El último amor en Constantinopla, de Milorad Pavic
⭐ ⭐⭐⭐
♫♫ ♫ Solitude - Ryuichi Sakamoto ♫♫ ♫
“-¿Cuál es el camino correcto padre. ¿Cómo puede uno discernir este camino de los demás?
- Si vas en la dirección en la que tu miedo crece, vas por buen camino. Y que Dios te ayude”
A Milorad Pavic lo descubrí hace poco en mi fiebre balcánica, como la llamo yo, fiebre que no se ha terminado todavía y espero que dure porque la riqueza literaria de los Balcanes no deja de maravillarme, aunque ahora los voy intercalando con otras lecturas. Es la segunda novela que leo de Pavic y por lo que tengo entendidoo, tanto la primera que leí Pieza Única, como esta que me ocupa, están consideradas obras menores, así que no me quiero ni imaginar como serán las buenas, porque desde el momento en que lo descubrí, me ha vuelto loca en el mejor sentido.
"...y
pensó que las lágrimas la traicionaban. Le pareció que en su
rostro se podían ver sus pensamientos y que en las lágrimas se
podía leer lo que pensaba y todo lo que soñaba.
Las
lágrimas traicionan aun cuando están secas, pensó Jerisena, cuando
ya no se distinguen del sudor de ayer y yacen en la mejilla como las
escamas de un pez."
Pavic me encanta, me sorprende, me escandaliza al mismo tiempo que me hace sonreírme (no es incompatible como me dijeron una vez); ejerce una especie de hechizo porque me resulta tan imprevisible que no me espero nunca la salidas que van a tener sus pequeñas historias. La voluptuosidad de sus personajes y ese erotismo siempre latente, se mezcla con pasajes tan poéticos e inesperados que ya digo que no dejan de fascinarme. Es un provocador, un poeta, un autor inclasificable, casi imposible encasillarlo, por lo menos en estas dos novelas que leí suyas.
"Vosotros, los hombres, no sabéis medir vuestros días. Medís solo su longitud y decís que duran veinticuatro horas. Sin embargo, vuestros días tienen a veces una profundidad mayor que la longitud, y esta profundidad puede equivaler a un mes o incluso a un año de los días lineales. Por eso, no sabéis abarcar vuestra vida. Por no hablar de vuestra muerte…"
El último amor en Constantinopla al igual que lo fue Pieza Única es una novela que no tiene un argumento cronológicamente lineal. Pavic te invita a experimentar con el texto, cambiándolo de orden en este caso divide la novela en 21 capítulos o claves que pretenden emular a las cartas del Tarot a las que conocemos como Los Arcanos Mayores, así que se puede decir que la novela presenta dos posibles lecturas. Una de ellas es la normal y corriente, capítulo a capítulo de principio a final. La otra lectura es ya aquella en la que Pavic invita al lector a jugar con él, a enfrentarse al imprevisto: se deben echar las cartas conforme a uno de los tres modos descritos al final del texto y leer los capítulos dependiendo de las cartas que vayan saliendo. Si el lector elige esta segunda versión fragmentaria, ha elegido de alguna forma también identificarse con el texto porque de esta forma el lector puede interpretar este texto relacionándolo con su vida, y así convertirlo en una lectura muy personal y más íntima. Al final del texto, la edición viene acompañada de estas cartas de tarot con las explicaciones pertinentes. Yo confieso que no estoy todavía preparada para zambullirme en estas interpretaciones y elegí la versión convencional, leer la novela del principio al final. Pero Pavic me da la posibilidad gracias a este juego, a releerla más adelante y convertir el texto en otro libro totalmente diferente.
"Durante años llevarás escondido bajo el corazón algo grande, un sueño. Viajarás mucho en pos de ese deseo, de esa hambre que se parece al dolor, vagarás por las carreteras en pos de un dolor que persigue a esa hambre por el mundo. Lucharás con ella años enteros. En secreto y solo. Pues los que son como tú no se soportan entre sí. No tendrás amigos...Y por eso no sabrás quién eres."
