El cazador celeste, de Roberto Calasso

 


 ⭐⭐⭐⭐⭐

 ♫♫♫ Become the beast - Karliene ♫♫♫

 

"Cuando empezó la caza no había un hombre que perseguía a un animal. Había un ser que perseguía a otro ser. Nadie podría decir con certeza cuál era cuál."


Me da un poco de vergüenza intentar reseñar una obra de Calasso sin resultar un tanto simplona y previsible, porque es tanta la erudición y la cultura que transpira este hombre, que resulta casi imposible, por lo menos en mi caso, controlar todas las referencias y establecer las conexiones. Hay momentos en que crees que lo tienes todo controlado, pero eso es solo al principio, y a medida que la obra avanza, el lector llegado un punto tendrá que desistir de este control absoluto y tomar conciencia de que se tiene que dejar llevar, sin la necesidad de tener que controlar todas las conexiones, a pequeños sorbos además, y no de una tacada. Adelphi Edizioni, es una conocida editorial, referencia absoluta del mundo editorial, a la que Roberto Calasso dedicó su vida como editor, visionario a la hora de rescatar y descubrir y dar espacio, creador de todo un microcosmos cultural, y sobre todo, autor. Investigando me doy cuenta de que Calasso y a través de esta editorial intentó abordar y hacernos llegar el conocimiento pero a través de las raíces de Europa. Con una curiosidad crónica por el conocimiento, los libros fueron para él una herramienta de apertura porque si leemos, el pensamiento se abrirá hasta el infinito. Necesitamos personajes guía que nos ayuden a entender y que nos abran a este conocimiento, que nos descubran otros universos, otras literaturas, que nos hagan salir de nuestros mundos cerrados. Calasso lo fue como editor, pero también como autor.


"Un día, a las muchas invenciones de los hombres agregaron otra: empezaron a rodearse de animales que se adaptaban a los hombres, en tanto que durante un tiempo muy largo habían sido los hombres los que imitaban a los animales

Toda caza es caza de almas."


Calasso compara lo que es el largo viaje del hombre hacia el conocimiento con lo que es la caza, porque cuando el hombre comienza a cazar animales es cuando empieza diferenciarse de las bestias, adquiere poder, control. Toda esta primera parte de esta magnífica obra en la que Calasso cuenta cómo el hombre adquiere conciencia de sí mismo y de su poder cuando deja de huir y esconderse de los depredadores, y revierte los papeles convirtiéndose él mismo en un depredador, es lo mejor de esta obra: en un depredador además que puede alimentarse de algo más que de bayas, sino que se alimenta de carne. Pero quizás este punto de ruptura, este paso que le hace diferenciarse de las bestias tiene su punto álgido en el hecho de que el hombre ha dejado de tener miedo, y adquiere control en el acto de supervivencia porque ya no tiene necesidad de huir. El Homo ha dejado de esconderse, de huir, ya no es una presa. Es el primer paso hacia el conocimiento.


"El modo en que el hombre se volvió, en palabras de William James, la más terrible de todas las bestias depredadoras y, de hecho, la única que depreda sistemáticamente a su propia especie, es una historia sin precedentes en los acontecimientos de la tierra. El pasaje a la depredación fue un salto de especie etográmatico. Enormemente arriesgado y disruptivo. Cambiaba las relaciones de Homo con todas las especies que lo rodeaban.

(…)

La conquista del Vellocino de Oro, la caza del jabali de Calidón, la guerra de Troya: en las tres ocasiones, y solo en ellas, los héroes se reunieron para una empresa conjunta. Para los despojos de un animal, para matar a un animal, para recuperar una mujer. Ninguna otra cosa sería motivo suficiente para que los héroes actuaran conjuntamente. Fueron tres regímenes. En el primero se mataba un monstruo. En el segundo se cazaba a un animal poderoso. En el tercero, los hombres se mataban entre ellos. Primero matar al monstruo, después cazar, después matarse mutuamente. Era el resumen de lo que había sucedido desde el origen.”


