Laúd y Cicatrices, de Danilo Kiš
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♫♫ ♫ "The Only Thing You Need To Know" - Before And After Science ♫♫ ♫
“Acababa de volver a París después de las vacaciones de Semana Santa. Vivo en el distrito diez y no sufro de nostalgia. En los días soleados me despiertan los pájaros, igual que en Vodovac; por la puerta de la terraza abierta, oigo a los serbios llamarse a gritos y jurar como carreteros; por la mañana temprano, mientras calientan sus coches, surge del casete el acordeón, atronador. Por un momento, no sé dónde estoy.”
La vida de Danilo Kis parece tan fragmentada como su país natal, que ha pasado por tantas fases que se ha quedado impregnada en las páginas que escribió. Kis nació en Subotica, un pequeño pueblo de Serbia, que formaba parte del antiguo Reino de Yugoslavia, cerca de la frontera de Hungría. Danilo Kis presenció a los siete años la matanza de judios serbios en Novi Sad, a manos de los nazis y su padre un judio húngaro murió en el campo de concentración de Ausschwitz, dos años después. Algún tiempo después Danilo junto a su madre y su hermana serían repatriados a Montenegro de dónde procedía su madre. Danilo se educó en la era yugoslava de Tito y mucho después a raiz de su libro antitotalitario “Una tumba para Boris Davidovich”, fue víctima de la persecución de la prensa yugyoslava, lo que le obligó a fijar su residencia en París. Danilo Kis que se crió en medio de los genocidios nazi, ruso y yugoslavo, se convirtió conscientemente en un apátrida por elección, tal como muestra el primer relato de esta colección.
En una entrevista de 1988, Danilo Kis afirmaba: “Soy incapaz de escribir un libro de la nada. Incluso como lector, tengo problemas con la ficción puramente imaginativa: veo a través de sus artificios y me quedo con una niebla o un vacío.” Esta afirmación le representará hasta el final porque el talento de Kis para mezclar su relato autobiográfico con personajes reales, sazonándolo de toques de ficción, es lo que da relevancia a sus historias. En Una Tumba para Boris Davidovich penetraba en las pequeñas historias anónimas a través de ciertos hechos históricos cuestionando los totalitarismos, sin cortarse un pelo, y en esta breve colección de relatos “Laúd y Cicatrices”, aunque se aleja del tono politico, es cierto que está continuamente presente como una mochila de la que no podía liberarse.
"Encerrado entre los forofos enajenados, se dio cuenta, percibió fisicamente, el significado de unos conceptos abstractos, como son la colectividad, el caudillo, la idea y también el sentido del antiguo lema sobre el pan y el circo, que resume de forma silenciosa toda la planta baja de la historia moderna." (El Apátrida)"
Laúd y Cicatrices está compuesto de relatos póstumos descubiertos y recopilados a partir de unos manuscritos inéditos, que fueron escritos entre 1980 y 1986. El estilo de Danilo Kis, que parece hacer fácil la complejidad de lo que se esconde entre líneas, se convierte en muchos momentos en una narrativa a flor de piel, marcada profundamente por el tono autobiográfico. Entre los diferentes relatos voy a destacar solo dos de ellos aunque el resto no desmerece, pero habrá que dejar algo a la imaginación de quiénes van a leer esta colección, así que solo dos…
"Gracias al poeta, pronto descubrió el lenguaje secreto y cifrado del amor. A los dieciocho años enamorado de una estudiante, una alemana, descubrió que en la obra de dicho poeta existía un poema para cada de las situaciones amorosas (para la euforia, la decepción, el temblor, el arrepentimiento), y se puso a traducir."
El Apátrida en la que el mismo Danilo Kis parece mimetizarse con Odon von Horvath, escritor que en su momento huyó de la Austria de los nazis y se refugió en Amsterdam. Kis rescata momentos de la vida de Von Horvath y la enlaza con la de Egon von Nemeth el protagonista del relato y que podría ser el mismo Kis. Un relato sobre el autoexilio consciente después de haberse recorrido medio mundo huyendo de los totalitarismos. Danilo Kis se retrata a sí mismo a través de Odon von Horvath:
“Yo soy la típica mezcla de la monarquía austrohúngara, que en paz descanse: al mismo tiempo húngaro, croata, eslovaco, alemán, checo y si empezara a husmear entre mis antepasados y a someter mi sangre al análisis, una ciencia muy de moda hoy en entre los nacionalistas, encontraría allí, como en el cauce de un río, rastros de sangre rumana, armenia y quizá gitana y judía.”
La Deuda, es un relato donde Danilo Kis describe el último día en la vida del autor serbio Ivo Andric. En una habitación de hospital, Andric recuerda a esas personas que le motivaron y a las cuales les debió en lo que se convirtió. Este relato fue escrito en 1986, el mismo año en que se le diagnosticó la enfermedad a Danilo Kis, una enfermedad que acabaría con su vida prematuramente tres años después, a los cincuenta y cuatro años. Es un relato conmovedor, y lleno de luz, en el cual, y una vez conocidos estos detalles, se podría decir, que el mismo Kis podría considerar a Andric como un personaje relevante en su vida, y a quién a su vez, está pagándole una deuda en forma de este cuento. En el relato, Andric va recordando a estas personas que le ayudaron, dejándole en su testamento dos coronas de las 200 de su legado:
“Al guardia desconocido de los calabozos de Marburgo, que me hizo llegar un trozo de papel y un lápiz diminuto, en el momento en que escribir, para mi significaba sobrevivir; dos coronas.
A Milan Resetar, Jozef Jiricek, Wilhelm Jeruzalem…, mis profesores, porque me enseñaron que el saber lo es todo y que la ignorancia engendra el fanatismo y las tinieblas del alma; diez coronas.”
La traducción es de Fernanda Garrido y Tihomir Pistelek.
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