Kim Ji-young, nacida en 1982, de Cho Nam-Joo








Siempre cuando empiezo una novela que ha batido records de ventas y las editoriales te hacen una campaña dónde casi no dan opción a que cuestiones nada, me produce un poco de escepticismo. Es cierto que a estas alturas una tiene su propio criterio, pero también es verdad que estas campañas  pudieran tener algo de razón, asi que me lanzo. En este caso concreto ha sido un acierto total lanzarme 😉

"-Una mujer demasiado inteligente es una complicación para una empresa. Mirate! ¿Te das cuenta de lo complicada que eres?
-Entonces, ¿qué? Suspenderán a una mujer por demasiado capaz? ¿Por no ser lo suficientemente capaz? ¿O por quedarse en la media?
 "

En "Kim Ji-young, nacida en 1982" la autora Cho Nam-joo nos relata momentos que ocurren en la vida diaria de las mujeres coreanas, postales que de alguna dan voz a un problema que hasta ahora no había sido un problema, pero ahora que las mujeres empiezan a lanzar pequeños gritos de socorro (todo un paso en una sociedad tan patriarcal como la surcoreana) lo que antes había sido una rutina aceptada y silenciada, ahora se cuestiona. El argumento de esta novela gira básicamente en torno a la vida de una mujer, Kim Ji-young de 34 años, ama de casa, y tras una especie de prólogo en el presente, seguimos su vida en diferentes etapas: infancia, adolescencia, juventud y el paso final, el matrimonio, así que tenemos otra novela donde se opta por contar el final antes y lo digo porque ese comienzo nos está contando que la protagonista Kim, tiene un problema ante el cual el lector se ve tan sorprendido como su marido. Hay varios momentos en esta novela y que al relatarlas, la autora está lanzando un grito de socorro por todas aquellas mujeres que no pueden gritar:

Por ejemplo, la creencia, costumbre y/o fijación que se transmite de abuelas a madres y a hijas:

"Debes tener hijos varones. Son indispensables. Debes tener, al menos dos".

O el momento en que tiene que llamar a su padre para que la recoja en la parada del bus porque alguien la está acosando:

"Le recriminó que fuera a una academia que quedaba tan lejos, que hablara con cualquiera, que se pusiera faldas tan cortas... Que toda la vida le habían insistido en lo mismo. Que tuviera cuidado. Que se vistiera bien. Que se comportara como era debido. Que se preocupara por evitar caminos, horarios e individuos peligrosos. Que la culpa la tenía la persona que no había medido el riesgo ni había sabido evitarlo".

O este momento en una reunión de trabajo:

"Las personas con quienes tenía que tratar eran casi siempre hombres mayores que ocupaban cargos importantes. Se caracterizaban por tener un sentido del humor muy peculiar. Contaban los peores chistes del mundo y ella no adivinaba en qué momento debía reírse ni cómo reaccionar. Si se reía, los chistes no terminaban nunca y, si no se reía, le preguntaban insistentemente si le pasaba algo."

Es una novela cortita donde apenas hay giros dramáticos ni hay un argumento con un nudo llamativo sino que está definida con un estilo minimalista y casi analitico, quizá porque lo que cuenta es ya lo suficientemente sorprendente a pesar de que no se restrinja solo a Corea del Sur...hay situaciones que seguimos viviendo aqui, en Europa, en el mundo occidental. Las mujeres surcoreanas de las que habla la autora, pueden ser perfectamente españolas, he reconocido muchas situaciones la verdad, de mi vida, porque aunque en apariencia si que están cambiando las cosas, todavia en el area más privada, laboral o familiar, ciertas costumbres pesan... : es más fácil oir hablar de "madre parásita" que de "padre parásito", por poner un ejemplo. La esencia del debate que propone esta novela es el porqué una mujer universitaria y que tiene un trabajo, se ve obligado a dejarlo todo al tener hijos:

"Al final, llegaron a la conclusión de que uno de los dos debía dejar de trabajar para hacerse cargo enteramene del cuidado de su hija y esa persona sería Ki Ji-young. No solo porque su marido tenía trabajo más estable y mejor pagado, sino también porque lo aceptado socialmente era que el hombre trabajase y la mujer se quedase en casa cuidando de ésta y de los hijos."

Me ha recordado bastante a otra novela surcoreana, "La Vegetariana" en la medida que ambas novelas suponen una rebelión de la protagonista contra las diferentes expectativas de la sociedad frente a los hombres. Desde la infancia te marcan el camino a seguir solo por ser mujer y los ejemplos que expone la autora a través de la vida Kim Ji-young son momentos casi universales. La misma autora cuenta en sus entrevistas, que tuvo que dejar su trabajo como guionista de televisión después de que naciera su hija, asi que imagino que habla por propia experiencia y creo que acertadamente de vez en cuando entre los capitulos y para darle veracidad a esto, cuela algún dato estadístico que reafirma lo que cuenta a través de su personaje, Kim ji-young. Una novela necesaria.

"Su padre agregó un último comentario:
- Tú portate bien y cásate (...)
Súbitamente se escuchó un ruido como el que producía una roca al partirse. Era su madre, que había golpeado la mesa con la cuchara. Su cara estaba roja de furia:
-¿Cómo dices algo tan anticuado en una época como ésta? Ji-young, no te portes bien. Atrévete a hacer cosas ¡corre riesgos! ¿Me entiendes?
"


 ⭐⭐⭐⭐


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