[ DESTELLOS 1950 ] Albert Camus y María Casares: Correspondencia 1944-1959

 

 

 Traducción: María Teresa Gallego Urrutia / Amaya Garcia Gallego

Editorial Debate.

 

 ♫♫ ♫ Affection - Cigarettes After Sex  ♫♫ ♫

 

 

"Quería contarte todo esto para que supieras quién soy y cómo soy..."
 

(María Casares a Albert Camus, 1950)"



Cuando comencé a leer la correspondencia entre María Casares y Albert Camus nunca pensé que llegaría más allá de las primeras páginas de este tocho de 1200 páginas y más de mil cartas entre ambos, y sin embargo, cuál fue mi sorpresa que esta correspondencia fue enganchándome casi sin darme cuenta y ya me he leído casi la mitad. No es una correspondencia al uso, sino que a lo largo de dieciséis años, de cartas María Casares y Albert Camus no pararón de escribirse, como una especie de compensación a las largas separaciones, a razón de una carta al día, e incluso más, y los distintos estados emocionales por los que pasaban definen el ritmo vigoroso de estas cartas.


Albert Camus estaba casado y el hecho que Maria Casares asumiera este hecho tras una primera separación entre ellos entre 1944 y 1948, no significa que esta relación de amantes/amigos fuera una balsa de aceite. Entre lineas se puede vislumbrar la soledad de la Casares, las dudas constantes, los bajones emocionales ante estas ausencias y por supuesto una inseguridad continua debido a que igual sospechara que en la vida de Camus había más mujeres. El caso es que estas cartas son algo que van mucho más allá de una simple correspondencia entre dos amantes: es ante todo una correspondencia entre dos amigos que se parecían muchísmo, una relación que iba más allá de la conexión, se entendían, se aconsejaban, se admiraban mutuamente . Son unas cartas que parecen a veces más unos diarios porque en las largas cartas de María le contaba su día a día, lo que leía, sus paseos, sus encuentros con amigos, sus obras de teatro, le pedía consejo a Camus sobre su carrera pero también viceversa, y es verdad, que Camus se apoyaba completamente en ella porque Maria le daba seguridad y estimulaba continuamente su vida intelectual.


"Pues anoche, después de la función, cuando estaba en mi camerino, cansada y triste, de pronto esa muchacha , entra, me exige un autógrafo y, mirándome con ojos ardientes a través de las gafas mientras me daba apretones breves y fuertes en el brazo derecho, exclama: ¡Qué pena que no pueda firmar usted con los ojos!! , y sale corriendo."
 

(María Casares a Albert Camus, 1950)


Son ante todo unas cartas fascinantes porque se respira el contexto histórico, María era una refugiada española en el exilio, que convirtió Francia en su patria y los franceses la consideraron suya desde el momento en que decidió ser actriz; a su vez era el simbolo de esa España republicana que no pudo ser, aunque en las cartas ella se queja continuamente a Camus de que el partido comunista español en el exilio la presionara continuamente para visibilizarlos. Maria Casares se convirtió en la actriz francesa por excelencia y sus cartas fueron un estímulo continuo para Albert Camus. Las cartas están publicadas por la hija de Albert Camus y sin embargo, leyéndolas  tengo la sensación de que esta correspondencia está viva gracias a Maria Casares porque ella se expone, se confiesa, se deja la piel en ella, sus cartas están vivas y algunas de ellas son auténticos desnudos emocionales… Las cartas de Albert Camus sin embargo, son mucho más mediocres, se detenía demasiado en un cierto lirismo amoroso, repetitivo, necesitaba continuamente el estímulo de Maria Casares para reafirmar su ego y su inseguridad, pero así y todo, me parecen unas cartas absorbentes y fascinantes por lo que dejan entrever, no solo de estos dos personajes, sino por el contexto de la época.


