Tres, de Ann Quin
♫♫♫ Disconnection Notice - Sonic Youth ♫♫♫
“Ha surgido entre nosotras ciertas intimidad, una que no se da cuando L está presente. Tanta que he descubierto deseando que pase más tiempo fuera. Como si R interpretara un papel cuando él está con nosotras. Aunque me pregunto si no interpretará algún papel conmigo, cuando estamos a solas.”
Tres es una novela que me ha gustado incluso más que la que leí en su día de Ann Quin, Berg, que ya de por sí me impresionó muchísimo por esa faceta tragicómica de la vida y por el paisaje de la ciudad de Brighton entre lo sórdido y lo grotesco, aquí en esta novela noto que estas facetas se han interiorizado incluso más, y durante la lectura me pregunté hasta dónde habría llegado Ann Quin de no haber fallecido tan joven. “Qué fácil para un cuerpo dejarse arrastrar atrapar en una corriente, y que no lo encuentren jamás, que nadie pueda tener nunca la certeza. Ahora no es el mejor momento. Hay que sobrevivir al verano. De alguna manera. Con ellos. Es cierto que hay momentos en los que me pregunto por qué he aguantado tanto. ¿Había esperanzas al principio?” En Tres también hay una vena muy satírica e incluso grotesca sobre todo en lo que se respira de la falsedad de las costumbres sociales, del mundo de las apariencias y lo que se deja vislumbrar tras este brilli brilli es un enorme vacío, una tremenda carga de tristeza. Donde en Berg había un tono medio burlón, aquí en Tres veo una sordidez mucho más palpable. Los personajes, y me refiero concretamente al matrimonio de Leonard y Ruth están interpretando papeles y están disimulando una realidad, la de sus vidas, unas vidas que por lo menos a mí me han transmitido una especie de terror existencial, y a la larga incluso se convierte en un texto muy claustrofóbico porque además Quin sugiere muy bien esta atmósfera incómoda a la hora de que puedas esperarte cualquier cosa de sus personajes, una imprevisibilidad amenazadora, y por momentos podría funcionar como una novela de suspense...¿qué se va a revelar en cualquiier momento? ¿cómo van a reaccionar los personajes? Es como si algo inquietante y turbador acechara tras los rincones de la casa o incluso en el exterior, en la piscina, en la playa. En Berg, Ann Quin se burlaba de esta obsesión por las apariencias, en Tres “abre el melón” de lo que hay más allá, en el interior de unos personajes tan desesperanzados como desesperados: con la llegada de alguien a su convivencia esta desesperación se reconvertirá y los hará vivir ¿esperanzadoramente? durante un tiempo.
"Los dedos
de ella. Planean. La boca fruncida. Una sonrisa secreta. Abrir una
carta en una calle abarrotada.
Decisiones. Meter las emociones
como un par de zapatos bajo la cama”.
Tres fue la segunda novela de Ann Quin y aquí se cuenta la convivencia de tres personas, tres personas que en el momento en que comienza la novela una de ellas ya ha desaparecido, y sin embargo siguen siendo tres porque la presencia de S., la desaparecida, es constante. Ruth y Leonard es una pareja que en su momento acoge a una joven, S, que después de un tiempo de convivencia desaparece pero la casa se queda impregnada de su presencia (ausencia). Se describen las vidas rutinarias de Ruth y Leonard (en 3ª persona), él refugiado en sus orquídeas, ella en su gato, que sirven como catalizadores a ese terror doméstico. Aparentemente y argumentalmente no hay más, y sin embargo tras esto Ann Quin nos sumerge en lo invisible, en lo que el ojo no capta a primera vista, en la interioridad de estos personajes. S. que había vivido durante un tiempo con ellos, da un cierto sentido a esta convivencia. Se sugiere que Leonard conocía a S. del trabajo y que a raíz de tener problemas la acoge en su casa, así toda la novela son posibles intuiciones que puede tener el lector sobre lo que ha pasado, pero que no se explican, aquí todo debe ser interpretado por el lector: son ráfagas que va lanzando Ann Quin con esa prosa elíptica tan fascinante, también se puede entrever una cierta autojustificación continua por parte de la pareja ante la desaparición de S...
