Huir, de Evan Dara

 


 ⭐⭐⭐⭐

 ♫♫ ♫ From Dust To Beyond, God is an Astronaut   ♫♫ ♫

 

 

- ¿Y si yo me fuera? ¿Quién lo advertiría, a quién le importaría?

¿Se notaría?

Por eso debo irme. Por eso debo dejar esta ciudad, librarme de ella. Dejar un lugar donde mi ausencia no se note. No seguir donde no importe que me marche, donde no importa que me vaya.”


Adoro esta cita que en un momento inesperado durante la novela  me dio en la cara, como una bofetada porque... ¿se puede expresar mejor en qué nos hemos convertido en este mundo desangelado de prisas y huidas?? A priori el argumento sobre el cual Evan Dara construye esta novela es apasionante porque refleja los tiempos que vivimos, tiempos casi sostenidos en una visibilidad que si profundizas no es tal, una especie de castillo de naipes económico y social, tan frágil, que en cualquier momento puede producirse el derrumbe de todo un sistema y dejarnos desamparados. La seguridad es ficticia, una mentira. En algún momento tuve la impresión de estar sumergida en una especie de distopía, en un lugar de gente corriendo vaciando una ciudad agónica; una narración continuamente envuelta de una especie de atmósfera de ruidos, voces y pánico generalizado, de seres anónimos de los que no sabremos ni siquiera los nombres, y esto lo consigue Dara a través de una técnica narrativa que engancha tal como me enganchó La Cadena Fácil. Es un autor con un talento de superdotado para las palabras, para encadenar frases que tocan la esencia, que van al grano y que reconocemos como algo muy tangible de ahora mismo. A mi es un autor que me intriga muchísimo por cómo construye su texto, aparentemente puede dar la impresión de que no nos toca, de que está narrando con distancia, y de repente y zasss, en pleno texto, abandona lo colectivo y ahonda en el individuo, en lo más íntimo del ser humano "O sea, yo ni sé qué darle a un hijo, cuando todo es como arena que se escurre por un reloj. O sea, ya ni sé qué queda de mí."


"¿Que se hace con un error? Se arregla, se descarta, se elimina sin miramientos. Se corta por lo sano y a tomar por saco..."


Se podría decir que Huir comienza con un estudiante, que profundizando más allá de lo que se esperaba de él (un dato con mucha enjundia, porque, ¿quién espera a estas alturas que se profundice en algo hoy en día?), elige matricularse en un curso de sociología y de paso especializarse, y buscando aquí y allá, pronto descubre que ni el departamento que lleva estos cursos existe ni los cursos que aparecen en el programa aparecen por ninguna parte, solo existen en papel pero no son reales, son visibles pero son pura pompa de jabón.  Una visibilidad por tanto engañosa ("La visibilidad está sobrevalorada."), una mentira que sin embargo sostiene económicamente a todo este pueblo de Anderburg, creando una especie de red que los mantiene unidos en todos los aspectos, pero sobre todo en el económico. A partir de ahí la universidad echa el cierre, y como en el dominó, todo lo que tocaba la universidad, va a su vez difuminándose, tanto que llegado un punto, Anderburg se convierte en una especie de espectro de lo que fue.


"¿Mi círculo? Lo delimito con una pregunta: ¿quién piensa en mí? ¿Quién vela por mis intereses?"


Aunque haya empezado hablando del argumento realmente en las novelas de Evan Dara este argumento no es tan importante o directamente no existe un hilo argumental como tal, o por lo menos, se puede decir que lo de verdad importante ocurre fuera de este foco. La mayor parte de la novela está construida en la técnica de la explosión de voces continuas que se pisan, se interrumpen, ni siquiera se escuchan, pero son un reguero incesante exponiendo un pánico creciente. Las conversaciones nerviosas, fragmentadas de personajes en ningún momento identificados, nos harán ir vislumbrando que aunque estas voces parezcan un gallinero sin ton ni son, realmente lo que están haciendo es precisamente mostrar una desorientación que los lleva a un estado de pánico en el que primer reflejo es la huida hacia adelante, dejando la ciudad completamente hueca, vacía... Esta cacofonía de voces me la encontré por primera vez en Los Reconocimientos de Gaddis pero aquí en Evan Dara,  me suena mucho más creible, más natural, pero por otra parte es lógico ya que es una novela de ahora y de estos tiempos " -Reducir, recortar, ser más austeros, más mezquinos, más rigurosos, esa es la manera de avanzar, así es como funciona el mundo.” En medio de esta explosión de ruido, de frases sin terminar, de conversaciones de gente desesperada buscando una salida, hay tres personajes, Carol, Rick y Marcus, que de alguna forma podrían dar una apariencia de narración más tradicional, y es es cierto que son tres personajes con un objetivo marcado, el de no abandonar la ciudad, y así y todo, en mi caso concreto, ya no pude volver a desconectar de ese comienzo de novela de gente desesperada, desorientada y en pánico.


"-Y en el pueblo, ¿qué veo? ¿Por todas partes? Gente corriendo-


Y por otra parte, el titulo elegido por Dara para esta novela Flee/Huir refleja como ninguno, no solo la agonía de estos tiempos nuestros, sino que a su vez define perfectamente el estado del individuo que al menor obstáculo en su vida, huye hacia adelante, prácticamente sin detenerse a analizar lo que está ocurriendo a su alrededor. Quizás sean unos síntomas de una enfermedad nunca reconocida, el individuo apoyado en una colectividad más frágil que nunca, cuya engañosa seguridad en sí misma no es otra cosa que pura apariencia, pura fachada. Evan Dara es sin duda uno de los autores más interesantes ahora mismo, el más guerrero, el que nos enfrenta al mundo que tenemos sin chaleco antibalas: "Hemos regado desesperación con tiempo y lo hemos llamado idealismo."

La traducción es de José Luís Amores.


"Márchate. Corre. Los compromisos, las concesiones, el eterno bocado en el pecho nunca han valido la pena, jamás, siempre lo has sabido en lo más profundo de tus temblorosas células, tan adentro que no podías susurrártelo al oído hambriento, por temor a lo que pasaría."


 

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