Ahora leído el primer tercio de la correspondencia entiendo que teniendo en cuenta el concepto de amor de hoy en día, se podría considerar este amor entre Camus y la Casares contenía una gran dosis de toxicidad porque los silencios, las ausencias, hacían sufrir a una parte de la pareja, en este caso María Casares. Ella lo asumió, pero sacrificó muchísimo más tanto profesional como emocionalmene en esta relación por lo que se detecta en estas correspondencias


"Yo también, ¿sabes? me he quedado sin pluma. Ya no sé hablar, contar, dar vida a estas cartas. De verdad que estoy deseando acabar con esto.
 

(Albert Camus a María Casares, 1950)

[...]


"Yo también me quedo sin pluma. Definitivamente entre nosotros hay demasiadas cartas, demasiada tinta. Así que prefiero callar y esperar impacientemente a que vuelvas."
 

(María Casares a Albert Camus, 1950)"



Correspondencia 1950


"Estoy releyendo las lineas que te escribí ayer y tengo dudas sobre si enviártelas, me prometí contarlo todo. Y, además, no tienes que preocuparte. Llevo días y días tragándome esa angustia, una vieja conocida, pero que de pronto se ha reavivado y juntado con cada uno de mis pensamientos, cada uno de mis impulsos, mis palabras, mis gestos, mis miradas.
(Maria Casares a Albert Camus)



"Ahora te hablo como me sale, sin fijarme en lo que digo. Pero esa libertad es imposible si estoy pensando en que una palabra mal interpretada puede despertar en ti semejantes delirios. Tienes, tienes que confiar. Relee mi penúltima carta e intenta entender lo que quiere decir viniendo de un hombre a quien le cuesta hablar de sí mismo."
(Albert Camus a María Casares)



"Trabaja. Ama. Sueña. Cuidate. Descansa. Trabaja. Trabaja con o incluso contra ti mismo. De momento, suéltate un poco; ya es hora por fin de que te relajes y te sueltes. "
(María Casares a Albert Camus)



"He encontrado en Stendhal la historia del duque de Policastro, que cada seis meses hacia 400 Kms para ir a ver un cuarto de hora a la mujer amada, a quien custodiaba un celoso. La historia duró años. ¿Te consuela? A mí no. Pero me he preguntado si haría otro tanto. Respuesta: sí. Pues esperar seis meses es vivir de mala manera, pero es vivir."
(Albert Camus a María Casares)



"A las tres y media tenía que venir Pitou. Asi que la he estado esperando, primero sin hacer nada, hasta las cuatro y media. He cogido un libro. El primer Proust. He sentido que me atrapaba desde la primera página."
(María Casares a Albert Camus)



"Tus cartas de miércoles-jueves. No entiendo nada de lo que pasa con mi correo. Echo una carta todos los días y a la misma hora. Deberías recibir una a diario y en la misma entrega. Voy a investigar en la estafeta de aquí. Y tú pregunta a tu portera si no se pasa empinando el codo."
(Albert Camus a María Casares)



"Párate a pensar un segundo y recuerda nuestras antiguas tormentas."
(María Casares a Albert Camus)



"A veces me olvido de tí durante el día: me hablan o me aburro, o me irrito con una fase que no me sale, pero al segundo siguiente una dulzura, un peso leve me anuncian que has vuelto. Como si una paloma se me hubiera posado suavemente en el hombro."
(Albert Camus a María Casares)



""Me ahogo. Nunca había sentido tanta vitalidad. ¿Qué hago? ¿Tocar música? ¿Bailar? ¿Leer? ¿Escribir? ¿Reír? ¿Llorar? ¿Telefonear?
¿Gritar? Trabajar? ¡Todo a la vez!!!
(María Casares a Albert Camus)



"...como hay un territorio que nos está vedado, nunca soñamos y esta noche estoy harta de una vida que solo llega al caer la noche. No te preocupes, me durará lo que dura una carta; luego todo se borra y ya solo se trata de empezar de nuevo. Quizás habría que procurar no escribir estos deseos o estos estados pasajeros; puede que sea otorgarles una consistencia que no tienen."
(María Casares a Albert Camus, 1950)"



