La Otra Parte, de Alfred Kubin

 


 

 ⭐ ⭐⭐⭐

 ♫♫ ♫  Roosting Towns - Cemeteries  ♫♫ ♫

 

 

Quizás la vida es justo eso: sueño y miedo.”


Esta cita no pertenece a la novela que me ocupa sino a los Diarios de Alfred Kubin y entiendo que es el resumen perfecto, no solo en lo que se refiere a esta novela, la única que escribió Kubin, sino a todo lo que encierra su obra como dibujante e ilustrador. La obra de Kubin ya la conocía y siempre me había llamado la atención la oscuridad que envolvía sus dibujos, esas figuras siniestras que parecen metamorfosearse en un ambiente de destrucción, de pandemias y desastres abismales, de violencia, de muerte y hay un mucho de figuras solitarias escapando de la manipulación de las masas o de algo monstruoso que los quiere devorar. Así que cuando me entero que Alfred Kubin había escrito una novela, Die Andere Seite (La otra parte, The Other Side) no lo dudé: tenía curiosidad por ver si esta novela tenía que ver con sus dibujos e ilustraciones.


"Pero cuando intenté hacer un dibujo, no me fue posible conseguirlo. Ese fenómeno nuevo me asustó, porque me sentía inspirado y con muchas ganas de trabajar. Tan solo por hacer algo y encontar así cierto alivio, me puse a escribir una historia extravagante. Desde entonces las ideas fluyeron a mi mente... de manera que en apenas doce semanas escribí la novela La Otra Parte." (Autobiografía)


Alfred Kubin cuenta en su Autobiografía (una especie de relato largo en el que comprime su vida y sus ideas) que escribió La Otra Parte en un momento en que tuvo un bloqueo mental que le impedía dibujar nada aunque realmente se sentía inspirado y con ganas. En un intento por canalizar su inspiración decidió escribir y de ahí surgió esta novela que escribió en doce semanas, su única novela. La novela lleva como subtitulo que es una novela fantástica, lo que puede llevar a engaño porque aunque empieza como una novela de aventuras, envuelta en misterio y con ese toque fantástico, también es cierto que a medida que va avanzando se va convirtiendo en una especie de hydra con varias cabezas que van devorando lo que encuentra a su paso, metamorfosndose y pareciéndose poco a poco a esas ilustraciones de mundos perturbados e inquietantes de sus dibujos.


"Los mejores entre ellos poseían una sensibilidad sumamente fina y, casi diríamos, exagerada. Una serie de ideas fijas, aunque no del todo obsesivas, como la manía de coleccionar y de leer, el demonio del juego, cierta hiperreligiosidad y otras de las mil formas que suele revestir la neurastenia refinada, parecían haber sido creadas exprofeso para el Reino de los sueños.


La Otra Parte comienza cuando el protagonista de esta novela, también dibujante como Kubin, es invitado para trasladarse a vivir a una especie de Shangri-La, un reino secreto más allá de las montañas de Asia Central; un antiguo compañero de estudios, Patera, construyó este reino en un intento por dar forma a una utopía con habitantes seleccionados y de esta forma crear una especie de sociedad modelo, alejada de la presión de la modernidad y dando vida a un nuevo concepto de vida. Este país al que llaman Traumland, El reino de los sueños, aislado del resto del mundo, parece a priori para el protagonista un lugar ideal para buscar nueva inspiración para su trabajo y para que su mujer se recupere de una enfermedad, así que con algo de dinero en efectivo y la oferta de una nueva aventura, el extraño convence al narrador de desarraigar su vida y seguir la invitación de Patera para mudarse al reino de los sueños.


El Reino de los Sueños se halla separado del mundo exterior por un muro de circunvalación y está protegido contra cualquier ataque por sólidos baluartes. Hay una sola puerta, que sirve de entrada y salida al mismo tiempo y permite un estricto control sobre el movimiento de personas y mercancias. En el Reino de los sueños, refugio para los descontentos con la cultura moderna, se ha previsto todo lo necesario para satisfacer cualquier tipo de necesidades corporales (…) Eso sí, a fin de conservar al máximo la pureza de nuestro modo de vida, es indispensable mantener aquel estricto aislamiento del mundo exterior. De hecho hasta la fecha se ha conseguido mantener alejados del país a quienes no convenían.”


El dibujante y su esposa emprenden el viaje y pronto se encuentran viviendo en Perla, la capital del Reino de los sueños, una ciudad totalmente antimoderna donde no se permite traer nada nuevo, ni siquiera la ropa y a medida que el dibujante comienza su vida allí, va percibiendo la extrañeza del lugar, algunos habitantes tienen "percepciones sensoriales anormalmente agudas", que les permiten experimentar relaciones en el mundo exterior que no existen para la persona normales, pero hay sobre todo una atmósfera de peligro soterrado que va acechando al protagonista aunque es totalmente invisible a la vista.


