48 pistas sobre la desaparición de mi hermana, de Joyce Carol Oates

 



 ⭐⭐⭐⭐

♫♫♫ The Dress - Blonde Redhead ♫♫♫

 

"Tela blanca, sedosa, sin cuerpo. Charco de seda, en pliegues lánguidos y acuosos en el suelo donde (se apresura a asumir la observadora/voyeur) ella se había desprendido del vestido con un movimiento del cuerpo, dejando que cayera sinuosamente como una serpiente, pero una serpiente sedosa, de un blanco perfecto como una camelia deslizándose por las caderas. Aunque sin cuerpo, sin huesos...

[...]

...de hecho, no miras y, aun así (sin poder evitarlo), observas la caída del fino vestido lencero hasta el suelo, un charco a los pies (desnudos) de la mujer, pálidos como el marfil."



Después de esta novela de Joyce Carol Oates, aparentemente menor y de apenas 200 páginas, vuelvo a ratificar mi rendida admiración por ella. Oates ha conseguido crear un género propio mezcla entre suspense, flujo de conciencia, gótico contemporáneo, y de una  profundidad psicológica inquietante, como es ella, que nos da la medida de que cada uno de nosotros tiene su parte oscura, misteriosa, ese lugar recóndito al que nadie podrá penetrar. Esté subgénero creado por ella, al que no me atrevo ni siquiera llamar thriller ni novela de suspense se alimenta sobre todo de las relaciones entre personas, de la complejidad de las relaciones familiares, y del entorno social y de la presión que ejerce sobre todo en ciertas mentes frágiles y vulnerables, y por supuesto, y de nuevo, la posición de la mujer en un mundo donde la violencia campa a sus anchas y en esta novela particularmente, como no podía ser menos, la Oates vuelve a colarnos una investigación exhaustiva sobre las desapariciones de mujeres. Ella misma en una entrevista  recomienda una serie muy emparentada a esta investigación  que realizó para la novela: Murder in Big Horn. Tal como el mismo título revela, aquí hay un misterio sobre una mujer desaparecida pero la Oates no nos lo va a contar a la manera prototípica y se las arreglará para bucear en la esencia: convierte en auténtica protagonista a la narradora más que a hermana desaparecida. La novela comienza con una escena muy cinematográfica, que se puede visualizar perfectamente: un vestido blanco de Dior hecho un charco en el suelo. “Escrudiñar desde una puerta el interior de la vida de otro: la aprensión de vislumbrar al otro, a la hermana, en un estado de indeseada exposición.” La hermana/narradora ha estado espiando a la hermana mayor Marguerite y como en cámara lenta, recuerda la caída del vestido hasta convertirse en una laguna blanca en el suelo. Es un vestido vacío de corporeidad, vaticinando ya el vacío de la hermana. Es una imagen que se repetirá una y otra vez durante la novela, y tal como hacía en Babysitter, es tambien casi la última escena de esta novela, novela circular...


"(No, yo no vi caer el finísimo vestido blanco por el cuerpo desnudo de mi hermana ni que quedara como un reluciente charco de blancura a sus pies. Estoy segura de que no vi eso, a pesar de que parece que lo recuerdo vivamente)."


La novela está estructurada en 48 capitulos y cada uno de ellos comienza con una palabra o frase en cursiva que supuestamente debe ser una pista a la desaparición de M. narrada por su hermana menor G. Sin embargo en esta autora nada es tan tan fácil como parece, cada pista puede serlo o no, dependiendo de la mente de la narradora que se va por los cerros de Úbeda y es a través de ella como vamos intentando cazar al vuelo el misterio de la desaparición de Marguerite el 11 de abril de 1991, veintidós años antes. G. es una narradora nada confiable pero eso lo iremos detectando a medida que la novela va avanzando y por pequeños detalles que irán surgiendo también nos iremos dando cuenta que la mente de G. no es todo lo estable que pudiera parecer en un principio, sale a relucir que era el patito feo en comparación a la hermosa Marguerite, escultora, fría y popular. Sin embargo, por pequeños trazos que se le irán escapando a G. también veremos que Marguerite no era tan fría como aparentaba y que tuvo a que renunciar a oportunidades para no perder de vista a su hermana menor.


-¿Eres la hermana de Marguerite?

- Soy muchas cosas, de las cuales hermana de Marguerite no es más que una, y no la más crucial.”