El hombre prehistórico deja de tener miedo al convertirse en cazador, lo que le hace también tomar conciencia de sí mismo, porque tiene el poder de actuar sobre la naturaleza y de los animales que la habitan. Una vez tomada esta conciencia de sí mismo, de ahí a inventar y crear herramientas para defenderse y cazar hay un solo paso. A partir de este primer tercio en el que Calasso demuestra del por qué la figura del cazador se vuelve fundamental porque es el primer escalón del hombre hacia el poder (Una vez cumplido el pasaje a la depredación, Homo no sabía cómo tratar esa parte nueva de su naturaleza. Eligió circunscribirla a su significado literal y expandirla indefinidamente como metáfora. Inventó la caza como actividad no indispensable, gratuita. Fue el primer arte por el arte.”),  enlazará con los mitos (la construcción de la ficción), los animales se convierten en sus tótems, la raiz sobre la que partirá la mitología. La caza se convierte en un ritual: Existe un punto, misterioso tremendo, en el que se cruzan el acto de matar y lo divino.” Así que esta obra no deja de ser, toda ella, esa exploración de cómo el ser humano llegó a mirarse a sí mismo a través del acto de cazar. La mirada del uno dirigido hacía sí mismo y de esta forma se acaba estableciendo la autorreflexión. Es un tema apasionante sobre todo por la forma en que enlaza con la mitología griega: ya sabemos que el mito es ficción que conecta los humanos con lo divino. La caza comienza como un acto inevitable de supervivencia pero termina siendo un acto gratuito, matanza y sacrificio, para acabar estableciendo un símil entre los atentados terroristas de ahora con el sacrificio ritual. Calasso lo define bien cuando establece una y otra vez la visibilidad del mito: estatuas, rituales, teatro. Lo invisible ya es otra cosa: esa interioridad del ser humano: ¿No se me ha abierto el universo en un parpadeo?”


Cuando una gran parte de lo existente se retiró hacia lo invisible, no por eso dejó de suceder. Pero se volvió más fácil pensar que no sucedía.

Lo invisible no debe ir a buscarse muy lejos. Incluso puede no ser hallado precisamente porque está demasiado cerca. Lo invisible termina en la cabeza de cada uno.

¿Dónde va lo que desaparece? Va a lo invisible, que, al final, está lleno de presencias. No hay nada más animado que la ausencia.



Aunque sea un libro denso, lleno de referencias interextuales, lingüisticas, mitológicas, que puede llegar a saturar, no deja de ser una obra que fascina por cómo conecta todas estas referencias impactando en el lector que termina abriéndose a nuevas perspectivas que tienen que ver con la evolución del ser humano… acabamos deteniéndonos y haciéndonos preguntas nuevas. La prueba está por ejemplo, en una sección que aparentemente pueda resultar surrealista en una obra como ésta y es cuando Calasso abandona por un momento el cosmos de la mitología y  le dedique algunas páginas a establecer una conexión con Henry James. ¿cómo conecta el tema estrella que es la caza y la evolución del pensamiento humano con Henry James?


Entre los cuentos más importantes de Henry James hay algunos que no llegó a escribir. Son los pequeños ‘sujets de nouvelles’, embriones nunca desarrollados que solo conocemos por sus anotaciones en los Cuadernos. Torquay, el 28 de octubre de 1895, James anotó estas palabras en su cuaderno: -Recuerdo cómo Mrs. Procter me dijo una vez que, habiendo tenido una vida repleta de problemas, sufrimientos, cargas y devastaciones, la posibilidad de sentarse a leer un libro constituía para ella, en sus años otoñales, un placer singular, un lujo profundamente sentido: tan grande era el sentimiento de seguridad que de ello emanaba, la certeza de que, tras haber sobrevivido a tantas cosas, nada podía ocurrirle ahora. Prácticamente nunca había gozado de ese placer en tal grado y manera; y día tras día disfrutaba de él como si fuese nuevo.”


Calasso establece un simil entre el cuento imaginado y nunca escrito de James y el Homo Sapiens, la humanidad es Mrs.Procter que después de una vida de sufrimientos y cargas, consigue relajarse, la certeza de que ya ningún factor o acontecimiento externo podría afectarla (ya nada podia suceder), osea, creerá haber llegado a un nivel en que esté protegida del mundo exterior (los depredadores). Sin embargo, a lo que quiere llegar Calasso es a establecer el hecho de que superados estos factores externos, ese control sobre la naturaleza, quizás esta destrucción podría venir desde el mismo interior del ser humano; porque aunque se centra en el mito griego para desplegar su universo, estos símiles aparentemente inconexos como el del cuento de Henry James, serán lo que terminarán de esclarecer hasta qué punto esta obra es la exploración de la mente humana como resultado de sus mitos, creencias. Desde ya adoro a Roberto Calasso, aunque me lo tomaré con tranquilidad, a pequeños sorbos.

La traducción es de Edgardo Dobry


"Los Misterios no son algo que se pueda poseer, como un pensamiento: no son algo que se aplica, como una fórmula. Son un lugar que ofrece algo distinto cada vez que se vuelve. Para volver, sin embargo, es necesario alejarse, regresar a la vida común, para abandonarla de nuevo."

 

 

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