella le hacía una petición. Justo en medio de la conversación con Tupra, Marías da este giro en un flashback que había ocurrido en su apartamento en la que la petición de ella no había sido desvelada, y es desvelada justo aquí, mientras Deza en casa de Tupra, lo recuerda, una conversación con ella que le remite a la conversación que está teniendo con Tupra en torno a la violencia, conexiones. Y admito también que pocas veces se ha descrito una escena en torno al sexo como la que describe aquí Marías, y es tan difícil escribir bien sobre sexo, que suene natural y auténtico. Marías consigue crear una escena sublime porque en ningún momento la narración se detiene, todo lo contrario, crea un momento de intimidad, atmosférico y totalmente erótico: Fue todo silencioso y tímido, en verdad fue fantasmal y no hubo apenas más cambios.”


Pero si la voz no llegaba nunca, por teléfono o por inesperada carta, o en persona cuando iba por fin a visitar a mis hijos, habría un día en que me despertaría con la sensación de ya no estar esperando.(Anoche todavía sí, pero ¿y hoy? Soy una jornada más viejo, es la única diferencia y sin embargo mi existencia ha cambiado. Ya no aguardo).

...se había producido ese leve tanteo previo y el mínimo desplazamiento que nos había hecho coincidir en el espacio y en el tiempo, eso es lo que determina y cuenta en los hechos importantes, y por eso es tan vital a veces not linger  or delay, no esperar ni entretenerse."


- Sombra, en esta segunda parte, Deza se toma unas vacaciones y viaja a Madrid a visitar a su padre, a su ex mujer y sus hijos. De repente la novela se ha convertido en algo dinámico y lleno de acción porque Marías ha cambiado completamente el ritmo. Tras los dos primeros volúmenes de reflexiones y de autoanálisis, de repente todas estas teorías en torno a la violencia de las que solo había sido testigo, se convierten en acción y en práctica. Esa máxima que ya había surgido en el segundo volumen, Baile y sueño, Don't linger or delay, just do it.” será un concepto al que Deza le dará mil y una vueltas en esta tercera novela de la serie. No lo demores ni lo retrases, no te lo pienses, no te entretengas, ni esperes, hazlo, toma las riendas, enfréntate…, son los diferentes contextos en torno a lo que revoloteará una y otra vez esta frase que se le quedará ya grabada a a Deza y que cuestionará en la teoría, pero cuando llega el momento, tendrá oportunidad de ponerla en práctica… “don’t ever linger or delay”, “Y seguía sin perder el tiempo, I did not linger or delay or loiter or dally”, “y por eso es tan vital a veces not to linger or delay, no esperar ni entretenerse, aunque eso pueda ser también lo que nos salve, nunca sabemos lo que nos convendrá y qué es lo bueno...”


Resulta que que quienes más quisimos, aun queremos,, se han convertido en gente de otra época, o perdida por el camino, en seres casi pretéritos a los que no apetece volver porque ya nos son consabidos, y el hilo de la continuidad se ha roto con ellos.

"Es extraño e incongruente el proceso de las nostalgias, o del echar de menos, tanto si es por ausencia como por abandono o por muerte. Uno cree al principio que no puede vivir sin alguien o alejado de alguien, la pena inicial es tan afilada y constante que se siente como un hundimiento sin límite o como una lanza interminable que avanza, porque cada minuto de privación cuenta y pesa,  se hace notar y se nos atraganta, y uno solo espera que pasen las horas del día a sabiendas de que su paso no nos llevará a nada nuevo sino a más espera de más espera. Cada mañana abre uno los ojos -se ha beneficiado del sueño que no permite olvidar del todo, pero que confunde-, con el mismo pensamiento que lo oprimió justo antes de cerrarlos."


- En la última parte, Adiós, Marías cerrará ya todos los misterios que se habían abierto y que había enredado como en una madeja que aquí ya se ha terminado de desenredar por completo. Deza vuelve a Londres siendo ya otra persona, con decisiones tomadas, y siendo más él mismo que nunca. A través del personaje de Tupra, Marías ha conseguido cuestionar ese sistema que hace funcionar el mundo y del que Tupra, personaje en la sombra, se puede decir que forme parte del engranaje que puede hacer que un gobierno se tambalee o un personaje con imagen pública acabe desterrado para siempre. Deza se planteará a lo largo de la serie de hasta qué punto querrá formar parte de esta rueda en la sombra, de hasta qué punto el fin justificará los medios, en el tercer volumen se desvelará. Marías lo deja todo atado y muy bien atado.


..de repente uno se encuentra prendido como en una tela de araña, sin ser capaz de imaginar otra vida distinta de la que lleva…

"La mayoría de la gente no es capaz de imaginarse otra vida que la que lleva y ya solo por eso no la cambia, ni se mueve, ni se lo plantea: pone parches, aplaza, Busca distracciones, se echa una amante, se convence de que lo que hay es llevadero, se encomienda al tiempo; pero no se le ocurre intentarlo. Al sentimiento solo lo vence el cálculo, y solo a veces."