"Cuando ya había andado un buen trecho bajo aquel pasadizo abovedado, me invadió, casi de golpe, una sensación de terror totalmente desconocida. Partiendo de la nuca, recorrió toda la columna vertebral mientras me iba quedando sin pulso ni respiración.
- Nunca volveré a salir de aquí."


En esta primera mitad, La Otra Parte se asemeja a una novela de aventuras y misterio con muchos toques kafkianos en donde reconocemos una cierta mala leche en Alfed Kubin cuando se refiere a ciertas cuestiones, que reconocemos cómo más actuales que nunca, un cierto humor negro sazonado de ironía, convierten ciertos pasajes en auténticas delicias para el lector de ahora:


"Los niños en general no eran bien vistos; se decía que no compensaban en modo alguno todas las incomodidades que ocasionaban. La opinión general sostenía que costaban dinero, muchas veces hasta alcanzar la edad adulta, y que en muy raras ocasiones, cuando no de mala gana, estaban dispuestos a devolver lo que habían recibido."

(...)

"Para obtener una solicitud de audiencia necesita usted, además de sus partidas de nacimiento, bautismo y matrimonio, el certificado de escolaridad de su padre y el de vacunación de su madre. En el corredor de la izquierda, tendrá que efectuar su declaración de bienes, grado de instrucción y condecoraciones obtenidas. Un certificado de buena conducta de su suegro también sería deseable."


Sin embargo, aunque parezca que hay poca trama en la novela y comience como una historia de aventuras, a partir de la segunda mitad la novela se va convirtiendo en una especie de distopía onírica muy extraña en la cual el dibujante va cayendo en una especie de psicosis y aquí es donde Alfred Kubin está en su salsa. Esos dibujos e ilustraciones que le definían los convierte en un texto lleno de recovecos, de mundos infernales, de habitantes que viven en un perpetuo estado de ensueño, asemejándose cada vez más a zombies, pero realmente está vertiendo en el texto ese mundo onírico que es de donde Kubin sacaba todas sus ideas, tal como expresaba en su autobiografía: "Los sueños nocturnos igual que los llamados sueños diurnos o sueños despiertos eran para mí desde hacía tiempo una mina inagotable en la que los tesoros artísticos esperan al verdadero minero, que yo quería ser. Así, en épocas anteriores, aunque sin especial dedicación, conseguí arrancar buenas ideas de los sueños, como más de uno llegó a reconocer. […] Los jirones de recuerdos, seguramente no es más que eso, que suelen permanecer de los sueños, solo le resultarán ilógicos a un espiritú superficial; su grandiosa fuerza y la belleza de su imperio se le escapan." 

 

" ¿Estaría dormido? ¿Estaría despierto? ¿No estaría acaso muerto?"

 

La Otra Parte podría verse con varias capas de lectura ya que se trata de una sátira en toda regla: desde una especie de satirización del imperio austro-húngaro con su emperador como figura paterna y autoritaria (no nos olvidemos que el creador del Reino de los sueños se llama Patera), pasando por una crítica a las utopías que estaban tan de moda a principios de siglo. Toda la novela está impregnada de una atmósfera claustrofóbica y casi irracional de personajes que viven bajo una especie de hechizo del que no pueden despertar. Hay una amenaza latente que anticipa una fatalidad siempre presente "Avanzaba a lo largo de los conocidos edificios con ese paso silencioso, vacilante e inseguro que uno termina por adoptar en Perla, esperando a cada momento una desagradable sorpresa." y Kubin lo expresa a través de muchos momentos concretos, que visualmente se podrían asemejar a visiones post-apocalípticas que quizás hubiera vivido en sus sueños. Y aunque en su breve autobiografía no lo refleje, esta novela advierte sobre el peligro de la psicosis que arrastra a la masa en determinados momentos, una masa violenta y hechizada controlada ¿por quién??, pues para Kubin está claro que hay una fina linea en la que el ser humano llegado un punto deja de ser consciente de sí mismo, y se deja arrastrar. La otra parte es una novela que se publicó en 1908, y ya anticipa acontecimientos que ocurrieron poco después como por ejemplo la sinrazón de los nacionalismos y la Primera Guerra Mundial a la vuelta de la esquina. Una novela que ha resultado reveladora también si la situamos en el conjunto de su obra como dibujante e ilustrador.


"-¿Que diría usted si, abusando de su confianza, le rogara que se soltase la cabellera?
-¿Hoy, el día del entierro de su esposa?
(Una falsa estocada)
-Además de la muerte, también existe la vida..."

 

 





 








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