“Entiendo que no aguantes a nadie. A tenor de esto quería repetirte que puedes no escribirme si no te sientes con ánimos. Me resultará duro pero lo entenderé. Te cuesta escribirme a veces, se nota. Y supongo que no lo haces solo por mi, sino sobre todo por ti, para recuperar la vida y su ritmo.
Albert Camus. María Casares, 1950)"



"Ánimos. Siguen de cerca al estado general. Leves arrebatos, relámpagos, promesas y recaídas en un abatimiento profundo y apagado. Se me pasará."
(María Casares a Albert Camus, 1950)"



"Me sumergí en la felicidad con la rabia de un viajero perdido que de golpe se topa con un lago de agua clara y cristalina; pero no me ha dado tiempo de volver a la superficie; me he enganchado a algo en el fondo y me he quedado allí, hundida, con un único pensamiento consciente de verdad: No era un espejismo."
(María Casares, abril de 1950)"



“Qué destino tan extraño es el nuestro. A menudo me recuerda a los trapecistas que trabajan sin red. Allí arriba, siempre allí arriba, siempre en tensión, agarrados mutuamente, sujetándose mutuamente, y abajo el abismo.”

(María Casares, abril de 1950)"



“Dímelo, ¿Quieres descansar de mí? ¿Quieres que no mande nada más? He aprendido que hay que ser muy grande para poder permitirse querer demasiado a un ser. Puede que yo no te aporte más que dolor; puede que Michel Gallimard tuviese razón al animarte a que huyeras de mi.”

(María Casares, abril de 1950)"



“Antes, mientras estabas fuera, me enclaustraba para ti salía, leía, hablaba para tí. Tenia la fijacion de no olvidarme de ti nunca. Ahora que dedico todas mis fuerzas a borrarte de mis horas, ahora que salgo sola, que vivo sola, que he renunciado a dedicarte mis minutos para poder dedicarte toda mi existencia, resulta que ya no me dejas y que, cuando por fin desapareces, yo desaparezco contigo.”

(María Casares, abril de 1950)"



“Animicamente, la cosa ha cambiado mucho. Vuelvo a dominar mis niervos, ya no soy tan propensa a esos desahogos enfermizos y casi despreciables que me has visto. No más lagrimas. Se acabó

Hasta me rio. Me rio mucho Demasiado.

En cualquier caso, he recuperado mi digniidad. Asi que no me equivoqué al aplicar mi sistema.”

(María Casares a Albert Camus, 1950)"



“Estabas en lo cierto: Nos encontramos procedente cada uno de sendos rincones del mundo, por la distancia y por los acontecimientos. Nos tueamos, y, ante nosotros al alcance de la mano, tenemos momentos que podemos coger y conservar por siempre jamas. ¿Es breve y la vida pasa volando? Sí, pero, en cierto modo, ¿qué significa el tiempo?”

(Maria Casares a Albert Camus, 1950)



“Solo me preocupa una cosa. No he tenido carta tuya hoy. Ayer tampoco, lo que era normal Mañana es domingo y no sabré nada de ti hasta el lunes. Me he preguntado si no estarías enferma y si tu trastorno del otro dia no habría empeorado. Pero me he dicho que incluso enferma, sobre todo enferma, habrias hecho que me enviasen una nota. Así que me paso el tiempo riñéndome por tanta exigencia. Dos días sin escribir no son nada después de tantas cartas.”

(Albert Camus a Maria Casares)



“Y sabes lo que es el honor de una chica española? El orgullo, la dignidad, la rabia también. La grandeza… para bien o para mal, con honradez o con desenfreno.”

(Maria Casares a Albert Camus)



“Estoy leyendo a Voltaire y a Shakespeare, me gustaría interpretar a Cleopatra, cuido de las plantas y sueño.”

(Maria Casares a Albert Camus, 1950)

 

 Cartas 1948

 Cartas 1949 

 


 María Casares (Orfeo, 1950, Jean Cocteau)

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