“Tres meses ya viviendo con dos personas y ni siquiera más cerca, más cerca. Las tácticas naufragan antes incluso de iniciarlas. Tres no parece la respuesta. Y sin embargo…”
El matrimonio reflexiona sobre lo que podría haberle ocurrido a S. y estos diálogos pueden incluso sonar a absolución, ¿no era feliz allí con ellos? S. ha dejado algunos diarios y grabaciones y aquí es donde la novela se revela en su estructura fragmentaria y elíptica porque funciona en tres niveles: el del matrimonio en tercera persona en tiempo presente, y por otra parte el de los diarios y las grabaciones que ha dejado S., que ya sería la voz en primera persona de S, que contiene monólogos, reflexiones, alguna alusión a su vida pasada, pero sobre todo es una primera persona poética, fragmentada y lúcida, muy aguda también en su reflexión de las vidas que llevan Ruth y Leonard. Esta estructura narrativa lo que está reflejando es la vida interior de estos tres personajes: por una parte la del matrimonio que aunque a priori parecen una unidad, realmente la llegada de S. los ha enfrentado a sí mismos como individuos separables del otro (“¿Cuándo empezó a tambalearse todo esto, qué día, que noche sentí esta espantosa separación, una cierta pérdida de identidad? Quizá entonce, sí quizá la consciencia de que había alguien que compartía con él algo a lo que yo no había sabido llegar”), y por otra parte, el papel que juega S. como catalizador emocional. Al leer y escuchar estos fragmentos de diarios y grabaciones, Ruth y Leonard parecen tomar conciencia de que ambos guardan perspectivas diferentes, no solo de los momentos compartidos con S., sino de sus propias vidas en común. Hay también una carga sexual en la que S. se convierte en el receptáculo de sus carencias vitales, pero también una gran carga de violencia sexual que deja intuir algo que va más allá de lo que se ve a simple vista.
“Las emociones son resquicios para las expresiones personales, si los demás están dispuestos a seguir el juego, se vuelve comparativamente sencillo. Días de júbilo, salvo instantes de sentimientos encontrados. ¿Cómo explicarlo, revelarlo todo, llegar a algún tipo de claridad? Suplantar estas áreas inmensas de pensamientos nunca expresados. Sus voces. Deseos satisfechos...¿venganza)”.
Es una pena que Ann Quin se fuera tan pronto porque el potencial en apenas dos novelas que he leído suyas es apabullante. Es una autora que no solo se limita a contarnos una historia, que existe y está ahí, sino que realmente y a través de esta fragmentación narrativa nos hace sumergirnos completamente en la intimidad de estos tres personajes, ambiguos, oscuros y a la vez luminosos. En el texto de Ann Quin no sobra nada y es muy accesible incluso dentro de esta fragmentación. Elige las palabras justas, y al mismo tiempo convierte el texto en una pieza muy poética que hay que descifrar. Realmente conozco a pocos autores como ella, tan directos y al mismo tiempo tan líricos. En apenas tres trazos nos ha definido a estos tres personajes: el matrimonio de Leonard y Ruth, que simboliza de alguna forma el conflicto entre las expectativas sociales y sus propios deseos reprimidos y S., que aunque real, se convierte para ellos en un espejo en el que se ven reflejados como actores de cara a la galería. El lector llega a situarse en la misma posición que Leonard y Ruth, examinando y reflexionando sobre la ausencia/presencia de S., intentando dotar de entidad a su fantasma, e incluso llegando a ciertas conclusiones, variables dependiendo de la imaginación de cada lector. Y quizás cómo mejor representa Ann Quin estas corrientes subterráneas emocionales contrapuestas es a través del paisaje: “En la piscina vacía un globo vagaba entre estatuas rotas, como un planeta fuera de órbita.”
La traducción es de Ce Santiago.
El otro lado. Un paisaje lleno de marjales. Carroñeros aguardan en tocones muertos
ramas
brazos flácidos
cuelgan. Carreteras que no llevan a ninguna parte. Mosquitos que zumban sin cesar. Donde el agua engulle el sol. La tierra una masa flotando de vegetación. Ramas de árboles incrustados
fango solidificado. Con partículas de hojas
pluma"
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