The Journal of Joyce Carol Oates, de Joyce Carol Oaates

 

⭐⭐⭐⭐⭐ 

  ♫♫ ♫ Superwoman - Alicia Keys  ♫♫ ♫ 

 

 "A journal as an experiment in consciousness. An attempt to record not just the external world, and just the vagrant, fugitive, ephemeral thoughts that brush against us like gnats, but the refractory and inviolable authenticity of daily life, daily-ness day-ness, day-lightness, the day’s eye of experience.


So rarely reread it. As I rarely, if I can help it, never reread old letters of mine. To revisit the past in this way is somehow so excruciating, I haven’t the words to guess why."



Tal como cuenta Joyce Carol Oates en un momento dado de este diario, contar en un diario el día a día con sus pequeños detalles domésticos o laborales viene a ser muy aburrido, porque realmente un diario debería ser una experiencia más subjetiva, reflejar en él todo esto que en el día a día no se ha podido expresar o incluso liberar, tu Yo más subjetivo liberado en el papel, así que esto es lo que hace aquí, liberarse, conversar con ella misma para lo bueno como para lo malo. De esta forma nos viene a decir que su diario no es representativo de su vida sino de lo que piensa, de su proceso a la hora de liberar sus ideas cuando se queda solas con ella misma.


"There are moments when I'm afraid I will wear out, simply wear out, with this pace... with the projects I am working on... even the books I should or want to read... the people I should or want to see. And yet: the week pass, the years pass, and nothing changes greatly so far as intensity is concerned. Content, yes. But form, rarely. Mi life is a roller coaster over an abyss. My public life, I mean."


Y en este aspecto este diario para los admiradores de esta autora viene a ser como un milagro por tener el lujo de que podamos penetrar en su proceso como escritora:  cómo se expresa a la hora de enfrentarse a sus textos, como surge el proceso de escritura, obsesivo en casi siempre cuando está sumergida en una novela o en un relato, cómo se desahoga cuando no puede equilibrar su vida más privada e íntima con su figura pública, un equilibrio difícilmente soportable cuando está sumergida en la escritura de una novela… son tantas y tantas las cuestiones que surgen aquí de la mano de esta autora, que realmente suponen un lujo para los que de verdad nos maravillamos con sus textos. No le gusta releerse, ni sus cartas, ni lo escrito en un diario, y aunque yo nunca he llevado un diario, me siento muy identificada cuando refleja que no es nada nostálgica a la hora revisitar el pasado, incluso insoportable en una forma de regodearse en un tiempo que ya pasó, porque tanto esas viejas cartas o esas páginas de diario ya no tienen sentido una vez que nos hemos sumergido en el pasaje del tiempo y ya casi nos hemos convertido en otras personas: Nostalgia doesn't appeal to me. Looking back over my shoulder with a tear in my eye doesn´t appeal to me.”


It ocurrs to me that I always live in several tenses: the present, the past, the future in terms of a book. Melancholy the inevitable and ineluctable passage of time is always assuaged by my sense that this passing is necesary so that a book can be brought to completion.”


Joyce Carol Oates comienza este diario en el invierno entre 1972 durante un año sabático que pasa en Londres con su marido, un año muy duro porque echó mucho de menos su casa, así que comienza este diario para desahogarse de alguna forma y el diario se extendió a través de los años, aunque este volumen que nos ocupa se para en 1982, cuando ella ya tenia 44 años y ya se había convertido en una figura pública. Este volumen es una recopilación del diario original que sumaba más de 5000 páginas mecanografiadas y que se encuentra en el archivo de la Universidad de Syracuse. Y tal como expresa ella en un momento dado, no le gusta releerse y mucho menos un diario, así que es una versión sin revisar, con extractos elegidos por su editor. Independientemente de sus reflexiones más íntimas, también explora con mucha franqueza su amistad con otros escritores, su adorada Susan Sontag, o John Updike, Philip Roth, Donald Barthelme (con este último no compartían el entusiamos por sus obras mutuas, pero sin embargo, eran muy amigos), no se corta un pelo a la hora de ironizar sobre la pedantería, por ejemplo, de Mary McCarthy y de algún escritor más, siempre en su estilo elegantísimo e irónico. Y por su supuesto es una delicia leerla cuando habla de otros escritores clásicos, James Joyce, DH Lawrence, Proust, Faulkner… y su disgusto por el término literatura femenina:


"My dis-interest in what people speak of as women's problems-, women's literature. Have women special sensibility? No. There are individuals uniquely talented and uniquely equipped to interpret the complex symbolism of the world but they are certainly not determinef by gender. The very idea is astonishing.


The sensibility of a Virginia Woolf, for instance. It's her own, it's uniquely hers. Not because she is a female but because she is, or was, Virginia Woolf. Not more sensitive than Henry James or Proust or James Joyce, consequently not more feminine in the narrow and misleading sense people use that term today…"


Aunque los diarios reflejan sus pensamientos entre los años 70 y principios de los 80, y ya hayan pasado cuarenta años, sus reflexiones siguen estando muy vigentes, sobre todo cuando se refiere a los roles de género, al feminismo exacerbado que le disgusta, en este sentido nunca ha querido pertenecer a un grupo, ese sectarismo políticamente correcto al que hay que pertenecer dependiendo de la época. Joyce Carol Oates siempre ha ido por libre, y aunque se queja de que ha sido muy criticada por las feministas cuando realmente es un aspecto contradictorio en el sentido de que ha llegado a tocar temas “nada femeninos”, incluso se la cuestionó por escribir historias sobre gente desarraigada viviendo en suburbios, pero tal como ella misma dice “¿qué otra cosa se puede hacer dada la condición de la época en que vivimos? Escribo sobre lo que existe”. Y se la cuestiona por ser también una autora tan prolífica, como si no fuese serio para el establishment literario... escribir como si te fuera la vida en ello, y parir libros porque su vida es escribir..., continuamente cuestionada por no ceñirse a las reglas, por ir por libre…


To be a literary personality one must take care not to publish too often: a novel every five or six years but no more frequently. I seem to be concerned with my actual work more than I a m with my public reputation which I believe to be more or less finished by now. Since about 1970 i've given up on that public aspect of Joyce Carol Oates; I hope dont really expect to be understood or taken seriously except by a ver few people. Since I am a woman, and quite realistic, I must accept the fact that in choosing to write about subjects generally claimed by men I will be violently resented by many people, men and women both.