Sigo afirmando que Joyce Carol Oates es una diosa, y a estas alturas de su vida hace lo que le da la gana con la narrativa, con la estructura de una novela, convirtiendola en una historia de terror más que de suspense o misterio, pero genuinamente será una obra totalmente experimental, que es lo que realmente le gusta a la Oates, experimentar con la forma, con la estructura y con la narrativa, jugando al gato y al ratón con el lector. Todas las pistas están ahí, pero el lector tendrá que desentrañar el relato porque la mente de G está totalmente fragmentada, caótica (“Es terrible ver, entender, que el mundo es un caos de pistas”) y para ello usa la cursiva continuamente para llamar la atención de esta mente perturbada, muchos más paréntesis que en ninguna obra anterior suya que interrumpen continuamente el flujo de la narración… es una narración invasiva, intrusiva, cortando continuamente la linealidad del relato, sabemos que es porque G. la narradora es insegura, angustiosa, pero al mismo tiempo, hay que advertir que Joyce Carol Oates no es ninguna tramposa, todos los datos están ahí solo que no están ordenados, y usa precisamente estas cursivas o estas comas y corchetes para advertir al lector de que algo no está bien, de que aunque no hubiera hecho falta usar estos recursos, los usará por algo. Las 48 pistas pueden serlas o no, algunas son pistas sobre esta desaparición aportadas por esta hermana menor, pero otras no dejan de ser el flujo de conciencia por el cual G. se tiene que expresar.


Es decir, el medio por que pude ver el reflejo de M. en un espejo, ya que (en realidad) no vi a la propia Marguerite, solo su reflejo.

(Es impreciso, pero común, decir que la imagen [reflejada] es la persona; pero, en este caso, el reflejo de M. no era más que un reflejo de (la incognoscible, inescrutable]. M., de hecho, el reflejo de un reflejo.)”


El comienzo de esta novela me parece arrollador, de esos que se quedan grabados en la retina, el charco del vestido blanco, y un juego de espejos en el cual aparece reflejada su hermana, la última vez que la vio, pero solo a través del reflejo de los espejos. El vestido es la primera pista de esta novela, pero al igual que las 47 pistas restantes, todo se convierte en conjeturas sobre la desaparición y ya digo que todo es una preparación para el final. Quien vaya buscando un misterio resuelto va a quedar frustrado porque la Oates no lo pone fácil, no deja nada masticado sino que será el lector quién tendrá que establecer qué le pasó a Marguerite. Los datos están todos ahí. El juego de espejos (“Porque los espejos duplican las distancias y convierten lo familiar en extraño”) será parte de la simbología que usará aquí la Oates para describirnos a G., la hermana menor que veintidós años después de la misteriosa desaparición, vuelve a recordarlo todo y ¿por qué?, el motivo por el cual vuelve a revivirlo todo es evidente solo que no es la misión de esta reseña espoilear, ya digo que todos los datos están ahí...


Todo esto, recordado (ahora) de repente, veintidós años después, como podría recordarse un sueño absolutamente misterioso que, en el transcurso de los años, no ha aligerado la carga de su misterio, sino que la ha agudizado.”


Marguerite era una escultora que tuvo que sacrificar momentos para quedarse en la casa familiar, G. la narradora aunque tiene un trabajo normal y corriente, también vive en la casa familiar estilo Tudor y escribe poemas en secreto, garabateados en cuadernos y escondidos en cajones, una referencia a Emily Dickinson. El juego de espejos y el vestido de Dior blanco en el suelo, serán lo primero que sabremos de Marguerite, es la información que nos transmite su hermana menor, pero realmente ¿llegamos a conocer a Marguerite? La imagen real y la que se ha hecho en su cabeza de Marguerite su hermana se camuflan y todo esto lo refleja Joyce Carol Oates a través de su estilo totalmente fragmentado,  es un puzzle: aquí no hay nada lineal, ordenado, porque lo que estamos leyendo es el relato monodimensional de G., la poeta secreta. Y no perdamos de vista el tema esencial: más que una novela sobre la hermana desaparecida la gracia está en el personaje que la Oates construye en torno a la narradora. Soberbia como siempre. 

 La traducción es de Maria Dolores Crispín


(Es posible que por la periferia del ojo viera en el suelo el vestido de Dior. Pero ese ver no fue consciente en aquel momento, si parece consciente en retrospectiva es porque la mente utilizó sus estratagemas de forma maliciosa y perversa contra sí misma)”

 

Comentarios

  1. He dejado de leer al inicio, perdona por la falta de respeto... me encanta la autora y tengo ese libro ahora mismo en la rampa de salida para estas vacaciones :) Estoy de acuerdo con lo poco que te he leído, hace lo quiere con la narrativa, es capaz de llevar una novela a un lado y al contrario y que todo siga sonando bien... Espero acordarme de volver por aquí para "comparar notas" ;)

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    1. Has hecho bien en dejar de leer, no suelo espoliear ni me gusta hablar mucho del argumento peroooo...🫣. A ver si la comentamos cuando la leas!!!

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