El estilo de Marías es lento, pausado y muy hipnótico, y aunque algunas disgresiones y reflexiones son largas en un ir adelante y atrás en la historia, una vez que se entra en su bucle, es imposible no conectar y verse reflejado como en un espejo. El tema que domina Tu Rostro Mañana es el de la violencia, y sobre todo el de la traición. Deza que en un principio bajo la mentoría de Tupra se siente escandalizado por la violencia generada en las sombras, llegado un punto cuando pone en práctica esta violencia, se hace consciente del poder que supone poder controlar la violencia a su antojo, del morbo que puede suponer el miedo tras una mirada. El peligro que suponen también las palabras cuando transmiten ese miedo a los demás, es otra de las cuestiones que Javier Marías abordará una y otra vez durante la trilogía y que terminará por definir en su personaje en este último volumen.


La gente cree lo que quiere creer, y por eso es tan lógico y fácil que todo tenga su tiempo para ser creído. A pie juntillas: hasta lo manifiestamente falso y lo contrario de lo que estamos viendo, también eso es creído en su tiempo de credulidad, cada suceso en el suyo y todos en el tiempo ido. Todo el mundo está dispuesto a volver la vista y distraerse, a negar lo que está delante y a no oír nada de lo que se grita, y a sostener que no hay alaridos sino un inmenso y apacible silencio…

...pero uno nunca tiene la absoluta seguridad de nada, de casi nada relativo a los otros, y puede que ni a uno mismo.”


Javier Marías toma una idea y la desglosa, la deconstruye y la examina desde diferentes perspectivas, ideas relacionadas sobre todo con la traición y dependiendo de los diferentes puntos de vista conseguirá que el lector se enfrente a ciertos dilemas morales y éticos. La previsibilidad del comportamiento humano y de hasta qué punto podremos  predecir  ciertas acciones futuras: el mismo Deza se da cuenta de que personas creía conocer como serán Luisa, su ex esposa, son impredecibles en ciertas decisiones que tomen, con quienes se relacionen (Te ha borrado, en todos estos meses ha limpiado tu mancha y ahora ya solo lucha contra tu cerco, lo único que se le resiste), e incluso Marías nos enfrenta al conflicto moral que puede suponer controlar la vida de otras personas, para protegerlas, la ética del comportamiento humano se ve cuestionada una y otra vez. Deza es consciente, lo analiza desde distintas perspectivas pero llegado un punto no duda ni un momento: “y por eso es tan vital a veces not to linger or delay,”


"- Te veo muy inconforme, y tienes que conformarte. Si alguien ya no quiere estar con uno, uno tiene que aguantarse. A solas, y sin estar pendiente de la observación o la evolución de ese alguien, a la caza de señales y a la espera de vuelcos. Si se produce uno de estos, no será porque tú estés mirando, ni preguntándome a mi ni sondeando a nadie. No se puede estar encima, no se puede aplicar una lupa ni un catalejo, ni recurrir a espías, ni agobiar, ni por supuesto imponerse. Tampoco fingir sirve de mucho, no sirve hacerse el displicente ni tan siquiera el civilizado, si uno no se siente civilizado ni displicente al respecto. Ella te lo notará, ese fingimiento."


Para Marías, es casi imposible predecir las consecuencias una vez conseguimos liberarnos a través del lenguaje, de una idea, de un acto, pero ¿seremos capaces de controlar las consecuencias de lo que hemos desatado? “Nadie sabe nunca lo que desata, en ninguna circunstancia, y todo puede servir para cualquier cosa, para esta y la contraria.” Javier Marías en este Tu Rostro Mañana nos enfrenta a los retos de una vida impredecible: dejamos una huella en los demás, aunque la memoria sea un dedo tembloroso, y la escritura de Javier Marías es el vivo ejemplo de ello. Maestro.


"La memoria es un dedo tembloroso. Descubrimos que nuestro dedo ya no atina, o que lo logra cada vez menos, y que quienes nos absorbieron la mente noche y día y estaban fijos en ella como un clavo amartillado y hundido, se desprenden  poco a poco y comienzan a no importarnos; se tornan borrosos, temblorosos ellos mismos, y hasta se puede dudar de su existencia como si fueran una mancha de sangre ya frotada, lavada y limpiada, o de la que solo queda el cerco, lo que más tarda en quitarse, y ese cerco va cediendo."


Comentarios

  1. Reconozco que es una autor que me cuesta, quizás lo encontré cuando no era el momento y ahora, con el pasar de los años, debería darle otra oportunidad. Siempre me ha parecido un autor que se obsesionaba con una o dos ideas, las narraba hasta la extenuación y se olvida del argumento... Es verdad que tiene párrafos y reflexiones de gran belleza, pero el conjunto final siempre me cojeaba...
    Sí, quizás debería darle otra oportunidad ;)

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Sí, no sé cuánto hace que no vuelves a él pero es un autor al que aprendes a valorar con el tiempo, imagino que el bagaje de la vida (más que el literario) es el que te hace conectar, o también puede ser que no. Esta es una obra inmensa. Quizás yo debería haber empezado con Todas Las Almas, antes de abordar está trilogía porque ahí ya aparecen Deza y sus mentores, pero bueno, no tenía ni idea. De todas formas todas sus novelas están relacionadas de una forma u otra, interconectadas. No te apresures pero tampoco lo pierdas de vista :)

      Eliminar
  2. Empiezo, pues con todas las almas.. lo pongo en la lista de pendientes ;)

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Anda, qué bien. Yo también quiero leerlo, a ver si antes de que acabe el año!

      Eliminar

Publicar un comentario

Entradas populares de este blog

[Leyendo] Diciembre...

El ruido en que nadamos, de Pablo Sánchez-Llano

Un padre y su hija, de Emmanuel Bove