Pálido Fuego, de Vladimir Nabokov

 




 ⭐⭐⭐⭐⭐

  ♫♫ ♫ Temporal, Secret Shine   ♫♫ ♫  

 

"Seguramente no sería fácil encontrar en la historia de la poesía un caso similar: el de dos hombres, diferentes por su origen, su educación, sus asociaciones de ideas, su tono espiritual y su modalidad intelectual, uno, erudito cosmopolita, el otro, poeta sedentario, unidos por un pacto secreto de este tipo."


Qué difícil es reseñar esta novela de Nabokov, entre otras cosas porque no estoy muy familiarizada con este escritor, a excepción por algunos cuentos, y la verdad es que me ha pillado por sorpresa esta novela que no sé hasta qué punto he podido llegar a todas sus capas… yo diría que no, que necesitaría más lecturas pero así y todo, es una obra mayúscula que no ha dejado de sorprenderme a medida que avanzaba. En un principio parece una sátira construida por Nabokov para cuestionar la estrechez de miras o pedantería de ciertos criticos literarios, la hipocresía de ciertas editoriales, o para carcajearse del sectarismo de ciertos círculos académicos literarios, una hipocresía que de alguna forma está representada en Kinbote, pero no se trata solo de una sátira lo que aquí construye Nabokov, sino una obra de metaficción que reflexiona continuamente en torno a la creación artística y los límites entre ficción y realidad, ese puente que a veces parece tan difícil de cruzar o de delimitar y sin embargo en Pálido Fuego se hace patente que para un autor como Nabokov lo convierte en un juego entre él y el lector.


"El manuscrito ha caído en manos de una persona que no solo no está calificada para la tarea de editarlo, puesto que pertenece a otra sección, que se le considera un desequilibrado..."


Nabokov construye su novela sobre la base de una obra póstuma del prestigioso poeta John Shade, un poema, Pálido Fuego, en 99 líneas a su vez divididos en cuatro cantos. Antes del poema tenemos una introducción del crítico y editor Kinbote y posteriormente al poema, los comentarios explicativos de este critico desglosando los versos de este poema. Así que tenemos un poema, el centro de la novela, que ocupa una mínima parte de ella porque la mayor parte de sus páginas están construidas sobre la premisa del punto de vista de Kinbote, el crítico y editor, autonombrado íntimo amigo de John Shade que se convierte en el auténtico protagonista de la novela. Tenemos dos autores, por tanto en Pálido Fuego: por una parte, John Shade, el poeta, y por otra parte Charles Kinbote, el critico/editor, ya que construye una novela paralela en sus comentarios explicativos...solo conocemos su punto de vista sobre su amistad con el poeta, y poco a poco el lector irá percibiendo que Kinbote es un narrador manipulador que querrá llevar al lector por su propia senda.


Jamás comentamos, John Shade y yo, ninguna de mis desventuras personales. Nuestra estrecha amistad se situaba en ese nivel superior, exclusivamente intelectual, en que uno puede descansar de las penas del corazón, no compartirlas. Mi admiración por él era una especie de cura de altura. Yo experimentaba una gran impresión de maravilla cada vez que lo miraba, sobre todo en presencia de otra gente, gente inferior."


La manipulación de Charles Kinbote comienza ya en la introducción cuando literalmente le dice al lector que no es necesario leer la siguiente parte de esta novela, osea el poema, y que pase directamente a los comentarios explicativos. Es una manipulación en toda regla porque de esta forma en los comentarios explicativos solo conoceremos el punto de vista de Kinbote en torno a un poema que de alguna forma ningunea porque en sus anotaciones apenas se refiere al poema sino directamente y siempre, a él mismo y sus historias sobre El rey Carlos de Zembla, un país ficticio. Admito que en un principio me dejé llevar por Kinbote y comencé la tercera parte sin haber leído el poema, hasta que en una especie de flash se me ocurrió de que era imposible obviar el poema; una vez que comencé con el poema, me di cuenta de que no tenía nada que ver ese poema con los comentarios explicativos de Kinbote... pero dejarse engañar por Kinbote era una fase necesaria ideada por Nabokov para participar en una trama que era como un juego: el lector tenía que conectar e involucrarse y la única forma era siendo consciente de que estaba siendo manipulado por Charles Kinbote. Imposible desvelar más sobre el argumento porque realmente la gracia está en la forma en que Nabokov construye las capas de esta novela bajo la premisa de que lo que se irá revelando en torno a Charles Kinbote y la obsesión por John Shade y su poema.


Los siete pecados capitales son pecadillos, pero sin tres de ellos: el Orgullo, la Lujuria y la Pereza, quizá nunca hubiese nacido la poesía.”


Aunque las notas explicativas no añadan nada al poema, son esenciales para conocer a Charles Kinbote, el albacea literario del poeta John Shade. Esa obsesión que siente Kinbote por Shade y su poema sirven de excusa a Nabokov para reflexionar sobre la naturaleza humana, la creación artística y la identidad y hasta qué punto necesitamos extenderla más allá de nosotros mismos buscando reconocimientos del exterior. Ya digo que es una novela que me parece esencial sobre todo por la forma que tiene jugar con el poder del lenguaje, y en esto Nabokov era un maestro. En Pálido Fuego nada es lo que parece y ahí está la gracia.


"En lugar de la historia gloriosa y salvaje, ¿qué había? Un relato autobiográfico, eminentemente appalachiano, más bien pasado de moda, en un estilo prosódico neo-Pope, muy bien escrito naturalmente, Shade no podía escribir sino my bien, pero desprovisto de mi magia, de esa especial y rica corriente de locura mágica que, yo estaba seguro, la recorreria y le haría trascender su época."

 

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