La historia vuelvo a decir que me ha parecido fascinante por lo luminosa y por el ritmo que en ningún momento decae, y eso que he elegido la versión “convencional”, no me atrevo a pensar qué hubiera ocurrido si hubiera elegido la versión fragmentada y loquísima ;-). Con el contexto de las guerras napoleónicas de fondo, la historia sigue a dos familias serbias, los Opujic y los Tanecki: mercaderes por una parte que proporciona varios soldados a Napoleón, y otra de artistas, que a su vez proporciona algunos de sus miembros como soldados para el Imperio Austrohúngaro, y el personaje guía por llamarlo de alguna forma es Haralampije Opujic, capitán serbio que sirve a Napoleón cuya leyenda le acompaña vaya donde vaya,: el título de la novela hace mención una obra teatral que le representa.
“El tipo al que estamos buscando se llama Haralampije Opujic. Los Opujic son ricos, son mercaderes de Trieste y son serbios. Este es capitán, tiene el mejor caballo a este del ejército francés, lleva un baúl de cuero con su propia cubertería de plata, y en su cinturón tiene un cuchillito y un tenedor en una funda. Mantiene su propio teatro, que viaja y representa el retablo de su vida; lo extraño es que aunque esté vivo representa sus muertes.”
A partir de este personaje guía, Pavic entreteje una red de pequeñas historias que envuelve a varios miembros de las familias Opujic y Tanecki, convirtiendo el texto en una novela de aventuras, romances y mucha melancolía soterrada. Mezcla estos elementos con leyendas que intuyo de su pasado serbio e imagino que entrelineas Pavic esté hablando de los conflictos históricos que ha sufrido su tierra a lo lo largo de los siglos, incluso en un momento dado un personaje hace alusión a ello: “Por qué servís en ejércitos extranjeros y no en el vuestro? Lucháis y os matáis unos a otros por dos imperios extranjeros, por Francia y Austria, mientras vuestros hermanos en Serbia y en Belgrado luchan por su país contra los turcos.“ La rivalidad de ambas familias serbias tiene momentos de puntos de encuentro en que sus personajes, ya digo que dentro de lo colorido del argumento, no pueden esconder esa melancolía o tristeza feroz con la que cargan crónicamente: ("Así es como empezó un gran amor. Y de los grandes amores uno envejece con rapidez. De los grandes amores uno envejece con mayor rapidez que de una vida larga, dura e infeliz." ), con lo que y en perspectiva una vez terminada esta novela, tengo la impresión de que estos personajes en continúa búsqueda o huída, están desesperados por encontrar su lugar en el mundo, ya sea si hablamos del contexto histórico como de esa insatisfacción íntima (a la que la novela alude como hambre) que los domina.
"El teniente Opujic se sintió como si estuviera al borde de un precipicio. De repente sintió cómo se hacía doble su soledad. Luego se hizo un poco más grande, se detuvo un momento y volvió de nuevo al número dos. En su soledad alguien más estaba solo. y concluyó que eso era una auténtica suerte para un hombre solitario."
El
universo de Pavic, al que he conocido solo por estas dos novelas, es
un mundo aparentemente disparatado, loco, caótico, de un realismo
mágico mezclado con un cierto surrealismo y sin embargo, dentro de
esta locura, hay un orden y un sentido que subyace, como ya dije
antes: una melancolía muy
soterrada
pero
latente
bajo
ese
aparente colorido de aventuras y romances. Y la prosa de Milorad
Pavic es absolutamente hechizante, envuelve y sorprende continuamente
con pasajes poéticos tras un párrafo de lo más alocado. Incluso se podría leer esta novela yendo por libre, y enfrentarse a ella como una colección de relatos, que sería una tercera lectura. Adoro a
este autor 🖤🖤
La traducción es de Dragana Jelenic.
"¿Qué quién soy? Me llamo Jerisena Tenecki. Pero cada vez tengo menos claro quién soy y cada vez me asombro más de mí misma, de lo que hago y de aquello en lo que me estoy convirtiendo. En lugar de conocerme mejor, cada vez me conozco menos. Me estoy convirtiendo en una extraña en mi propia vida. Y me alegro de ello..."
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