One would like to think that a woman novelist who chose to write about traditionally unwomanly subjects might be valued by someone even by feminists... but that doesnt seem be the case. And then too the issue of female/male becomes so tiresome... Personality, not gender; invidivuality; voice; stamina, audacity, the capacity to be humiliated.”


Where once I was sympathetic with feminism I find it all very tiresome now.... What has happened to the freshness of the Movement...Two or three or fouir ideas expressed again and again in different form. That men colonize women, that men are imperialists, etc, etc, the dull dead-end of polemics, of insensitive people incapable of registering nuances of feeling and thought... I had better keep my distance form [the ideologues]: they see only black and white.”



Este diario se hace todavía más fascinante cuando ella habla de sí misma, de su conflicto entre querer estar aislada del mundo y escribir, y su vida social en Princeton, su vida social como figura pública, como escritora cada vez más solicitada. En este aspecto está continuamente haciendo una diferenciación entre JCO, la figura pública, la autora, y Joyce Carol Oates, la mujer que se quiere aislar, que se quiere quedar en casa escribiendo, es como una mujer fragmentada intentando encontrar el equilibrio, creando, batallando con su arte. De alguna forma quiere ser invisible, al igual que lo fue Emily Dickinson en su momento, pero era otra época y ella es una figura pública asi que necesita encontrar el equilibrio entre esta invisibilidad (deseada) y la vida social (que acepta pero en la que no es ella misma)


"Social life is a mysterious thing. One has an instinctive yearning for it, yet most of the time is unsatisfying. Only Friendship, only relationships over an extended period of time, have a meaning .Even then, so much of our lives are eclipsed, secret... how can we know each other easily...?
Gradually, more social life... but with a very few people. Cannot handle crowds, not even in theory.
Companionship, friendship, relationships of any kind are demolished in crowds, no matter how gay and riotous they are. "


Invsibility. Visible to others, invisible to ourselves. Our paradox. What is indeciprable to us maby readily available to others, even to strangers.


Odd, the sudden pockets of loneliness, at large gatherings. My sense of apartness; distance, dejavu. Alone by myself, I am incapable of feeling lonely or bored, if writing isnt available, reading is.


I am infatuated with the private life, and with anonymity; perhaps even invisibility


Silence, exile, cunning. To which I must add my favourite: invisibility.



Oates describe con detalles luminosos, reveladores, su escritura, sus paseos, su vida académica en Princeton que le da tantas alegrías, su origen rural, lo que piensa sobre el mundo que se despliega ante ella y surge un retrato fascinante de una mujer totalmente comprometida no solo con el mundo sino con ella misma, coherente. Iluminadoras son sobre todo sus reflexiones sobre la maternidad, sobre la elección de no ser madre, un tema siempre controvertido para las mujeres sobre todo por la presión social, incluso hoy en día: and one ought not to have children simply to express oneself, to fulfill one's own personality. the life force moves independent of individuals and individual considerations.”


"In reading about Sylvia Plath´s odd obsessive desire to have a lots of children, though she feared childbirth and seems not to have actually liked children, I am baffled simply: why did so intelligent a young woman think that marriage and children were not only inevitable but desirable? Having children, is after all, not something one does for one's own development, or as a badge of normalcy (in the eyes of others).”


Este diario refleja quizás el momento clave en la vida artistica de Joyce Carol Oates, justo el momento en que dejó de ser una escritora de minorías, hasta que en 1980 con la publicación de Bellefleur (el primero libro de su saga gótica), se convirtió en un bestseller y en su libro más vendido. Coincidió con el cambio de editorial, pero además y tal como se refleja en su diario, el proceso de Bellefleur un libro de casi mil páginas viene a ser la versión gótica de lo que es la lucha de clases sazonado con un realismo mágico fascinante. Yo descubrí a Joyce Carol Oates precisamente con Bellefleur y todavía sigue siendo mi favorito, quizás por todo lo que se desplegó ante mí durante su lectura. Con Bellefleur y los cuatro títulos restantes de la  serie gótical Oates sigue reflejando su tema más recurrente, ver a Estados Unidos a través del miscroscopio, analizando, escarbando pero esta vez a través de sus géneros más populares. En definitiva, una delicia de diario, sobre todo para conocer a una Joyce Carol Oates más íntima.


Sucess in a public sense is a punishment, not a reward. For it drains our energies, diffracts our attention. What I want is to write: to write something strong, lasting, surprising, original… something that is, in any case, my own. My own language.”


"What, however, is stoicism? The stoic spirit? Is It genuine; or is it a helpless reaction against Fate? (Not against Fate but against the helplessness itself) Do I appear to be accepting of my fate because I truly am accepting it, or because I know there's nothing I can do?


"I seem to be detached from myself. What is the self... I suppose I am detached from my finite, personalized self: I identify with another, deeper region of being."


"What is this business, after all, of personality? Of being obliged to care passionately about the personal appearance and the status and the ego-inflation of a particularized self? It seems so futile , somehow, to care about one's status in the competitive world ."


 

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